05.09.2006 |
P.RICO-PIRATAS Gobiernos y aventureros pugnan por barcos piratas hundidos Iñaki Estívaliz San Juan, 5 sep (EFE).- Cientos de barcos piratas y naves de las armadas coloniales europeas permanecen bajo las aguas del Caribe, donde los gobiernos tratan de evitar expolios mientras que los aventureros buscan inversores para realizar las expediciones. A menudo, los pecios no contienen los tesoros esperados, pues las riquezas que guardaban en sus bodegas eran productos perecederos como alimentos, o que se deterioran con rapidez bajo el agua, como el cuero, explicó hoy a EFE el director del Consejo de Arqueología Subacuática de Puerto Rico, Juan Vera. Indicó que su institución investiga actualmente en los archivos históricos unos 400 barcos hundidos en las costas de la isla caribeña, pero aseguró que debe haber muchos más, porque los que estudian «son sólo los barcos oficiales y en estas agua había mucho tráfico de contrabando». Denunció que hay aventureros que solicitan los permisos de extracción para conseguir dinero de los inversores -que a veces aportan todos sus ahorros con la esperanza de que se multipliquen con un hallazgo-, y que después se gastan sin conseguir resultados. Uno de los aventureros que tuvo suerte fue Mel Fisher, quien después de 20 años de búsqueda encontró en los cayos de La Florida (EEUU), en 1985, los restos del galeón español Nuestra Señora de Atocha, hundido en 1622. «Las piezas las vendió en las casas de subastas y se calcula que por 400 millones de dólares; el galeón tenía mucho oro y plata», dijo Vera, quien explicó que las principales firmas internacionales se niegan a subastar ya monedas del Nuestra Señora de Atocha porque se duda de su autenticidad. Vera sostuvo que se cree que Fisher, quien murió sin aclarar el asunto, acuñó las monedas con la plata encontrada para aumentar los beneficios. En 1986, Fisher extrajo varios objetos de barcos hundidos en Vieques, isla al este de Puerto Rico, lo que provocó la creación de la Ley de Protección, Conservación y Estudio de los Sitios y Recursos Subacuáticos de Puerto Rico. Según esta regulación, el interesado en realizar una extracción debe presentar documentación histórica que identifique el hallazgo y demostrar que se llevará a cabo con rigor arqueológico. Desde hace 15 años, un grupo de integrantes de la Academia Puertorriqueña de Buceo Comercial reclama permiso para extraer los artefactos de un barco hundido en las costas |
de Aguadilla (oeste) que aseguran se trata de uno que capitaneó Francis Drake (1543-1596). Su descubridor, Efraín Acevedo, asegura que contiene artefactos arqueológicos como vasijas, armamento militar y hasta monedas de oro y plata que podrían tener un valor calculado de 900 millones de dólares, pero que el Gobierno se niega a dar el permiso para evitar compartir el 50 por ciento. Por su parte, Vera aseguró que no tiene «ninguna evidencia de que exista el tesoro de Drake», que había visto diferentes piezas extraídas del fondo pero sin especificar su procedencia y, sobre todo, que Acevedo no había solicitado la extracción formalmente como requiere la ley. «Para empezar, no hay ninguna evidencia que sostenga que hay unos pecios de Drake y la documentación histórica señala que es improbable», indicó. Para tener una mejor idea de lo que hay en esas aguas, Vera propone la creación de un museo del mar que se remonte al período precolonial, pues «los indígenas se movían por el mar y en el interior de la isla por los ríos». «Todos los barcos hundidos son patrimonio del pueblo de Puerto Rico y nuestra oficina tiene el deber de conservarlos y protegerlos», señaló. |