03.04.2007 | |
P.RICO-BOSQUE Cambian oficialmente nombre de bosque lluvioso «El Yunque» Iñaki Estívaliz San Juan, 3 abr (EFE).- El Bosque Nacional del Caribe, hábitat de una de las aves más amenazadas del mundo, la cotorra puertorriqueña, se llama ahora, por orden del presidente de EEUU, George W. Bush, como los boricuas lo han conocido toda la vida: «El Yunque». Bush firmó el lunes una orden ejecutiva que formaliza el cambio de nombre de ese bosque, que al encontrarse en Puerto Rico, Estado Libre Asociado (ELA) a EEUU, es la única selva tropical bajo administración del Sistema Nacional de Parques estadounidense. El promotor de la idea, Pablo Cruz, supervisor de la reserva que desde hoy se llama Bosque Nacional de El Yunque, y director del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de EEUU en Puerto Rico, aseguró a Efe que con la medida «se devuelve al pueblo el nombre autóctono del área». Cruz explicó que El Yunque es el bosque del sistema de EEUU con mayor biodiversidad, aunque es el más pequeño de todos, y aloja 240 especies de árboles nativos. Este bosque fluvial recibe un millón de visitantes al año y allí se fundó la dasonomía, ciencia que estudia el manejo y la conservación de bosques, aseguró Cruz. Además de ser el punto de mayor pluviosidad de todas las antillas, fue la primera reserva natural establecida en el continente americano cuando el rey español Alfonso XII lo declaró como tal en 1876 «porque la corona necesitaba reservas de madera para reparar los barcos que cruzaban el Atlántico». «Estamos súper contentos. Le hemos devuelto al pueblo el nombre autóctono del área. Todo Puerto Rico debe estar orgulloso», expresó Cruz, quien administra un presupuesto para la conservación de El Yunque de cinco millones de dólares anuales. Por su parte, Ignacio Barsottelli, presidente de la asociación Yo Limpio a Puerto Rico, que desde hace 17 años colabora con el Servicio Forestal de EEUU en la protección del ecosistema del bosque lluvioso, manifestó a Efe que «es lo que hacía falta hacía años». Para el ambientalista, oficializar el nombre con el que los boricuas conocen el bosque «le da más puertorriqueñidad» y va a permitir que, por ejemplo, la gente que busque información sobre ‘El Yunque’ va a encontrar más documentos valiosos identificados con esa entrada que con la de ‘Bosque Nacional del Caribe’. El Yunque es el principal hogar de la cotorra puertorriqueña («amazona vittata»), que casi se extingue si no hubiera sido por los esfuerzos para recuperarla y que es un tipo de cotorra pequeña, con un borde blanco alrededor de los ojos y una franja roja sobre el pico. Llamada por los indios taínos como Iguca, la cotorra boricua anida de enero a junio y escoge los huecos en los arboles maduros para poner de dos a cuatro huevos. «Es fiel con su pareja, sólo tienen una en la vida. Come semillas, frutas y hojas de palma |
de sierra… y puede escuchar hasta dos kilómetros de distancia», explicó Barsottelli. El ambientalista subrayó que «son animales silvestres, no mascotas», que «se asustan con facilidad» y que están siendo muy perjudicadas por las especies exóticas que se están introduciendo en el ecosistema. El Yunque se encuentra a unos 50 kilómetros al este de San Juan y la temperatura oscila normalmente entre los 25 grados centígrados en las zonas bajas y los 18 en las altas y los habituales aguaceros son cortos y de gran intensidad. Se pueden encontrar 50 especies de orquídeas nativas, 150 especies de helechos, árboles de hasta 1.000 años de edad, como el palo colorado, 120 especies de vertebrados, ocho tipos de lagartos, varias especies de culebras y 12 especies de ranas autóctonas. Hay 66 especies de aves, entre ellas, el carpintero de Puerto Rico, el guaraguao, el Julián Chiví y el zumbador. Los indios taínos creían que en los picos nubosos de La Sierra de Luquillo vivía Yuquiyú, el dios del bien, que los protegía, pero los españoles confundieron el nombre y lo llamaron Yunque. En 1976, la Organización de Educación Científica y Cultural de las Naciones Unidas (UNESCO) bajo el Programa el Hombre y la Biosfera lo proclamó la primera Reserva Biosférica Internacional en Puerto Rico. |