22.09.2008 | |
P.RICO-CRISIS FINANCIERA Crisis financiera en EE.UU. afecta a Puerto Rico para mal y para bien Iñaki Estívaliz San Juan, 22 sep (EFE).- La crisis en los mercados financieros de EE.UU. afectará también negativamente a la economía de Puerto Rico, en recesión ya desde hace tres años, aunque es posible se beneficie de las medidas que se adopten para paliar los problemas. Expertos consultados por Efe en la isla coincidieron en que, hablando de economía, «cuando EE.UU. estornuda, a Puerto Rico le da una pulmonía», frase que sirve para |
explicar tanto las influencias negativas como las positivas. Dado que la economía puertorriqueña está en recesión desde hace tres años, el mercado local comenzó a adoptar medidas correctivas desde entonces y sus bancos y financieras afrontarán la crisis actual con cierta ventaja, por lo que es posible que se beneficien de las decisiones que se tomen en Washington y Nueva York. Según el presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, José Julián Álvarez, todo lo que sucede en EE.UU. tiene «un efecto multiplicador» en Puerto Rico porque la economía del Estado Libre Asociado (ELA) «depende tradicionalmente» de la estadounidense. «En la medida de que el dólar sigue perdiendo su valor, a nosotros los puertorriqueños nos cuesta más adquirir bienes y servicios en el mercado internacional», explicó Álvarez. Pero, por otra parte, «cada vez que el Gobierno federal se mueve para dar alivios, éstos nos llegan a Puerto Rico», indicó recordando los últimos 1.500 millones de dólares que EE.UU. envió al país caribeño este año para repartir entre los contribuyentes en la isla como medida de estímulo económico. La inyección de 85.000 millones de dólares a la que se comprometió la semana pasada la Reserva Federal para rescatar a AIG, aunque no fuera necesaria en la isla porque aquí la aseguradora «goza de buena salud», servirá en el país caribeño para «fortalecer aún más» el mercado financiero local. Puerto Rico tiene unos problemas propios que no están relacionados con la reciente crisis de Wall Street, aunque «increíblemente», las medidas adoptadas por el Gobierno federal «han beneficiado y fortalecido nuestro sistema bancario», sostuvo Álvarez. El presidente de la Cámara de Comercio defendió que para mejorar la economía boricua es necesario bajar las tasas contributivas y «bregar con nuestra propia crisis fiscal» reduciendo «las regulaciones innecesarias» para atraer «dinero fresco reduciendo los costos de hacer negocios en Puerto Rico». Por su parte, el presidente de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión, indicó que la crisis tendrá una repercusión limitada en Puerto Rico, que afectará a las instituciones que hayan invertido en Lehman Brothers, «que no creo que sea mucho», indicó. Carrión dijo que en la medida de que en EE.UU. hay un «problema de liquidez», en Puerto Rico habrá «menos dinero disponible» y «posiblemente» la financiación de los préstamos será «más cara» y no tendrá «un impacto mayor». Pero los problemas principales que afronta la economía de Puerto Rico son «auto-infligidos» por un clima de inversión desfavorable creado por «un mensaje que confunde». De este mensaje confuso sería responsable el Gobierno de Puerto Rico, que, por un lado, «diligentemente» aprobó un crédito para compra de viviendas que habría estimulado de manera «eficiente» el mercado inmobiliario, pero por otro lado, incrementó las tarifas notariales para las hipotecas. Del mismo modo, por un lado se aprobó una ley de incentivos para la inversión que puede tener un efecto positivo en la economía, pero por otro, «hay que esperar el reglamento (que regule la aplicación de la ley) y que todavía no ha salido». Así que para Carrión lo importante es que se envíe un mensaje claro al inversionista para que sepa que el país es «un sitio donde se puede invertir y no le van a cambiar las reglas del juego». Otro de los factores que perjudican la inversión en la isla es la falta de estadísticas y datos oficiales sobre indicadores económicos que, «en ocasiones, por cuestiones políticas, no están disponibles, sobretodo cuando no son favorables» al Gobierno de turno. Para el vicepresidente de la Asociación de Industriales de Puerto Rico, William Riefkohl, la actual crisis financiera «inevitablemente» tendrá un efecto en la isla. «Pero nosotros tenemos una (crisis) muy anterior, desde hace tres años», y ahora la preocupación principal es que Puerto Rico «se proyecte como competitivo», sostuvo. «Esta situación viene a complicar, a agravar una situación en Puerto Rico que ya estaba |
debilísima… y que lleva tres años en recesión», dijo Riefkohl, quien recordó que el Gobierno puertorriqueño ha tenido que «pedir prestado» para pagar la nómina de los empleados públicos. «La cautela hace que todo vaya más despacio» ahora, dijo el portavoz de los industriales, quien recordó que los actuales «horrorosos precios de la energía, una truncada reforma contributiva» y la implantación en 2006 de un Impuesto sobre las Ventas y Uso (IVU) del 7 por ciento tampoco han ayudado. «Hay que mejorar estas áreas para que esta ola no nos hunda», concluyó Riefkhol. |