29.10.2007 | |
P.RICO-ARQUEOLOGÍA Arqueólogos denuncian mal manejo de importante yacimiento arqueológico Iñaki Estívaliz San Juan, 29 oct (EFE).- Un grupo de arqueólogos puertorriqueños mostró hoy su indignación por la manera en que una compañía estadounidense está trabajando en un yacimiento precolombino encontrado en el sur de Puerto Rico y que podría ser uno de los más importantes de toda la región del Caribe insular. El arqueólogo Raniel Rodríguez, quien mostró fotografías actuales del yacimiento durante |
una conferencia de prensa en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, en San Juan, aseguró que las labores que está llevando a cabo la compañía New South Associates son una muestra de lo que no se debe hacer. Según Rodríguez, la compañía contratada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. está «mutilando» el yacimiento con «su fetichismo por la maquinaria pesada». Insistió en que la empresa utiliza maquinaria pesada indiscriminadamente, sin control, sin planificación, «descontextualizando» el material arqueológico de una forma que «parece más la construcción de un McDonald’s». «Lo importante es la asociación de las piedras. Solas no nos sirven de nada», lamentó Rodríguez, quien aseguró que muchos artefactos y petroglifos encontrados en el yacimiento junto al río Portugués «no se han visto en ningún otro contexto» y podrían revelar información muy valiosa. El yacimiento «es único en el Caribe y va a ofrecer nuevas ventanas para entender nuestro pasado precolombino», diji el arqueólogo. Los hallazgos, que indican la existencia de un asentamiento indígena que se prolongó por un milenio hasta la llegada de los españoles, se encuentran en montículos sin clasificar y decenas de enterramientos y osamentas están sin protección y en una zona arcillosa. Después de las últimas lluvias «ahí lo que debe haber es una sopa de huesos», sostuvo. Los arqueólogos Diana López y Miguel Rodríguez, miembros del Consejo de Arqueología Terrestre, dependiente del Instituto de Cultura Puertorriqueña, anunciaron hoy que renunciarán a sus cargos si no se detienen los trabajos que se realizan ignorando sus recomendaciones. López explicó que desde el pasado enero, cuando se tuvo la primera noticia del hallazgo, exigieron sin éxito al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico toda la información relacionada al yacimiento, que se descubrió donde el Colegio de Ingenieros construye una represa. El 9 de octubre, después de que salieran a la luz pública nuevos «descubrimientos espectaculares», volvieron a realizar la petición, pero ante el «inexplicable silencio» del DRNA un grupo de arqueólogos del Consejo de Arqueología visitaron el lugar. «Observamos un área de desastre: amontonamientos de terrenos con artefactos por los lados, paredes y perfiles desplomados… ausencia de líneas de nivelación, escombros acumulados», describió. «Era visible el impacto destructivo de todo tipo de maquinaria usada indiscriminadamente o con una torpeza e irresponsabilidad que viola todos los cánones profesionales», sostuvo López, quien añadió que «tamaño disparate no puede encubrir… que toda la información de contexto se perdiera irremediablemente». Los arqueólogos denunciaron que el gobierno puertorriqueño no está haciendo valer la ley 112 sobre el patrimonio boricua, que establece que es el Estado Libre Asociado a EE.UU. el que tiene jurisdicción sobre las piezas arqueológicas por encima de cualquier interés federal. Lamentaron, además, que los arqueólogos responsables del proyecto, Chris Espenshade y Peter Siegel, no han informado sobre los trabajos, han realizado declaraciones contradictorias y ocultan datos además de haber mostrado poco respeto sobre los hallazgos. En el informe presentado por el Consejo de Arqueología Terrestre tras la visita al sitio se denuncia que los responsables del yacimiento no pudieron proveer ni planos, ni dibujos, ni fotos del proceso de excavación, como deberían haber hecho según leyes internacionales sobre patrimonio. Incluso, Espenshale reconoció que también había vestigios de la época colonial española que «no se documentaron» y que «se destruyeron» al remover la tierra con maquinaria pesada. «El arqueólogo aceptó que ya habían sacado del país artefactos y restos de esqueletos, pero no pudo precisar cuantos ni de qué tipo ni mostrar listas de control de empaque y s |
alida», indica el informe de los arqueólogos, que aseguraron que restos sacados del país se habían guardado en las habitaciones del motel de los trabajadores. Representantes de agencias del gobierno local y federal se reunirán mañana con los arqueólogos para tratar de encontrar una solución al problema de la conservación del yacimiento. |