Diferentes sectores critican estrategias de Fortuño para mejorar la economía

12.01.2009  ECONOMIA
P.RICO-ECONOMÍA
Diferentes sectores critican estrategias de Fortuño para mejorar la economía
Iñaki Estívaliz
San Juan, 12 ene (EFE).- La medidas para mejorar la economía de Puerto Rico anunciadas por el gobernador Luis Fortuño, quién tomó posesión del cargo el pasado día 2, y las recomendaciones de su comité de expertos, han encontrado ya la oposición de diferentes sectores de la sociedad boricua.
Algunos empresarios, miembros incluso del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), sindicatos, los partidos de la oposición, movimientos de izquierda y comunitarios temen que los platos rotos de la recesión económica puertorriqueña los acabe pagando la clase trabajadora en beneficio de las grandes corporaciones y los bancos.
Varios sindicatos y otras organizaciones comunitarias convocadas por la Coordinadora Sindical celebrarán hoy una asamblea para discutir y votar un documento y un plan de acción contra las medidas económicas propuestas.
La deuda pública de Puerto Rico, que entró en recesión en 2006, supera los 52.000 millones de dólares, el déficit presupuestario del gobierno asciende a los 3.200 millones y tanto la inflación como el desempleo superan el 12 por ciento.
Para tratar de mejorar la situación, Fortuño decretó el pasado jueves, en su primera orden ejecutiva como gobernador, un «estado de emergencia fiscal» en el Estado Libre Asociado (ELA) instando a todas las administraciones públicas a reducir sus gastos.
La orden promulga la «congelación de puestos vacantes» en el Gobierno, establece la «prohibición de crear nuevos puestos» públicos, la «eliminación de puestos de confianza» en un 30 por ciento y una significativa reducción de gastos en todas las administraciones.
Fortuño firmó la orden ejecutiva atendiendo las recomendaciones que le presentó su Comité Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal, integrado por 14 prominentes empresarios y economistas, y anunció que presentaría nuevas medidas al Legislativo.
El Senado y la Cámara de Representantes celebran hoy sus sesiones inaugurales tras las pasadas elecciones del 4 de noviembre en las que el PNP consiguió amplias mayorías en ambas cámaras.
Otras recomendaciones del Comité Asesor de Fortuño se refieren a establecer una moratoria en el cumplimiento de los convenios colectivos de los empleados públicos durante los próximos dos años.
También aconsejan los economistas implantar una nueva tasa contributiva a corporaciones, establecer una serie de impuestos sobre el tabaco, la gasolina, el alcohol y los teléfonos celulares y mejorar la forma de recaudar el Impuesto sobre las Ventas y Uso (IVU).
El portavoz de la Coordinadora Sindical, Luis Pedraza Leduc, aseguró hoy a Efe que las medidas recomendadas por el Comité de Fortuño «tienen una carga desproporcionada sobre la clase trabajadora», que será la que se verá más afectada por la moratoria de los convenios, la congelación de plazas y los nuevos impuestos.
Las medidas de Fortuño tendrán más «impacto» negativo en «las personas que en las corporaciones», mientras que «la crisis verdadera es de ausencia de trabajo, que las empresas privadas no están creando empleo para que los trabajadores tengamos dinero para mejorar la economía», sostuvo Pedraza Leduc.
Por otra parte, otras medidas recomendadas dirigidas a establecer una serie de
«alianzas público privadas» para mejorar los servicios del Estado tendrían como objetivo último el de privatizar las principales administraciones estatales, según el sindicalista.
Algunas de las sugerencias del Comité han sido cuestionadas incluso por legisladores del PNP como Migdalia Padilla o Antonio Silva o alcaldes del mismo partido, como el de Yauco, Abel Nazario, que esperan que algunas de ellas, como el arbitrio a la gasolina, se queden en eso, en meras recomendaciones.
Otra de las recomendaciones del Comité, respaldada por Fortuño, es despedir a 11.000 empleados públicos contratados después del 1 de julio de 2008, fecha desde la cual aplicaba una «veda electoral» prohibiendo esos contratos, y el propio secretario del Trabajo designado, Miguel Romero, ha cuestionado esa cifra.
El vicepresidente de la compañía telefónica T-Mobile, Jorge Martel, indicó que aprobar un impuesto a los celulares tendría «efectos nefastos en el consumidor puertorriqueño, al igual que tendrá un impacto a la economía, creación de empleos, y el desarrollo futuro de la industria de las telecomunicaciones».
Otra de las medidas anunciadas se refiere a realizar una nueva emisión de bonos del gobierno para poder pagar la nómina de los empleados públicos, lo que ha sido criticado por la oposición del Partido Popular Democrático (PPD), a pesar de haber sido un recurso recurrente de anteriores administraciones del propio PPD.
Por su parte, el que fuera candidato a la gobernación del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Edwin Irizarry, expresó su «preocupación» porque las recomendaciones del Comité «garantizarán el empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la población puertorriqueña».
Para el Movimiento al Socialismo, organización que incluye a una veintena de entidades, «se quiere solucionar la crisis encareciendo, empeorando o racionando servicios al más pobre, atacando salarios de los trabajadores y a costa del aumento en el desempleo, que redundar en una crisis social más profunda». EFE
ie/esc

Algunos reportajes de Iñaki Estívaliz sobre Puerto Rico

Cesáreas

Denuncian que mayoría de cesáreas que se realizan en P.Rico son innecesarias
22 de mayo de 2007

San Juan, 22 may (EFE).- Casi la mitad de las embarazadas en Puerto Rico da a luz por cesárea, lo que conlleva daños emocionales y físicos por tratarse de una cirugía que -a juicio de algunos especialistas- es innecesaria en la mayoría de los casos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que en sólo un 15 por ciento de los embarazos es aconsejable practicar cesárea, por lo que algunos expertos aseguran que en dos de cada tres nacimientos en Puerto Rico (16.000 al año) se realiza este procedimiento innecesariamente.

