Demócratas de P.Rico podrían jugar un papel decisivo en elecciones EE.UU.

08.02.2008 
ELECCIONES-P.RICO
Demócratas de P.Rico podrían jugar un papel decisivo en elecciones EE.UU.
Iñaki Estívaliz San Juan, 8 feb (EFE).- Aunque los puertorriqueños no pueden votar en la isla por el presidente de EEUU, al menos los superdelegados demócratas boricuas podrán tener un papel destacado en la elección del candidato demócrata a la Casa Blanca, que sería determinante si se dan algunas condiciones.
Tras el llamado «supermartes» de esta semana, las diferencias entre Hillary Clinton y Barack Obama son mínimas a la espera de la nueva cita electoral de mañana, sábado, en Luisiana, Nebraska y el estado de Washington.
Mientras tanto, en el Partido Republicano tiene prácticamente decidido a su candidato: John McCain.
Si continúa el empate los próximos meses, el candidato demócrata a la Casa Blanca
deberá decidirse a finales de agosto en la convención en Denver (Colorado), a la que los demócratas de Puerto Rico acudirán este año con 66 delegados y 7 superdelegados, una representación histórica y más numerosa que la de 28 estados.
El presidente del Partido Demócrata de EE.UU. en Puerto Rico, Roberto Prats, explicó hoy a Efe que este año los delegados demócratas puertorriqueños serán más que nunca porque el partido elevó en un 10 por ciento su número para que las primarias locales se celebrarán el primer domingo de junio y no se adelantarán.
«Eso, obviamente, ubica a Puerto Rico en una posición privilegiada al tener una musculatura política que no tenía antes», indicó Prats.
Agregó que la situación le «llena de orgullo» porque los boricuas podrían «decidir esta contienda», aunque «lo mas conveniente es que se escoja» al candidato «los más pronto posible».
El también copresidente del Concilio de Líderes Hispanos de la Campaña de Hillary Clinton explicó que «la historia ha demostrado que cuando el candidato demócrata se escoge en la convención, si los republicanos han elegido el suyo, como sucede con McCain desde febrero, los demócratas pierden las elecciones».
Que los demócratas no tengan todavía un claro candidato pone al partido «en una terrible desventaja» porque mientras Obama y Hillary siguen gastando recursos en las primarias del partido, el candidato republicano está recaudando fondos para las generales y «haciendo campaña sin oposición».
Si en junio continúa el empate, que podría romperse con un acuerdo entre Obama y Hillary en el que entre ellos decidan quien concurre como candidato presidencial, ambos deberían llegar a Puerto Rico a hacer campaña.
«Esa posibilidad es extraordinaria y llevaría a los candidatos a comprometerse con la salud, la educación y otros temas sobre Puerto Rico que si no fuera así, no lo harían», aunque Clinton sí que ha presentado medidas que favorecen a la isla, defendió Prats.
Para el veterano analista político en prensa, radio y televisión Juan Manuel García Passalacqua, con 40 años de experiencia, «la ironía es que una colonia de los EE.UU. pueda decidir quien va a ser el próximo presidente de los EE.UU.» si finalmente ganaran los demócratas.
García Passalacqua explicó hoy a Efe que el demócrata es el único partido en EE.UU. que, desde 1976, se constituyó como una corporación y que gracias a la intervención del entonces alcalde de Miami, el puertorriqueño Maurice Ferré logró que en sus estatutos se tratara a Puerto Rico «como un estado».
Si el empate entre Obama y Hillary continúa al llegar a la convención de agosto, como Puerto Rico vota después de los estados y si entonces todavía no se ha conseguido la mayoría absoluta que requieren los estatutos del partido, «los votos de Puerto Rico lograrían el cruce hasta la mayoría necesaria para la nominación».
Si se tiene que celebrar una segunda votación, esto obligará a «una negociación inmensa con los delegados de Puerto Rico».
García Passalacqua, que aseguró que el ex presidente Bill Clinton tenía en su agenda visitar Puerto Rico en junio para hacer campaña por su esposa, dijo que el candidato demócrata nunca había salido de la convención de agosto desde que los puertorriqueños tienen la representación otorgada en 1976.
El presidente de la campaña de Clinton en Puerto Rico y presidente del Senado puertorriqueño, Kenneth McClintock, del Partido Nuevo Progresista (PNP), indicó hoy a Efe que aunque le «encantaría tener la mayor atención posible» por un decisivo rol de los delegados boricuas, entonces «el partido estaría en desventaja».
Indicó que, llegado el extremo, se realizará una «vigorosa campaña» local en favor de Clinton, pero que «el partido no se puede dar el lujo» de darle una «enorme ventaja» de meses al candidato republicano, por lo que se debería llegar a un acuerdo para conseguir un candidato demócrata antes de agosto.

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