El legado de Casals abarca desde Ricky Martin hasta la salsa y el reguetón

09.02.2007  
P.RICO-FESTIVAL CASALS
El legado de Casals abarca desde Ricky Martin hasta la salsa y el reguetón
Iñaki Estívaliz San Juan, 9 feb (EFE).- Ricky Martin comienza hoy en Puerto Rico su nueva gira mundial, «Blanco y Negro», mientras que artistas de renombre internacional se dan cita en el Festival Casals que se celebra a partir de este fin de semana en honor al músico catalán, cuya influencia se deja sentir en el pop, la salsa y el reguetón.
Por toda la isla se celebran conciertos de los ritmos afrocaribeños autóctonos de «bomba» y «plena» y de la tradicional «trova» con su «seis chorreao», en los hoteles los turistas bailan salsa y en las discotecas se presentan promesas y artistas consagrados del ritmo del momento, el reguetón.
Para el curador del Museo Pablo Casals en San Juan, José Delannoy, la riqueza musical de la que Puerto Rico puede presumir hoy se debe en parte al legado que dejó el músico catalán que vivió en la isla desde 1956 hasta su muerte en 1973.
«En Puerto Rico, un país que ha desarrollado diversos géneros tropicales con una tradición ancestral, el elemento universal que representa la música clásica lo que ha venido es a apuntalar nuestro patrimonio cultural», indicó a Efe.
«Tenemos la ventaja de ofrecer al mundo un arcoiris musical en donde el elemento o el legado dejado por Pablo Casals vino a sentar las bases para la formación que estas nuevas generaciones están desarrollando», dijo.
El curador explicó que distintos programas educativos del Conservatorio de Música que Casals fundó en Puerto Rico han permitido a muchos músicos puertorriqueños tener una educación formal que han reflejado luego en las distintas músicas contemporáneas.
«Lo que cuenta es que todas estas generaciones han tenido una noción de que lo clásico es como el alfa, lo primero, aunque el resultado sea un omega en términos del producto final», explicó.
Casals fundó una serie de instituciones que han dejado en Puerto Rico un patrimonio
formal del que «cada puertorriqueño siente orgullo».
«Cuando nos referimos a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, al Conservatorio de Música o el Festival Casals, seguimos viendo un misticismo que sigue siendo la llama por la cual procurar lo que Don Pablo decía: la música es el lenguaje universal entre los seres humanos», aseguró Delannoy.
En el Festival Casals, que se celebra del 10 de febrero al 3 de marzo, participarán primeras figuras de la música clásica internacional, entre los que se encuentran Andreas Delf, Yoav Talmi, Piotr Anderszewski, Meira Farkas, Nina Kotova, Guillermo Figueroa, Giancarlo Guerrero y Measha Brueggergosman.
El curador del Museo Casals quiso destacar la presentación el próximo domingo del Conjunto de Prades, dirigido por Michel Lethiec.
En la villa francesa de Prades, al norte de Cataluña, Casals se exilió en 1939 tras el triunfo de Francisco Franco en la Guerra Civil española.
Allí funda el primer Festival Casals, que todavía se celebra, y en 1956 llega a Puerto Rico, de donde era oriunda la madre del músico, Pilar Defilló, hija de catalanes.
En seguida Casals comenzó a organizar en la isla el Festival que dirigiría hasta su muerte.
El entonces gobernador, Luis Muñoz Marín, «le convence para que se quede y organice con la ayuda del gobierno un festival de Prades en Puerto Rico. Había escuchado tanto el éxito que había tenido el festival de Prades que querían traer algo así».
Delannoy explicó que el de Prades «se había convertido en una capital internacional de la música clásica y querían que se repitiera una experiencia como esa en la isla».
El primer Festival Casals de Puerto Rico se celebró durante el verano de 1957.
En 1958 se crea por ley la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, «que en su origen estaba compuesta por músicos internacionales de EEUU, Europa y Latinoamérica», y en 1960 comienza a funcionar el Conservatorio de Música.
En el Museo Pablo Casals, en la Plaza San José del Viejo San Juan, se exhiben pipas del músico y útiles para limpiarlas, uno de sus violonchelos y un piano, certificados de estudios y reconocimientos internacionales, medallas, partituras originales y fotografías.
Además, una habitación recoge fotos y misivas del concierto que Casals ofreció en la Casa Blanca al presidente John F. Kennedy y su esposa, Jacqueline.

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