Mientras que en la isla caribeña el 47,7 por ciento de las madres da a luz por cesárea, en EE.UU. es el 20 por ciento y las autoridades han iniciado programas para reducir la cifra a la aconsejada por la OMS para el año 2010.

Ana Parrilla, investigadora de la Escuela de Salud Pública de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, explicó hoy a Efe que el principal problema es que a las embarazadas boricuas no se les informa de que pueden negarse a que se les practique la cesárea.

‘Sólo dan información sobre los análisis que tienen que hacerse y los costos de los servicios médicos, pero no dicen qué hacer para evitar una cesárea’, indicó Parrilla, quien explicó que uno de los factores que aumenta el riesgo de que haya que realizar una cesárea es la inducción del parto.

Parrilla es autora del estudio ‘Conocimiento, las actitudes y las experiencias del embarazo y el parto en un grupo de madres puertorriqueñas con parto por cesárea’ que recoge los testimonios de 111 mujeres a las que se les practicó cesáreas en el último año.

‘El médico se iba de vacaciones y yo estaba de 40 semanas’, ‘el médico sólo hace partos los miércoles’, ‘mi bebé venía con una vuelta de cordón’, son algunas de las razones que les dieron a las madres de la investigación.

‘Ninguna de estas indicaciones son motivos para inducir’, sostuvo Parrilla, asesora del catedrático José Gorrín, obstetra del Recinto de Ciencias Médicas.

Gorrín aseguró que ‘el parto ha dejado de ser algo familiar y un evento fisiológico natural’ en parte porque la comunidad está desinformada sobre los derechos de la mujer y del bebé a tener un parto humanizado.

Explicó que en Puerto Rico el 60 por ciento de los partos es inducido, seis veces más de lo que recomienda la OMS y lamentó que a menudo se utilice a conveniencia del médico.

‘Los obstetras siempre hemos querido que el parto sea de día y que no nos molesten de madrugada, pero el médico no puede organizar su trabajo en base a inducir partos’, sostuvo.

‘La inducción convierte el parto en una operación de alto riesgo y triplica la incidencia de cesárea, que lejos de ser una opción moderna, es una complicación y un peligro’, añadió.

Además de la comodidad del médico, están las razones económicas, pues ‘se gana lo mismo en una hora (cesárea) que en veinte (natural)’ y hasta hace algún tiempo se creía que al realizar cesáreas se evitaban posibles demandas.

Muchas de las participantes en el estudio que quisieron tener parto natural dijeron que las dejaron desatendidas y que las maltrataron hasta que optaron por la cesárea.

A ninguna le dejaron que estuviera presente un acompañante, la mayoría no vio a su hijo hasta un día después y no les permitieron dar el pecho en el hospital.

Gorrín asegura que la cesárea ‘condena a la mujer a sucesivas cirugías’, pues haber dado a luz por esta forma en Puerto Rico es motivo para evitar partos vaginales en futuros embarazos.

‘La formula que la naturaleza inventó para parir es mejor que la que nos hemos inventado los obstetras, aunque a veces hay que hacerla, pero sabiendo que se corre mayor riesgo para la madre y el bebé’, finalizó el médico.

Enrique Iglesias

Enrique Iglesias dice que la única droga que consume son los somníferos

10/07/2007

Iñaki Estívaliz San Juan, 10 jul (EFE)- El cantante español Enrique Iglesias aseguró hoy en Puerto Rico que «es adicto al trabajo», que disfruta de la soledad, que no bebe alcohol y que la única droga que consume son las pastillas para dormir.

En un encuentro con periodistas indicó que escribió las canciones de su nuevo disco, Insomniac, que considera el más completo de su carrera, aprovechando la falta de sueño que le ha acompañado toda la vida, y aseguró que el hecho de que lo comparen con su padre, Julio Iglesias, ya no le quita el sueño como antes.

Desde que comenzó su carrera, a los 19 años, el cantante ha vendido 40 millones de discos y la semana pasada se convirtió en el primer occidental en ofrecer un concierto en Damasco (Siria) en décadas y hoy se encuentra de promoción en San Juan.

El autor de «Experiencia religiosa» defendió que el éxito de su más reciente álbum, que es número uno actualmente en países como Polonia o India y que presentó el sábado pasado en el concierto «Life Earth» de Hamburgo (Alemania), se debe a que ha tenido «mucha suerte».

