Publicado el 22 de noviembre de 202422 de noviembre de 2024 por adminSe me dispararon los niveles del síndrome del impostor cuando sentí un tironcito de la camisa a mi espalda, me volví, miré hacia abajo y una niña como de cuatro años me dijo con la sonrisa más hermosa del universo: “Thank you”. https://canamo.net/cultura/reportaje/fumando-porros-con-el-genocidio-en-los-talones