Niño ruso genera escándalo judicial y pelea internacional

31.10.2004 
P.RICO
Niño ruso genera escándalo judicial y pelea internacional
Por Iñaki Estívaliz San Juan, 31 oct (EFE).- La custodia del niño ruso Arnas Gaurilcikas ha provocado un escándalo en Puerto Rico que llevó a la apertura de una investigación y la destitución de altos funcionarios judiciales, además de una pelea legal entre Estados Unidos y Rusia. La jueza Maritza Ramos, ex administradora del tribunal del distrito
puertorriqueño de Carolina, fue destituida recientemente y afronta un proceso legal por influir sobre otros funcionarios para conseguir adoptar al niño, a pesar de que su familia lo reclamaba desde Lituania, donde nació el menor.
A dos juezas del mismo tribunal se les imputan actuaciones irregulares en el caso, mientras que dos abogadas, una trabajadora social y dos supervisoras del Departamento de Familia han sido suspendidas de empleo por favorecer a Ramos en su empeño por adoptar al niño.
La rocambolesca historia comenzó cuando la madre del menor, Irina Romanova, conoció por internet en 1998 al estadounidense Jimmy Smith, lo que inició una relación tormentosa que acabó con el hijo de ella abandonado en un limbo legal en Puerto Rico que requirió la intervención de las autoridades de EEUU y Rusia.
En 2001 la pareja se instaló en Puerto Rico, donde contrajo matrimonio, y seis meses después llegó a la isla el niño, que entonces tenía 7 años.
La madre, que ya había tenido problemas de salud mental en Lituania y tras una más de sus numerosas peleas conyugales, prendió fuego a la residencia familiar, por lo que se le quitó la custodia del menor, del que se hizo cargo el Departamento de Familia, y ella fue internada en un centro psiquiátrico.
Smith supuestamente llegó a un acuerdo con el juez que lleva el caso para que no presentara cargos contra la mujer a cambio de que ésta volviera a Lituania.
Tres meses después, Romanova abandonó Puerto Rico sin su hijo y sus padres comenzaron una cruzada para que el niño regresase a la república ex soviética.
Al mismo tiempo, la jueza Ramos comenzó a hacer gestiones para adoptar al menor, y los gobiernos ruso y estadounidense intervinieron.
Mientras la embajada de Rusia reclamaba que la patria potestad del niño tenía que ser administrada por su gobierno, los departamentos de Familia y Justicia de Puerto Rico se ocuparon del caso como si se tratara de un ciudadano estadounidense.
En junio de 2003, la juez Ramos se llevó al niño a su casa, y a pesar de los intentos de los abuelos por conseguir la custodia del menor, el Departamento de Familia inició el proceso para darlo en adopción.
Este ministerio informó de que ignoraba las gestiones realizadas desde Lituania y que lo único que sabían de la familia del niño es que la madre escribía cartas contradictorias en las que lo mismo lo reclamaba, que negaba sentirse capacitada para educarlo.
Las autoridades convocaron una reunión entre los servicios de inmigración de EEUU y la embajada de Rusia en la que se le pidió a la familia del menor en Lituania que presentase un estudio socioeconómico que garantizase las necesidades del niño.
Mientras, el tribunal de Carolina, que Maritza Ramos administra, declaró al menor dependiente de esa corte y prohibió su salida de Puerto Rico.
El informe en el que se certifica que la familia está en condiciones para hacerse cargo del niño se presentó, pero el Departamento de Familia negó haberlo recibido.
La abuela del menor, sin saber una palabra de español o inglés, viajó a Puerto Rico para reclamar al niño, pero regresó a Lituania con las manos vacías.
Unos días más tarde se llevó a cabo un espectacular operativo entre diferentes agencias gubernamentales, que rodearon la vivienda de la jueza para quitarle el niño a Ramos.
La jueza llegó a esconder al menor en un dormitorio, y exigió una orden judicial. Se movilizó de nuevo a las autoridades puertorriqueñas hasta que un juez dictó una orden ya entrada la madrugada.
El 21 de febrero de este año, Arnas Gaurilcikas regresó con su abuela a Lituania. Ese mismo día, el Tribunal Supremo de Puerto Rico anunció el inicio de una investigación contra Ramos.
La cónsul honoraria de Rusia en Puerto Rico, Anastasia Kitsul, dijo a EFE que «respetamos la forma en la cual el gobierno local ha llevado a cabo el caso», e informó de que el niño, que ahora tiene 10 años, se encuentra perfectamente reintegrado a su familia y en su escuela de Lituania.