Enrique, de 32 años, indicó que está en una etapa de su vida en la que lo que le «da fuerza es el disco» en el que trabajó durante tres años limando «inseguridades», que son principalmente musicales, porque si en sus inicios le fastidiaba que lo presentasen como «el hijo de Julio Iglesias», ahora con eso no se «come el coco».

Explicó que tardó tres años porque no estaba satisfecho con el resultado y cuando creía que había acabado aparecía una nueva canción para incluir.

«Quería escribir muchas canciones y elegir las mejores, me volvía loco», declaró el artista, quien eligió los temas del disco entre 50 que compuso y en los que trabajaron 20 productores de distintos géneros musicales.

Nacido en Madrid y criado en Miami desde los ocho años, Enrique explica que trató de que las canciones no se vieran forzadas, porque «si no te lo crees la gente lo capta» y después, durante la promoción, «si no me satisface (el resultado del disco), me aburro, y dejaría el trabajo».

«Soy adicto al trabajo y me encanta mi trabajo», reiteró el intérprete.

Recordó que se independizó a los 19 años para vivir «una aventura a mi medida», lo que significó dedicarse a una carrera que requiere «24 horas al día siete días a la semana».

Durante el proceso sufrió el distanciamiento con la familia, pero «gané mucho» profesionalmente, dijo.

Antes de irse de casa, siempre estuvo «en el ojo público», pero defiende que se crió «como un chaval muy normal».

Sobre su relación de más de tres años con la ex tenista rusa Anna Kournikova, dijo que casarse «es una gran responsabilidad» y que se lo planteará «dentro de 30 o 40 años», bromeó.

Indicó que su novia lo «aguanta», aunque «es difícil aguantar mi itinerario» de promociones y conciertos y que es un hombre «complicado porque me gusta estar sólo, pero no soy difícil».

Aseguró que con su pareja «todos los días es una ocasión especial», aunque olvida los aniversarios y cumpleaños, reconoció.

«No me importa estar solo, siempre me ha gustado la soledad», insistió el artista, que se comparó con su hermano Julio José, «que tiene una novia de cinco años, rompe y a la semana tiene otra novia, necesita estar con alguien, yo no tengo miedo a la soledad».

Reconoció que de Puerto Rico le gusta el merengue de Elvis Crespo, pero sobretodo la playa «de arena blanca» de Flamenco, en la isla municipio de Culebra (este), que es «la playa más bonita del mundo».

La próxima semana rodará en Los Ángeles el vídeo del segundo sencillo del disco, «Alguien soy yo», que sacará luego del gran éxito conseguido con el primero, «Dímelo» y también está previsto que actúe en la gala de los Premios Juventud el próximo 19 de julio en Miami.

Ricky Martin

Ricky Martin quiere proteger a los niños de Internet

08/08/2007

Iñaki Estívaliz Caguas (Puerto Rico), 8 ago (EFE)- El cantante puertorriqueño Ricky Martin presentó hoy la campaña «Navega Protegido» para advertir a padres, niños y maestros de los riesgos de Internet y evitar que los más jóvenes puedan caer en las garras de pedófilos.

El intérprete de «Mi recuerdo» y «La vida loca» aseguró estar hoy «más motivado» que cuando habló ante el Congreso de EE.UU. o ante Naciones Unidas al presentar la campaña de la Fundación que lleva su nombre junto a la compañía Microsoft.

Martin puso el ejemplo de un caso de una niña desaparecida que dos años más tarde la madre la encontró en un país del este de Europa después de haber sido seducida por un hombre en Internet.

Cuando la madre la encontró «le habían lavado el cerebro» y se dedicaba a la prostitución.

«Estoy cansado de hablar del problema. Es muy frustrante», dijo el cantante boricua, quien prefirió «hablar de las soluciones» para que «los medios (de comunicación) lleven un mensaje de amor al mundo, «quiero hablar de luz, no de tinieblas».

La campaña, respaldada por varias instituciones del gobierno, incluye la realización de talleres en escuelas, la distribución de panfletos, el portal www.navegaprotegidoeninternet.com y anuncios de televisión en los que se dan consejos para controlar lo que los niños ven por Internet y cómo éstos pueden identificar el riesgo.

En su mensaje, Martin explica «las maravillosas» oportunidades de la red de redes, que «es nuestra ventana al mundo» pero que también puede causar graves daños a los menores.

Los tres consejos básicos de Martin son: «no hables con extraños, no des información personal, y si te sientes incómodo, consulta» a tus padres o un tutor.

Martin explicó que «todas las cadenas de televisión en Puerto Rico y EE.UU. tienen que dar un tiempo a los mensajes filantrópicos y estamos a los puños para conseguir los mejores espacios».

Denunció el hecho de que uno de cada cinco niños haya recibido acercamientos sexuales mientras navegaba por Internet, es una cifra «que tiene que bajar» y que cuando llegue a uno de cada diez «lo gritaremos a los cuatro vientos porque será una buena noticia».

El cantante sostuvo que su Fundación busca para la campaña una alianza «bien fuerte y significativa» y aseguró que la encontraron:

¿conocen Microsoft?», bromeó.

La compañía informática invirtió en la primera fase de la campaña 200.000 dólares y en su web da consejos como la configuración del «parent control» para que los padres sepan todo lo que hace el niño cuando está conectado al ordenador.

