23.11.2006 |
P.RICO-NAVIDAD Comienza la Navidad más larga del mundo en isla caribeña Iñaki Estívaliz San Juan, 23 nov (EFE).- Los puertorriqueños presumen de que en la tropical isla caribeña -donde sólo hay dos estaciones: verano y Navidad- se celebran las pascuas más largas del mundo, que comienzan hoy con el pavo de Acción de Gracias y acaban a finales de enero con las fiestas de la calle San Sebastián. Durante unos dos meses, los boricuas aprovechan para compartir lechón con arroz con gandules (legumbre), pasteles (rellenos de masa de plátano o yuca) y morcilla, que acompañan bebiendo coquito (ron con leche de coco) y con postres como tembleque, majarete y más ron, que si es de pitorro (casero), mejor. Se cantan villancicos originales y los típicos españoles, pero en lugar de seguir el ritmo con una labrada botella de anís, lo hacen con cencerro, güiro y maracas, y vestidos con pantalones cortos y camiseta. Para el fundador del Centro de Estudios Avanzados y del Caribe, Ricardo Alegría, que a sus 85 años sigue en su oficina reivindicando la cultura puertorriqueña, la celebración de unas navidades tan extensas es muestra del «acto heroico de cómo hemos mantenido el español a pesar de estar subordinados al monstruo de EEUU». Aunque la celebración de Acción de Gracias proviene de la cultura anglosajona, son las tradiciones heredadas de España las que hacen de la puertorriqueña la Navidad que hoy es. En Puerto Rico se celebra la Misa del Gallo y el Día de los Inocentes, el 28 de diciembre, en el pueblo de Hatillo las máscaras -de influencia canaria y africana- hacen maldades representando a los soldados de Herodes que perseguían a los niños. «España trajo un cristianismo que era diferente al del resto de Europa por la presencia desde el año 711 de los musulmanes y todavía conserva costumbres medievales inspiradas en los evangelios apócrifos, como el nombre de los Reyes Magos, que no aparecen en la Biblia», dijo a Efe Alegría. «Se refleja en los altares sobrecargados de adornos y en los cristos sangrantes… con el cristianismo de EEUU las iglesias parecen hospitales», añadió. Aseguró que las pascuas boricuas son tan largas porque durante siglos los esclavos y los trabajadores pobres sólo tenían días libres y permiso para festejar si la Iglesia era la que los promocionaba. Si en el mundo anglosajón la Navidad concluye el 31 de diciembre, en Puerto Rico las parrandas y las trullas siguen recorriendo las haciendas cantando el aguinaldo más allá del seis de enero, pues luego vienen las octavas y después las octavitas. A principios de siglo llegó un comisionado estadounidense de Educación «con el propósito de acabar con el español» e intentó que hubiera clases el día de Reyes, lo que provocó protestas que lograron años después que se permitiera a los niños disfrutar de los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar. «El arte puertorriqueño refleja mucho las tradiciones navideñas. Antes las tarjetas de Navidad eran las comerciales de la nieve y Santa Claus, pero después de mucho esfuerzo |
se comenzaron a realizar aquí con escenas típicas puertorriqueñas», indicó Alegría. La lucha entre Papá Noel y los Reyes Magos de Oriente, que en Puerto Rico viven en el pueblo de Juana Díaz, se refleja en el cuento de Abelardo Díaz Alfaro «Santa Claus llega a La Cuchara», donde San Nicolás asusta con su llegada a unos niños que no lo entienden. A los «Santos Reyes Magos» se les venera hasta el punto de que se les hacen promesas, en fiestas que llegan a durar hasta tres días, a cambio de seguirles cantando toda la vida en actos familiares y populares. «Hace tiempo que llegué, tengo la boca seca y no me han dado de beber», dice una décima improvisada típica de Reyes en Puerto Rico, donde existe una palabra, «reyar», que describe el ir de casa en casa cantando, bebiendo y comiendo, lo que se hará sin parar hasta que concluyan las fiestas de la Calle San Sebastián el 21 de enero. «Nuestra historia por conservar nuestra cultura no ha sido fácil y por eso nos quejamos de que España no ha reconocido nuestra realidad», lamentó Alegría, quien denunció el abandono cultural de la antigua metrópoli respecto a Puerto Rico, frente a otros países latinoamericanos como la República Dominicana, Cuba o Venezuela. |