17.03.2008 | |
P.RICO-PINTURA Pintor puertorriqueño exhibe su historia del béisbol de Grandes Ligas Iñaki Estívaliz San Juan, 17 mar (EFE).- El pintor independentista Carlos Irizarry recorre en su última exposición la historia del béisbol de Grandes Ligas desde sus inicios en 1846, se detiene en la participación de los jugadores negros, incluye los últimos escándalos por dopaje y llega hasta la temporada de 2007. Reconocido por obras que han marcado un antes y un después en el arte boricua como «La transculturación del puertorriqueño», Irizarry utiliza en su «Historia del béisbol de las Grandes Ligas, 1846-2007» una técnica de medio mixto en base a fotografías históricas a las que transfiere capas de tintas sobre óleo y barnices. Precursor del arte comprometido y conceptual en la isla, Irizarry defiende haber puesto al servicio de la historia del deporte las técnicas más avanzadas de la plástica en cinco cuadros de dos metros por tres que se exhiben durante este mes en el Museo de las Américas del Cuartel de Ballajá, en el Viejo San Juan. «Desde niño fui fanático del béisbol», explica a Efe el artista, quien recuerda que su primera pintura fue una acuarela en la que se representó a él mismo como lanzador en un solar desierto: «soy pelotero por naturaleza, a parte de ser pintor». Irizarry disfruta explicando anécdotas sobre el béisbol a los visitantes de la sala. Los cuadros recogen imágenes de cuando se crea en 1846 el primer equipo profesional, los Knickerbuckers, que eran unos ejecutivos de Wall Street «que en los descansos de la jornada se iban a jugar a los parques cercanos». En 1919, Jackie Robinson se convierte en el primer negro contratado para jugar en la liga blanca firmando para Branch Ricky con los Dodgers de Brooklyn. En 1927 se celebró en San Juan de Puerto Rico un campeonato mundial de negros. Leyendas como Babe Ruth, Lou Gehrig, Joe Dimaggio, Ted Willians o Willie Mays transitan sobre los lienzos de Irizarry. Cuando los Mets de Nueva York ganaron la serie mundial en 1969, un grupo de fanáticos saltó al terreno de juego para recoger pedazos de grama como recuerdo: «yo estaba allí y fui uno de los que se tiró», recuerda Irizarry señalando uno de sus cuadros. En 1972, el puertorriqueño Roberto Clemente murió en la cumbre de su carrera cuando se estrelló el avión que había fletado para llevar ayuda a los damnificados de un terremoto en Nicaragua. El pintor afirmó señalando otra de sus obras que «la verdadera copa mundial fue la que se jugó en 2006 y que ganaron los japoneses». |
La exposición incluye también los últimos casos que han convulsionado el deporte desprestigiando algunos grandes peloteros por el uso esteroides como Barry Bonds y José Canseco, pero termina con un gran logro para Puerto Rico. En la última serie mundial de 2007 el jugador más valioso fue Mike Lowell, «un jíbaro de San Juan aunque se llame así», sonríe el autor. Pero aunque Irizarry diga que es «un pelotero por naturaleza» y que desde 2005 se entregó a la labor de investigar la historia del béisbol de una manera sistemática, su experiencia activa en el deporte se reduce a la que realizó mientras estuvo preso. En 1976 cumplió un mes en la cárcel, que se lo pasó jugando béisbol, por amenazar al presidente Gerald Ford (1974-1977) con «volarle la tapa de los sesos por organizar una cumbre de potencias económicas en Puerto Rico sin pedirle permiso al Gobernador, como si esto (Puerto Rico) fuese su finquita». En 1979, fue condenado a seis años de prisión por entregar un supuesto «mensaje explosivo» al piloto de un avión en el que exigía al presidente Jimmy Carter (1977-1981) que liberara a los nacionalistas puertorriqueños presos en cárceles de EE.UU. Estando en prisión en Miami organizó el equipo de los «Seniors Citizens», en el que jugaban los presos más veteranos, siempre les daban «pelas» y perdieron 40 partidos y ganaron uno. Por su carácter conciliador los presos lo nombraron árbitro para todos los partidos, y cuando fue liberado «hasta ahí llegó mi vida como deportista», reconoce. Irizarry nació en el pueblo de Santa Isabel (sur de Puerto Rico) el 26 de agosto de 1938 y cuando tenía 8 años su madre «emigró a Nueva York y me llevó con ella». |