También se provee un diccionario de términos básicos para conocer Internet y se ponen ejemplos de lo que hay que ignorar y las precauciones que hay que tener cuando se navega por la red.

El cantante dijo que sus esfuerzos por la niñez en todo el mundo están motivados por «la repetición» con la que le llega la información sobre los abusos que se cometen contra los menores, porque a veces «la información te pasa y no la digieres, lidiar con el dolor es difícil».

Dijo que involucrarse con estas causas es «una forma de liberarme del coraje que uno siente y la frustración de que esto esté pasando en el mundo», por lo que decidió aprovechar su poder de convocatoria como artista.

Aunque la campaña comenzará en Puerto Rico, la Fundación Ricky Martin la extenderá a Latinoamérica, primero, y el resto del mundo posteriormente.

Martin aseguró que tiene la fortuna de no haber sido nunca acosado y que su infancia fue «muy linda».

Aunque comenzó su carrera profesional en Menudo con 12 años, está orgulloso de la educación que le dieron sus padres y aseguró que aunque con esa edad ya «trabajaba mucho», siempre fue respetado y además «me gustaba y disfrutaba».

Sobre si los pedófilos son rehabilitables o cual debería ser la pena que se les debería imponer no quiso opinar porque «mi contestación va a tener mucho coraje… no quiero decir lo que se merecen».

Tito Gómez

Despiden al salsero Tito Gómez, colombiano de adopción, en su pueblo boricua
15/06/2007

Iñaki Estívaliz Juana Díaz (Puerto Rico), 15 jun (EFE)- Las banderas de Colombia y Puerto Rico arroparon hoy el féretro del salsero Tito Gómez en el Ayuntamiento de su pueblo, Juana Díaz, donde le rindieron honores por una trayectoria artística que le granjeó reconocimiento y cariño internacional.

«La herencia musical de nuestro pueblo se reafirma en nuestra historia y de igual modo la podemos vivir a través de la trayectoria de grandes intérpretes como lo fue, es y será, Tito Gómez», indicó el alcalde de Juana Díaz, Ramón Hernández.

Gómez falleció a principios de esta semana en una clínica de Cali a los 59 años, después de sufrir un ataque al corazón en su casa de Colombia, donde residía desde 1984.

El cantante nació el 9 de abril de 1948 y desde muy joven su voz destacó en orquestas de salsa históricas como La Sonora Ponceña, en Puerto Rico, o la de Ray Barreto y la de Charlie Palmieri, en Nueva York.

Era el segundo de 11 hermanos y el mayor de todos, José Ramón Gómez, explicó a Efe que su hermano menor dejó Puerto Rico y se mudó a Colombia, donde lo veneran, cuando en la isla «la salsa dio un bajón con el merengue».

Indicó que en uno de los viajes artísticos de su hermano, éste fue arrestado por posesión de dinero falso y cumplió una condena de dos años y medio en una prisión de Nueva York.

El colombiano Jairo Varela, director de la orquesta de salsa Grupo Niche, «le rescató», asegura el hermano mayor, que explicó que entonces se casó con una colombiana, tuvo dos hijos y grabó once discos bajo la tutela de Varela y liderando su grupo.

José Ramón asegura que la voz de su hermano estaba a la altura de la de Héctor Lavoe, Ismael Miranda o Ismael Rivera, pero que sobretodo era «un buen hermano, un buen hijo, un buen padre, era jocoso y cariñoso y era loco con su madre», a la que regaló un viaje a Colombia poco antes de morir ella.

«Son pocos los que llegan donde llegó él. Su método y su tono eran únicos», subrayó el hermano mayor del salsero.

«Prende el fogón» y «Déjala ya» son algunos de sus éxitos, que se escucharon hoy en la plaza del pueblo de Juana Díaz, donde cientos de vecinos acudieron a mostrar sus respetos ante el féretro del salsero.

Uno de los músicos que acudieron a la despedida fue Luiggi Texedor, quien compuso la canción «Paño de lágrimas», que Gómez grabó en 1969 para uno de los primeros discos de La Sonora Ponceña.

«Tito me hizo famoso con ese éxito», aseguró a Efe Texedor, quien destacó la «textura de la voz» de Gómez, quien «le imprimía un sentimiento a los boleros increíble, porque aunque se le conoce más por la salsa, era un magnífico bolerista».

Texedor indicó que estuvo con Gómez el pasado 2 de junio en Nueva York, y lamentó que la salsa haya perdido uno de sus más grandes exponentes, sólo comparable entre los que quedan vivos con «Andy Montañez o Adalberto Santiago».

«Guarare», «Déjame volver», «Ganas», «Pagina de amor», «Déjala», «Volver», «Nuestro secreto», «Deseos y delirios», «Rosas y espinas», «Te quiero así», «Quién nos iba a decir» y «Llorarás» son algunas de las canciones que Gómez llevó a Perú, República Dominicana y a España, entre otros países, recordaron sus allegados.

Gómez tenía previsto llegar hoy a Juana Díaz para celebrar el Día del Padre, que en Puerto Rico se celebra el próximo domingo, «y mira cómo ha venido», lamentó Texedor.

