Lamentan que comida típica no sabrá igual sin el humo de la leña

15.09.2006   ABONADOS
PUERTO RICO-COMIDA
Lamentan que comida típica no sabrá igual sin el humo de la leña
Lamentan que comida típica no sabrá igual sin el humo de la leña iñaki Estívaliz Loíza (Puerto Rico), 14 sep (EFE).- Algunos puertorriqueños están consternados porque una normativa de Salud prohibirá cocinar con leña en los tradicionales kioskos del Terraplén, en Loíza (norte), lo que perciben como un atentado contra la idiosincrasia boricua.
«La gente viene detrás del humo porque esto es cultura», dijo a Efe Sonia Boria,
propietaria del friquitín «El cacique del Terraplén», y que desde hace 20 años cocina en un fogón de leña bacalaítos, pastelillos, alcapurrias, piononos y arroz con jueyes (cangrejos).
Probar estos manjares caribeños, a menudo demasiado grasientos, pero siempre sabrosos, a la sombra de un uvero de mar, al fresco de las olas cercanas bajo los cocoteros y conversando con la gente del pueblo, es un privilegio que a menudo se escapa de los paquetes turísticos de «todo incluido».
«Los sábados hago sancocho con carne y patitas, papas, calabaza, ñame y yautía, pero sin leña no se hacerlo», lamentó Boria, quien explicó que los indios cocinaban con leña y recomendó hacer el pionono «con plátano amarillo, que con una vueltecita en una hoja se le da la forma y se le echa carne o jueyes».
La oficina de Salud Ambiental del Departamento de Salud anunció que inspeccionará los chinchorros para asegurarse de que no se utilice leña, alegando que a menudo se usa madera desechada de construcciones, que ha sido pintada o tratada con químicos, lo que podría ser perjudicial para la salud.
Sin embargo, para Boria, quien lamentó que el Gobierno no hubiera instalado todavía el servicio eléctrico y sanitario en la zona playera del Terraplén, con el gas y la electricidad «no se avanza tanto como con la leña. Tú le metes leña al fogón y la cosa se hace sola».
La mayoría de las frituras que se ofrecen en los 21 kioskos del Terraplén se venden a uno o dos dólares y se necesita un tanque de gas al día para cocinarlas, lo que a los propietarios de los chiringuitos resulta prohibitivo.
Además, «nunca va a saber igual», reiteró la comerciante, mientras que un cliente del puesto, comiéndose un pincho de pollo con tostones (plátano frito), comentaba que sin el sabor a humo «se perderá parte de la poquita cultura que queda».
«Los turistas llegan aquí directos del aeropuerto para conocer lo más típico, y además, si no se hacen con leña, para eso me hago yo las alcapurrias en mi casa», dijo Pilar, otra cliente.
Para el alcalde de Loíza, prohibir la leña «es una idea descabellada, tardía, discriminatoria contra la tradición del pueblo de Loíza y contra los humildes comerciantes del Terraplén que obtienen el sustento para sus familias a través de sus negocios».
«En Piñones (área típica donde se encuentra el Terraplén) y otros sectores de Loíza toda la vida desde nuestros antepasados se han cocinado platos típicos con leña y esto nos hace especiales y hacen que nuestras comidas tengan un sabor típico de nuestro pueblo, por lo que es de locos venir ahora a decir que esto hace daño», dijo.
Para defender la tradición de cocinar con leña, el edil participará en las vistas oculares que 23 agencias estatales y el Odbusman de Puerto Rico celebrarán en los kioskos el próximo 23 de septiembre.
La secretaria de Salud, Rosa Pérez Perdomo, aseguró que un reglamento federal de 1995 prohíbe quemar madera tratada como combustible para calentar el aceite de freír.
Pero según publica el periódico El Nuevo Día en internet, «la sección señalada por funcionarios de Salud para sustentar la prohibición no está relacionada a frituras, sino a la confección de comidas ahumadas que entran en contacto directo con el humo de la leña».
Mañana, viernes, la organización comunitaria Alianza de Líderes Loiceños junto al alcalde de Loíza, celebrarán una conferencia de prensa para protestar por esta situación, pero también, por la amenaza contra su cultura que perciben en la construcción de otro gigantesco proyecto hotelero en sus costas.

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