10.04.2008 | |
P.RICO-BETANCES Presentan primeros volúmenes de las obras completas de Betances Iñaki Estívaliz San Juan, 10 abr (EFE).- Después de 30 años de investigación, académicos de Francia y Puerto Rico presentan hoy en San Juan los dos primeros volúmenes de las «Obras completas de Ramón Emeterio Betances» (1827-1898), considerado el padre de la patria puertorriqueña. Los profesores Félix Ojeda Reyes, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), y Paul Estrade, de la Universidad de París VIII, han recopilado durante más de tres décadas documentos dispersos sobre Betances en archivos de Francia, Italia, Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, España, República Dominicana, Cuba y Dinamarca. Ojeda Reyes aseguró hoy a Efe, antes de presentar esta noche los primeros dos libros de unas obras completas de 15 volúmenes que publicará hasta el 2014 Ediciones Puerto, que Betances «es la figura cumbre del patriotismo puertorriqueño». Pero «la grandeza de Betances radica en la multiplicad de facetas en las que destaca», |
precisó el historiador. Betances, nacido el 8 de abril de 1827 en Cabo Rojo, al suroeste de Puerto Rico, y que se doctoró como cirujano en París, «descolló como científico, oftalmólogo, salubrista, destacó en la literatura, escribió poesía e incluso una novela y también fue un extraordinario periodista». Fue desterrado en varias ocasiones de Puerto Rico por el gobierno español en la isla por sus ideas abolicionistas y sus reclamos de crear una confederación de países antillanos, y en Francia, donde participó en 1848 en la revolución que proclamó la II República, posteriormente fue «representante diplomático de la Cuba en armas». En Puerto Rico impulsó modernas prácticas para poner freno al cólera, fundó hospitales y sociedades secretas para reclamar libertades, entre ellas, una organización abolicionista clandestina que celebraba como principal actividad la que se conocía como «Aguas de Libertad». En ese acto, se compraba la libertad de los hijos de esclavos en el momento en el que eran bautizados en la catedral de Mayagüez. En 1867, desde su destierro en la isla de Santo Tomás, Betances publica su «Proclama de los Diez Mandamientos de los Hombres Libres» y organiza el fallido intento de derrocar al gobierno español en Puerto Rico conocido como «El Grito de Lares» de 1868. La sublevación fue rápidamente sofocada por los españoles, pero según Ojeda Reyes «no fue un fracaso». «Aun cuando ese movimiento se abortó y (Betances) no pudo llegar con las armas y muchos internacionalistas de la región, realmente ese movimiento no fue derrotado porque inmediatamente después se conceden libertades», explicó Ojeda Reyes. «Fue por esa derrota revolucionaria que se permite la abolición de la esclavitud, la autorización de los partidos políticos, la libertad de prensa», añadió el profesor de la UPR. La dispersión y la pérdida de gran parte de los documentos relacionados con Betances han retrasado tres décadas la publicación de estas obras completas. «El problema grave que ha tenido la investigación es que la mayoría de documentos y manuscritos de Betances se han perdido para la historia», explicó Ojeda Reyes. El profesor indicó que se tiene constancia de que Betances reproducía en Francia todas sus cartas y todo tipo de documentos en «libros copiadores», que llegaron a ser más de cien, pero de los cuales sólo se ha recuperado uno. En Cuba les permitieron a los investigadores microfilmar todos los documentos que se conservan sobre Betances y Estrade recopiló todo el material disperso en francés y que se ha traducido al castellano en la UPR. De los dos volúmenes que se presentan hoy, el primero recoge la obra médica y científica de Betances desde su tesis doctoral, que defendió en París en 1855 con el título de «Las causas del aborto», hasta sus trabajos sobre salud pública e higiene publicados en la prensa española. El segundo volumen recoge «los escritos íntimos de Betances», los dos testamentos que escribió en 1880 y 1898 y un epistolario que refleja su dolor por la muerte de su prometida, María del Carmen Henri, en 1859, de fiebre tifoidea. Betances murió en París el 16 de septiembre de 1898, a los 71 años de edad después de una larga agonía y casi en la miseria, pues incluso llegó a vender su equipo de cirujano para financiar movimientos revolucionarios en las Antillas. |