Esta noche los restos de Gómez serán trasladados a la casa familiar del barrio Jardines de Santo Domingo, donde sus familiares le tienen preparado un último homenaje con música y comida, y mañana serán sepultados en el cementerio municipal. EFE ie

Modesto Cepeda

Puertorriqueños dedican el Día de la Bomba al maestro Modesto Cepeda

21/03/2007

Iñaki Estívaliz San Juan, 21 mar (EFE)- El Instituto de Cultura Puertorriqueña celebra hoy el Día Nacional de la Bomba, constituido por ley hace seis años, y que está dedicado al maestro de bomba y plena Modesto Cepeda por dedicar su vida a transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones.

La bomba puertorriqueña, de raíces africanas, es un ritmo en el que los bailadores marcan el paso a los tambores, juegan con ellos tratando de que pierdan la clave y así van componiendo, con los movimientos improvisados del cuerpo, la música de la canción.

Cepeda aseguró hoy a Efe que se encuentra agradecido «de corazón» por el reconocimiento «a nuestra música que siempre ha estado relegada» y lo compartió con sus compañeros pleneros, de los que espera que no fallezcan antes de que reciban también merecidos homenajes.

Modesto nació en 1938 en el sanjuanero barrio de Santurce y su padre, Rafael, inculcó el amor por la bomba a sus diez hijos, cuando «había que tocar bomba desde el vientre de la madre. Formaba parte de la dinámica del hogar, nuestros juguetes eran tambores».

En 1974, Modesto comenzó a dar talleres de bomba, «aunque mucha gente pensaba que eso (la bomba) no se enseñaba, que estaba circunscrito a la familia y eran bien celosos de quien no fuera de la familia lo aprendiera».

Por su escuela han pasado miles de niños que han aprendido a tocar los tambores y a bailar con inmaculados trajes blancos, de chaqueta y sombrero los hombres, y de traje de volantes y pañuelo en la cabeza las mujeres.

«El niño puertorriqueño y de Latinoamérica tiene el ritmo por dentro y por fuera y no se abochornan» cuando comienzan a aprender los pasos de la bomba, aunque es «de corta atención y hay que cautivarlos integrando el tambor, la música y el juego», explicó Modesto a Efe en su escuela.

Los niños han sido su principal preocupación desde que en 1976 fundó su primera escuela de bomba y recientemente creó el concepto de «kinderbomba», donde niños menores de un año y mujeres embarazadas se exponen al intercambio de «ritmos básicos que les llamen la atención desde el vientre».

Modesto explicó que la bomba puertorriqueña nació de los africanos y descendientes que trabajaban en los ingenios azucareros de la ciudad de Mayagüez (oeste), con influencias africanas, pero también indígenas y europeas, y que de allí pasó a Ponce (sur), Guayama (centro), Cataño y San Juan, en el norte.

«De las fiestas patronales pasa a los salones de los ricos como los Ferré y los Serrallés, pero a lo cayaito», sostuvo.

En sus presentaciones en otros países, lo que más llama la atención es «la importancia del respeto» entre los bailadores, «el vestuario blanco y las enaguas de la dama», «la caballerosidad» del bailador y que «las parejas no se tocan nunca», «la creatividad y la improvisación».

La bomba se toca con tres «barriles»: dos «bulladores» acompañan con un ritmo constante al «primo» o «subidor», que tiene un sonido más agudo y es el que trata de seguir, o «contestar», las «figuras» o «piquetes» que va marcando el bailador.

«El que marca y decide es el bailador, que le pica al tambor» marcándole el «reto» de «contestar todos los golpes», y si lo hace bien «entonces el bailador se quita el sombrero» para reconocer la habilidad del que toca el tambor y entra otra pareja a bailar.

Modesto lamenta que la bomba estuvo mucho tiempo relegada porque «las élites y los estudiosos no se querían identificar con esto» porque se consideraba cosa de «negros salvajes» cuando «en Puerto Rico nadie es negro, ni blanco, ni indio, porque todos somos puertorriqueños».

La bomba boricua ha recorrido el mundo gracias a Modesto Cepeda, quien el año pasado estrenó un espectáculo con la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico y que espera volverlo a repetir con la Sinfónica, pero se queja de no haber sido invitado al Centro de Bellas Artes de San Juan «cuando todavía tiene fuerzas».

La directora de Música del ICP, Ruth Silva, quien organiza la ceremonia que se celebrará esta noche con la participación de los grupos de bomba «Viento de Agua» y «Al son del pandero», destacó a Efe que se rinde homenaje a Modesto porque «a diferencia de otros grupos, ha tratado de compartir su talento y conocimiento con todo el pueblo».

Orozco

Cantante Antonio Orozco busca conquistar el mercado de EE.UU. «con corazón»
21/05/2007

Iñaki Estívaliz San Juan, 21 may (EFE)- El cantante español Antonio Orozco se propone conquistar el mercado hispano en los Estados Unidos con su nuevo disco, Cadizfornia, echándole mucho «corazón» a la promoción, con «humildad» y «constancia».

Ese mercado «responde bien si se cree que lo que estás haciendo lo haces con corazón y con constancia. Y cada dos o tres meses hay que venirse para acá y tratar a todo el mundo con humildad», sostuvo el cantante en entrevista con Efe.

