19.07.2007 | |
P.RICO-AVES Experto asegura que falta demostrar el efecto del cambio climático en aves Iñaki Estívaliz San Juan, 19 jul (EFE).- El ornitólogo Herbert Raffaele, quien participa en el décimo sexto Congreso de la Sociedad para la Conservación y Estudio de las Aves del Caribe que se celebra en San Juan, aseguró hoy a Efe que no hay evidencias de que el cambio climático haya afectado a los pájaros de la región. Ornitólogos de una veintena de países del Caribe, además de Inglaterra y de España, comparten sus conocimientos sobre aves en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Pero si para el presidente de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, Pablo Román, como otros expertos, el cambio climático está afectando a todas las esferas de la naturaleza «como una cadena», para Raffaele, «hasta el momento no hay muchas evidencias» de que influya en las aves. Raffaele es autor del libro «Birds of the West Indies», de obligado estudio para los ornitólogos de la región. En la década de 1970 llegó de vacaciones a Puerto Rico y se quedó 17 años en la isla trabajando como ornitólogo. |
Ahora maneja un presupuesto de 15 millones de dólares anuales como jefe de los programas internacionales de conservación del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. Para Raffaele, los principales enemigos de las aves son las urbanizaciones, la cacería indiscriminada, el comercio ilegal y la introducción de especies no autóctonas. El ornitólogo insistió en que con las aves no se tienen todavía las suficientes evidencias que demuestren que les está afectado el cambio climático como a los anfibios, de los cuales «doce especies de ranas han desaparecido» en Puerto Rico por ese fenómeno, dijo. «El efecto del cambio climático no está muy claro en las aves», indicó el experto, que señaló que el sobre arrecifes, como sobre las ranas, sí está demostrado el ese efecto. Raffaele indicó también que mientras otros ornitólogos reclaman a los gobiernos mayores presupuestos para investigación y para proteger mayores áreas naturales, para él, lo más importante es la educación y concienciar a la gente del valor de las especies originales de sus países. «El problema principal es que la gente no valora los recursos que tenemos. Puerto Rico tiene una riqueza natural extraordinaria y el pueblo debe apreciarla», indicó. Asegura que si los puertorriqueños supieran que en la isla viven 14 especies de aves originarias de la isla mientras que EE.UU. tiene «menos de diez», los boricuas aprenderían a protegerlas porque «van a tener un significado especial». Puso como ejemplo la cotorra puertorriqueña, de la cual sólo queda una treintena de ejemplares en libertad, y que sufrió las consecuencias de la desforestación de los grandes árboles de la costa con la colonización, lo que las relegó a las montañas de El Yunque, donde las lluvias no le permiten un desarrollo óptimo. La especie que corre más peligro de extinción en la isla después de la cotorra es el guabairo, que como sólo anida en el suelo y que casi desaparece con la introducción de mangostas jamaicanas que se realizó para acabar con las ratas en las plantaciones de caña. En Cuba, sin embargo, la cotorra autóctona goza de mejor salud, pero «perdió su guacamayo, una chulería que se extinguió hace un siglo» por la tala de los grandes árboles con huecos que necesitaban para anidar, pero sobretodo, porque era tan hermoso que se puso de moda como mascota. Cuba, República Dominicana y Puerto Rico conservan sus propios papagayos que evolucionaron de manera distinta por la distancia entre las islas, siendo el sanpedrito boricua el más original de todos: «ningún ave en todo el hemisferio se parece al sanpedrito». Raffaele aseguró que la situación de las aves en todas las islas caribeñas es parecida, pero con sus características propias. El país caribeño más perjudicado por el hombre es Haití, totalmente desforestado, pero «hay buenas noticias», porque comparte isla con República Dominicana, que ha conservado los bosques, donde consiguieron refugio las aves haitianas, finalizó. ie |