Usher no defrauda en el Coliseo de Puerto Rico

05.03.2005
P.RICO-MUSICA
Por Iñaki Estívaliz San Juan, 5 mar (EFE).- El Coliseo de Puerto Rico, inaugurado en agosto de 2004 como una de las arenas más modernas de toda América, recibió al «hiphopero» melódico Usher en un concierto en el que hubo hasta fuegos artificiales que estallaban entre las vigas del techo.
Nadie quedó defraudado del concierto que en el coliseo José Miguel Agrelot ofreció el «ujier» en la noche del viernes, incluida Melissa, una joven del pueblo de Naranjito que lo único que esperaba de la velada era que el artista exhibiera sus abdominales.
La boricua quedó complacida cuando el bailarín superdotado de Tennessee se partió la camisa a jirones al interpretar el tema «You Got it Bad».
Pero la fiesta comenzó una hora y media antes del concierto de Usher, cuando saltó a la tarima la estrella del «reggaetón» boricua Daddy Yankee, quien presumió de haber vendido más de un millón de copias de su último disco.
El artista interpretó cinco canciones que levantaron al público de sus asientos desde que salió de entre bastidores, entre ellas, como no podía faltar, «La gasolina».
En el «Choliseo» -como se le conoce popularmente-, cuyo público era mayoritario de mujeres con las espaldas desnudas y los escotes generosos, no cabía ni un alfiler y el auditorio explotaba en aplausos, incluso cada vez que aparecían los presentadores de la cadena Showtime, que retransmitirá hoy el concierto en diferido.
Del escenario, de múltiples niveles, surgían elevadores a diestra y siniestra, grúas que colgaban a los bailarines, plataformas móviles que desplazaban al cantante y estrellas consagradas como Beyoncé Knowles, que con un vestido minimalista bailó, rezumando erotismo, con Usher el tema «Bad Girl».
El cantante y su cohorte de bailarines, ejecutando una coreografía excitante, cambiaron de vestuario en cada canción y la música sonó impecable.
Y a los gritos ensordecedores de las fanáticas se unió el público masculino cuando el artista apareció vestido con la camiseta de la selección boricua de baloncesto, con el numero siete y el nombre de Arroyo impresos en la espalda.
«¡Puerto Rico… Hey!, ¡Puerto Rico… Hou!» repitió Usher varios minutos, intercalándolos durante el tema «Yeah!» y corriendo por el escenario acompañado de Daddy Yankee, que había regresado a la tarima para la exaltación nacional.
El momento más caliente de la noche sucedió cuando del escenario surgió un cómodo sofá y el artista subió a la tarima a una joven, a la que agasajó interpretándole el tema «Burn», le regaló flores y simuló echársele encima.
En la arena disfrutaron del espectáculo numerosas personalidades del mundo artístico, como el actor Braulio Castillo hijo; la presentadora Yizette Cifredo y su novio, el salsero Michael Stuart, quien dijo a EFE que Usher era un «caballete» (lo máximo) del baile y la canción.
La diva Ednita Nazario, que vino expresamente desde Miami (EEUU) para el concierto con su hija, quien estaba acompañada del hijo de Gilberto Santa Rosa, aseguró a EFE que era fanática de Usher desde que comenzó, y calificó el concierto de «fabuloso», «genial» y «soberbio».
«Usher tiene un talento natural y verdadero, sin duda es el rey del pop del momento. Sé que ha trabajado bien duro para estar ahí y es un bailarín sensacional con un estilo propio muy cuidado», manifestó a EFE Nazario, quien en noviembre sacará un nuevo disco.

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