El arte sirve de bálsamo a la falta de libertad a los presos independentistas

21.09.2007 CULTURA
P.RICO-ARTE
El arte sirve de bálsamo a la falta de libertad a los presos independentistas
Iñaki Estívaliz San Juan, 21 sep (EFE).- Algunos presos independentistas puertorriqueños encontraron en el arte una forma de hacer más llevadera la vida en la cárcel, de reafirmar sus ideales y de comunicarse con el exterior.
En el caso de Pablo Marcano, que inauguró esta semana en la sede de la Compañía de Turismo en San Juan una exposición para celebrar sus 25 años como pintor, el arte le brindó la posibilidad de «realizarse como ser humano en un medio inhóspito», explicó hoy a Efe.
Marcano no había agarrado un pincel antes de asaltar el 3 de julio de 1978 el consulado de Chile en San Juan para pedir la liberación de un grupo de presos nacionalistas boricuas y el cese de la venta de armas al gobierno de Augusto Pinochet «con las que se estaba masacrando al pueblo chileno».
El hoy cotizado pintor fue condenado entonces a 12 años de cárcel de los que cumpliría siete, durante los cuales convirtió «la prisión en una trinchera de lucha, en un espacio de afirmación, en un lugar propio para la libertad y la construcción de la libertad misma» gracias al arte.
Marcano llegó «al arte a través de la experiencia política de la prisión» de la mano de uno
de los clásicos de la plástica puertorriqueña, Carlos Irizarry, quien, al contrario que su discípulo, «llegó a la prisión a través del arte».
Irizarry, autor de algunas de las obras pictóricas más reconocidas del arte boricua como «La transculturación del puertorriqueño», había sido condenado por hacer llegar una supuesta «nota explosiva» al capitán del avión en el que viajaba de Nueva York a San Juan.
En la nota pedía también la excarcelación de los presos nacionalistas que habían cumplido 25 años tras las rejas por asaltar el congreso de EE.UU. en 1954 donde resultaron heridos varios legisladores.
La condena hubiera sido de no menos de 20 años, pero su abogado alegó que lo que había realizado Irizarry se trataba de una obra conceptual.
El abogado llegó a un acuerdo con el juez amenazándolo de que convocaría, entre otros, al pintor Salvador Dalí como testigo de la defensa, que se iba a plantear «como una obra de teatro para continuar con la obra conceptual».
«El juez no quiso pasar la vergüenza» de tener en la sala a artistas internacionales debatiendo sobre el arte conceptual y dejó la sentencia en cuatro años, aseguró hoy a Efe Irizarry, quien cuando coincidió con Marcano en una cárcel de Nueva York exaltó su figura en un retrato y comenzó a enseñarle a pintar.
«Esa iniciativa inmortalizante fue la que creó a este niño, a este joven y a este anciano pintor», dijo Marcano, quien subrayó el hecho de que su obra cuelgue ahora de las paredes de la que fue la prisión en la que cumplieron condenas poetas, pintores y líderes independentistas como Pedro Albizu Campos.
La antigua prisión «ahora sirve de espacio para darles un beso en la frente a todos y cada uno de ellos a través de una obra que en esencia recoge lo mejor de nosotros mismos».
«Ese lugar, de ser un rincón en el que se quiso reducir el derecho a la autodeterminación de nuestro pueblo, hoy es una ventana al mundo, hoy ese espacio recoge la voluntad de hermanarnos con todos los pueblos del mundo», sostuvo Marcano, cuya obra «celebra la vida, la dignidad y la capacidad de soñar».
La exposición de Marcano, dedicada a Irizarry, se exhibirá próximamente en Nueva York y viajará luego a España, donde se presentará en Zafra, Málaga y Córdoba.
Otros boricuas que continúan presos por su relación con la lucha independentista y que descubrieron en el arte un bálsamo a la falta de libertad son Carlos Alberto Torres y Oscar López Rivera, cuya exposición itinerante «Sin mucho espacio» ha viajado por EE.UU., Puerto Rico y llegará próximamente a Latinoamérica.
«El arte es la fuerza mayor que puede liberar a uno», explicó a Efe el pintor Elizam Escobar, quien cumplió 20 años por su vinculación a la lucha armada independentista.
«La prisión como sistema es un lugar bien obsceno en el sentido de que la privacidad no existe, hay una imposición constante, tienes que cumplir con cuestiones en las que uno no cree», dijo Escobar, quien vio como el arte «salvó a muchos presos de un montón de cosas».
«Si hubiese verdaderamente la intención de rehabilitar, un programa de arte sería una de las cosas más efectivas», defiende Escobar, quien asegura que el arte facilita el contacto con el exterior, «es una forma de llevar la prisión a fuera o por lo menos el espíritu de resistencia».
«En el caso nuestro de los luchadores independentistas es una forma de expresar el espíritu combativo, que aún en la prisión seguimos luchando por el ideal», dijo este maestro de Artes Plásticas para quien «el arte es como el límite de la libertad».

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