Orozco, de 33 años, tuvo el primer contacto con el mercado hispano «por casualidad».

Un médico puertorriqueño escuchó en un taxi español su canción «El viaje», de su segundo disco, «La semilla del silencio» (2002), se lo compró y se lo trajo a un amigo que resultó ser programador de radio y que comenzó a emitirlo en Puerto Rico.

Ese mismo año, «sin multinacional, con una compañía nacional», consiguió dos números uno en las listas puertorriqueñas y en un segundo viaje que realizó a la isla le «dieron el Premio Tu Música a la mejor canción».

Así comenzó una relación especial del cantante con la isla caribeña, que ha visitado en nueve ocasiones, y que está muy vinculada con sus colaboraciones con el cantante colombiano Juanes, de quien se ha presentado como telonero en dos ocasiones en Puerto Rico, tres veces en California y otra en Nueva York.

El cantante promociona su cuarto disco, Cadizfornia, que «es como un diario de viajes, como un libro de bitácoras» que escribió durante la gira del disco anterior, en el que «contaba las cosas según estaban pasando. Mi parte inteligente, si la tengo, no intervenía, aunque también hablo de mí y de mi vida».

Eligió ese título porque sus cuatro discos de estudio los había grabado en Cádiz, España, y porque el primer concierto que ofreció de su disco anterior, «El principio del comienzo» (2004), fue en esa provincia, mientras que el último fue en California.

Asegura que está «más feliz que unas pascuas», porque aunque no es millonario en ventas ha conseguido vender entre 200.000 y 250.000 copias de cada disco.

Orozco se crió escuchando los discos de flamenco de su padre, entre los que ocupaban un lugar destacado Enrique Morente, los Carmona o Camarón.

Trabajaba como programador informático y daba conciertos en bares cuando se dio cuenta de que sus canciones gustaban.

«Yo cantaba porque no sabía decir las cosas de otra manera», pero se tuvo que «auto-convencer» de que valía antes de dejar el trabajo cuando grabó su primer disco, «Un reloj y una vela» (2000).

Con su tercer álbum, «El principio del silencio» (2004), firmó con Universal Music y comenzó oficialmente su carrera internacional.

Inseparable de su guitarra flamenca, si lo ponen en el compromiso de elegir entre grabar salsa o reguetón, elige las bulerías (palo del flamenco), porque de esos ritmos caribeños dice no saber nada, y apunta: «Zapatero a tus zapatos».

Lo suyo es el «rock aflamenca’o» con influencias de los grupos españoles Alameda, Pata Negra, Triana o el Último de la fila.

Que su música sea romántica «es una cuestión de ciclos». Después de haber trabajado en África, Europa y América dice estar en «un periodo más rebelde, más contestatario».

«Se da uno cuenta de que hay que decir las cosas como uno las ve y no como a uno se las cuentan», señala Orozco.

Sin embargo, defiende que «si todo se hiciera pensando en la filosofía del amor todo sería mejor, romanticismos aparte».

El próximo domingo regresará a Barcelona para continuar su gira por España, en octubre tiene confirmados conciertos en Buenos Aires y San Juan, y está ultimando los contratos para presentarse en Miami, Nueva York, Bogotá y México.

Héctor Lavoe

Musical sobre Héctor Lavoe llega a ciudad donde nació el legendario salsero
7/8/2008

Iñaki Estívaliz San Juan, 7 ago (EFE)- Los vecinos de Ponce, en el sur de Puerto Rico, tendrán la oportunidad este mes de presenciar el musical «Quien mató a Héctor Lavoe», que después de haberse presentado en escenarios de EE.UU. y San Juan llega a la ciudad donde nació el salsero, informaron hoy los protagonistas del espectáculo.

El actor Raulito Carbonell interpretará al «cantante de los cantantes» en el teatro La Perla de Ponce del 22 al 24 de agosto acompañado de Sully Díaz, Robert Avellanet, Ernesto Concepción, Yuri Rodríguez, Lorel Santiago y Denisse Betancourt, la mayoría de los cuales participaron en las representaciones del musical en Broadway.

«Este es el máximo de los sueños que he alcanzado desde que estoy realizando este musical, el poder interpretar a este gran artista en el pueblo que lo vio nacer», indicó Carbonell, también productor del espectáculo que aseguró que se le «eriza la piel» pensando «en la mezcla de emociones» que sentirá haciendo de Lavoe en su tierra.

Carbonell se puso en la piel de Héctor Juan Pérez Martínez (1946-1993), nombre verdadero de Lavoe, en 88 ocasiones en Nueva York, San Juan y Miami, interpretaciones por lo que ha sido reconocido con diferentes premios.

A pesar de su experiencia en el papel, Carbonell aseguró hoy que necesita volver a revisar los vídeos de los conciertos de Lavoe cada poco tiempo por la complejidad de sus movimientos, porque era «imprevisible a veces en sus reacciones» y se comportaba según la química que tuviera en cada momento con el público.

«Por eso cada función (del musical) es diferente, aunque hay unos márgenes de los que no me salgo», dijo Carbonell, quien precisó que siempre trata de comportarse como lo haría Lavoe dependiendo de la conexión que haya con el público en cada momento.