Alfombra roja para recibir a «Tito» Trinidad en La Fortaleza

09.10.2004 
Alfombra roja para recibir a «Tito» Trinidad en La Fortaleza
Por Iñaki Estívaliz San Juan, 8 oct (EFE).- El boxeador e ídolo nacional Felix «Tito» Trinidad recibió hoy en La Fortaleza un reconocimiento de la gobernadora, Sila Calderón, por su labor como deportista. Trinidad, que venció el sábado pasado al nicaragüense Ricardo Mayorga en Nueva York, llegó a la residencia de la gobernadora casi una hora más tarde de la hora prevista conduciendo él mismo un vehículo «Hummer», de color verde, acompañado de su mujer, Sharon, y su madre, doña Irma.
Sobre una alfombra roja, tendida en su honor, el boxeador firmó autógrafos y se dejó fotografiar con quien se lo pidió, sin dejar de sonreír y levantar el puño.
«Tito que me pongo a llorar, que lloro», repetía nerviosa una niña mientras Trinidad le firmaba una bandera de Puerto Rico.
La ceremonia fue inaugurada por el secretario de Recreación y Deportes, Jorge Rosario, quien dijo del boxeador boricua: «Es un joven héroe puertorriqueño que nos ha enseñado a ver boxeo y que ni él sabe el fenómeno social que ha producido».
«Las puertas de La Fortaleza se abren para ti del mismo modo que se abren las puertas de los corazones de todos los puertorriqueños», continuó Sila Calderón.
La gobernadora reconoció «la disciplina, la constancia, la tenacidad y la valentía» del púgil, pero también su calidad como persona. «Por tu forma de ser todos creemos que somos amigos tuyos», subrayó la mandataria.
Calderón quiso extender el reconocimiento a toda la familia de Trinidad «porque los niños no nacen de la grama», dijo. Luego pidió una aplauso para la esposa del boxeador, Sharon, y agradeció «los riquísimos caldos» que cocina la madre del púgil, Doña Irma.
«Mientras Dios me dé salud, lo daré todo por mi familia y por el pueblo de Puerto Rico, siempre daré lo mejor de mí porque estoy súper orgulloso de ser puertorriqueño», dijo Trinidad, quien regaló un guante de pelea a la Gobernadora.
«Usted (a Calderón) me ha contado que su papá le enseñó a boxear cuando era pequeña, pues aquí tiene la derecha», le indicó Tito a la mandataria entre las risas de un gran número de jefes de agencias estatales allí congregados. Acto seguido, Calderón se lo puso y bromeando le propinó un derechazo al boxeador.
«Si me lo hubieran dado hace 10 años ahora sería presidenta de Estados Unidos», dijo la gobernadora entre risas en un momento en el que pensaba que la prensa no estaba escuchando.
En el guante se podía leer: «A la honorable Sila Calderón, con todo mi respeto, de su campeón, Tito Trinidad».
En una recepción posterior al reconocimiento, Trinidad, quien consideró que no ve oportuna una revancha con el nicaragüense Ricardo Mayorga, reconoció que «la gente del boxeo no se esperaba que la pelea con Mayorga fuese tan grande, que lo fue realmente por el recibimiento que la gente de Puerto Rico me hizo».
Trinidad indicó que se encuentra en plena forma. «No salí maltrecho ni hinchado de la pelea», dijo, pero reconoció que está un poco cansado por el ajetreo del recibimiento y los reconocimientos con los que el pueblo boricua le está agasajando. Luego anunció
que en unos pocos días volverá al gimnasio.
El púgil eludió dar el nombre de su futuro contrincante, y aclaró que su padre, que no pudo asistir a la ceremonia, y él deben discutirlo con su promotor, Don King, porque quizá tengan intereses diferentes.
«Todo Puerto Rico y mucha gente de la familia está esperando que pelee con Hopkins, lo que será mucho más grande que lo que ha pasado en el país tras la pelea con Mayorga», dijo a EFE doña Irma, la madre de Trinidad.
El querido boxeador tuvo tiempo incluso para opinar de la actual huelga que enfrenta a los empleados de la corporación estatal Autoridad de Acueductos y Alcantarillados con la patronal. «Me siento mal por lo que está pasando y les exhorto a que encuentren la paz», afirmó el púgil boricua.