22.04.2008 |
DÍA TIERRA-P.RICO Organización comunitaria logra integración en Red Iberoamericana de Bosques Iñaki Estívaliz San Juan, 22 abr (EFE).- La organización comunitaria Casa Pueblo, ganadora del premio ambiental Goldman en 2002, anunció hoy su integración en la Red Iberoamericana de Bosques Modelos con motivo del Día Mundial de la Tierra y en reconocimiento por su administración vecinal de los recursos naturales. Casa Pueblo mereció el Goldman por conseguir frustrar el desarrollo de un proyecto minero en las tierras de Adjuntas, en el centro de Puerto Rico, que hubiera acabado con un enclave de gran valor ecológico, pero sobre todo, por implicar a los vecinos en la administración de un ecosistema a través de la adopción de una estrategia sostenible. El principal propulsor de la iniciativa Casa Pueblo, Alexis Massol, explicó hoy a Efe que el nuevo «Bosque Modelo en las Tierras de Adjuntas» incluye unas 14.000 hectáreas de terreno que incorpora cinco bosques que ya están protegidos por ley en territorios de diez municipios del centro de la isla. Esta estrategia de desarrollo sostenible integra el paisaje forestal, los ecosistemas, las cuencas hidrográficas e incluso los terrenos privados de agricultores que llevan a cabo su trabajo implantando «planes de manejo inteligente y sostenible en sus fincas», que suponen el 90 por ciento de las tierras de Casa Pueblo. Los vecinos de Adjuntas, agrupados en Casa Pueblo, lograron evitar el proyecto minero en 1995. En 1996 consiguieron que se protegieran oficialmente esos terrenos designándolos como bosque, que en 1997 pasó a ser administrado por la organización comunitaria, y en 1999 lograron la aprobación de la Ley de Corredores Ecológicos. En 2004, los esfuerzos de Casa Pueblo se vieron recompensados además con la creación en Puerto Rico de un Fondo de Conservación que está dotado con 20 millones de dólares. La asesora de comunicación de la Red Iberoamericana de Bosques Modelo, Marie Eve Landry, explicó a Efe que esta organización impulsada por el Gobierno de Canadá agrupa 18 bosques de 11 países, mientras que la Red Internacional de Bosques Modelo incluye 50 enclaves de 20 países. Los miembros de estas redes intercambian información sobre «procesos de base social en los que grupos que representan a una diversidad de actores trabajan juntos hacia una visión común de desarrollo sostenible en un paisaje en el que el bosque juega un papel importante», explicó Landry. Para el hijo de Massol, Arturo, este intercambio de información es una buena herramienta para la solución de problemas, como cuando en la pasada temporada cafetera las plantaciones puertorriqueñas sufrieron por primera vez en su historia una plaga de broca a la que no se sabía cómo enfrentar por la falta de experiencia. Por otra parte, supondrá también un beneficio económico para la región contar con «la distinción adicional» que supone el sello de la red tanto a la hora de vender su café como a la de promocionar el turismo ecológico. Por otra parte, otra puertorriqueña recibió este mes el premio Goldman, considerado el Premio Nobel del ambiente. La ama de casa puertorriqueña Rosa Hilda Ramos lo consiguió por liderar la lucha de los vecinos de su pueblo, Cataño, en la Bahía de San Juan, contra la contaminación que causaban varias plantas de energía eléctrica. Ramos encabezó en los tribunales en la década de 1990 los reclamos de un municipio de unos 35.000 habitantes contra las emisiones contaminantes producidas por las |
plantas generadoras de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) y que concluyeron con una indemnización millonaria. Para Arturo Massol, que Puerto Rico haya conseguido en cinco años dos premios Goldman refleja dos fenómenos. Por un lado, que en el país suceden gran cantidad de conflictos ambientales, y por otro, que los puertorriqueños son «unos bravos» que con pocos medios y a través de movimientos de base comunitaria logran repetir periódicamente la hazaña bíblica de David y Goliat. |