El actor explicó que para preparar el papel lo primero que hace es buscar «el estilo, la manera de abordar las frases, la clave, la entrada en los compases», lo memoriza y luego «vas al timbre de voz» inconfundible del salsero.

La vida de Lavoe, marcada por el éxito, la fama y las catástrofes personales asociadas al uso de drogas, fue llevada al cine el año pasado con el nombre de «El cantante» por la pareja de descendientes de boricuas Marc Anthony y Jennifer López.

La película recibió críticas de la familia de Lavoe y antiguos compañeros del artista por detenerse demasiado en los detalles escabrosos de la vida del cantante que murió de sida a los 47 años y por no profundizar en otras facetas.

Por su parte, el musical «Quien mató a Héctor Lavoe» presenta «la vida, el carisma, el talento, la buena voz, el buen humor» del intérprete de «Periódico de ayer», «Mi gente» o «La fama» durante un concierto en 1979 en el club nocturno «El Corso», conocido como el templo de la música latina en Nueva York.

Carbonell insistió en que en el musical se destaca sobretodo el humor de Lavoe, «quien en los momentos más difíciles tenía un sentido del humor increíble», que «incluso cuando se está muriendo está bromeando», que era también «muy desprendido y siempre tenía una actitud positiva», un hombre «llano y sincero que no tenía una doble personalidad».

Todo esto «contrasta con la parte triste de su vida», incluida también en el musical a modo de recuerdos del artista mientras se presenta en «El Corso», pero «esta obra está escrita de una forma que aunque presente todos los elementos, la gente se ríe de principio a fin», defendió Carbonell.

Cinco músicos dirigidos por Juan Nieves, trombonista boricua que ha estado al mando de 500 presentaciones del musical, participan en una obra producida por Pablo Carrera y coreografiada por Edgardo Hernández.

Díaz, que interpreta a «Puchi», la esposa de Lavoe, y realiza otros dos papeles, indicó que el musical, frente a las películas y las grabaciones sobre el cantante, «es la experiencia viva, no se compara con nada». EFE

jueves, 19 de agosto de 2010

Recuerdan profundidad espiritual y episodio místico de Lolita Lebrón

Por Iñaki Estívaliz

San Juan, 1 ago (INS).- La heroína nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad, era una devota creyente católica dotada de una profunda espiritualidad cercana al misticismo.

El artista multidisciplinar Heriberto González rememoró hoy a Inter News Service (INS) un episodio representativo de la religiosidad de Lebrón que al también músico le quedó marcado para siempre.

Lebrón, junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero, que habían asaltado el Congreso de EEUU en 1954, acababan de llegar a Puerto Rico en 1979 tras ser indultados por el presidente Jimmy Carter después de permanecer 25 años encarcelados.

El poeta Francisco Matos Paoli (Lares, 1915-San Juan, 2000) organizó a los liberados un recibimiento en su casa de Río Piedras.

Sobre el techo de la vivienda, “con la luna como candileja”, se representó una adaptación teatral de la obra Canto de la Locura, con Zorayda Barreto y Coqui González, entre otros, como actores y con Carlos Bedolla, Myrna Oliver y Heriberto González como músicos.

La mayoría de los asistentes “eran personas muy religiosas, además de que se conoce que Matos Paoli era practicante de la «fe espírica», como él la llamaba”, recuerda González.

Le regalaron a Lebrón “un ramo de rosas espectacular, que hubiera sido la envidia de cualquier mujer, eran docenas y docenas de rosas rojas”.

La luchadora por la independencia de Puerto Rico comenzó entonces a desojar los pétalos y los fue acercando, de uno en uno, a la boca de los presentes, como si fueran obleas (ostias).

“Fue como un ritual de comunión. Veíamos a Lolita como una alta sacerdotisa en trance místico, como en cámara lenta, fue una cosa bien hermosa, tenía el pelo muy blanco que bajo la luna llena se teñía de azul, contrastando con el rojo intenso de los pétalos”, rememoró González a INS.

Lebrón, afectada por la muerte de sus hijos y otros familiares mientras estuvo en prisión, nunca ocultó su fervor religioso.

En una de las últimas entrevistas que concedió en su residencia de Guaynabo, Lebrón invitó al periodista al santuario de estampas e imágenes religiosas en una habitación donde pasaba las horas tejiendo y rezando por los jóvenes puertorriqueños.

También mostró un grueso volumen de hojas con anotaciones en el que preparaba un libro que quería publicar antes de morir con las “revelaciones” que Dios le había hecho durante sus años de cautiverio.

Uno de sus compañeros de asalto, Cancel Miranda, aseguró hoy que Lolita “no morirá nunca”. INS
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Lolita Lebrón

Lolita Lebrón abogó por la lucha por la independencia sin violencia en una de sus últimas entrevistas

Por Iñaki Estívaliz/Inter News Service
San Juan, 1 ago (INS).- La líder nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad y que cumplió 25 años de prisión por participar en un asalto al Congreso de los EEUU en 1954, mantuvo hasta sus últimos años de vida la esperanza de ver a Puerto Rico independiente, pero usando un mensaje de rechazo a la violencia.

En una de las últimas entrevistas que concedió, el 22 de septiembre de 2006, Lebrón apostó porque los independentistas conmemorarían de forma “ordenada y sin violencia” al día siguiente la significativa fecha conocida como el Grito de Lares, que aquel año coincidía con el primer aniversario de la muerte a manos del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) de Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros.

La única mujer entre los cuatro independentistas que el 1 de marzo de 1954 irrumpieron a tiros en el Congreso de Estados Unidos e hirieron de bala a tres legisladores aseguró entonces que “mañana vamos como somos, gente decente, ordenada y que no quiere la violencia. La colonia es la violencia”.

En el Grito de Lares se conmemora el levantamiento armado contra España en 1868 y el año 2005, durante la celebración, agentes del FBI atacaron la residencia clandestina en Hormigueros del izquierdista Ojeda Ríos, de 72 años y uno de 10 los fugitivos más buscados por EEUU hasta entonces. “Nosotros vamos a cumplir con nuestro deber y a renovar nuestros votos por la liberación nacional del pueblo de Puerto Rico”, insistió la nacionalista en su casa de Guaynabo, donde colgaban fotografías suyas de su juventud, en la que exhibía una belleza arrebatadora de actriz de cine.

En una de las habitaciones había levantado una especie de santuario católico donde todos los días oraba por la juventud puertorriqueña. “Nuestra estrategia liberadora es una estrategia de paz”, aseguró Lebrón, quien cumplió en prisión “25 años, seis meses y nueve días” hasta que fue indultada en 1979 junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero por el presidente Jimmy Carter como secuela de una intensa campaña internacional.

La nacionalista puertorriqueña indicó que en Lares “se forjó la cuna de nuestra patria” y dijo que ciertas “visitas” del FBI a casas de independentistas y el “asesinato” de Ojeda Ríos tuvieron la intención de “meterle más miedo al pueblo, pero los que somos fieles a la causa estaremos allí”. “No soy una revolucionaria de ir a matar a nadie, yo creo en la paz, yo creo que podemos hacernos libres y que nos vamos a hacer libres sin necesidad de hacer una revolución armada”, subrayó.

“No estamos arrepentidos (de los actos armados), estamos contentos, pero desde mi perspectiva, creo que no debemos ahora hacer esa estrategia sino tener otra para el momento que vivimos ahora en el siglo XXI”, añadió. Defendió el derecho de soberanía de todos los pueblos y que “la colonia está ya en agonía”, pues el gobierno local, entonces con Aníbal Acevedo Vilá como gobernador, está “entregado a un imperio” mientras crecen “la corrupción y el desorden”.

Que se sepa hasta el momento, Lebrón no pudo cumplir uno de sus últimos sueños, que le dio energías y fuerza para sobrevivir sus últimos años: hacer público un libro en el que había escrito las “revelaciones” que Dios le habría hecho en la cárcel y en el que, entre otras cosas, le pretendía explicar al ex presidente de EEUU, George W. Bush, “lo que es terrorismo”. “La violencia hay que borrarla de la faz de la tierra… toda, la institucionalizada y todas las demás. No es que yo no tire una piedra, yo no debo tirar la piedra, pero nadie debe tirar en absoluto nada contra nadie”, pensaba.

Criticó que en el último informe de la Casa Blanca sobre el estatus político de Puerto Rico se afirmara que EEUU puede ceder la isla a cualquier otro país “como si fuéramos cerdos”, lo que supone un abuso a la dignidad: “nadie nos puede entregar a nosotros a nadie”. Su fe le sirvió para sobrevivir a la pérdida de “todos mis hijos”: “a un mes del asalto al Congreso murió ahogado mi hijo de once años y mi madre murió desgarrada”.

Lebrón concedió en exclusiva aquella entrevista a cambio de que se mencionara su “agradecimiento eterno” al grupo de unas cuarenta “madrecitas” que la cuidaron durante su recuperación de un ataque al corazón y una embolia pulmonar, a Brunilda García y al Hospital El Maestro de Hato Rey, entre otros.

Semen de pulpo

14 Julio 2010

Semen de pulpo en la tecnología celular
Nokia experimenta con ese material para construir las pantallas de sus teléfonos «inteligentes»

Por Iñaki Estívaliz

Los consumidores de telefonía son cada día más exigentes, tienen nuevas necesidades y las compañías de telecomunicaciones se afanan por ser las primeras en ofrecer productos y servicios de avanzada experimentando con inéditas tecnologías y extraños materiales, como el semen de pulpo.

La compañía que, con un 39% del mercado, más teléfonos celulares vende en el mundo, Nokia, decidió hace dos años cambiar su filosofía empresarial para pasar de ser una mera «fábrica de teléfonos» a «ofrecer soluciones» a un consumidor que «ha cambiado» con el desarrollo de los «smart phones (teléfonos inteligentes)», que ya son «computadoras móviles» donde se integran el celular e internet, el trabajo, la música y los juegos, en un sólo aparato y con pantalla táctil.

El gerente general de Nokia para Centroamérica y el Caribe, Martín Chirotarrab, explicó hoy a INS que dentro de cinco años los teléfonos celulares serán una puerta a la realidad virtual, tendrán «displays (visualizadores)» flexibles y estarán fabricados con materiales que todavía están en proceso de experimentación, como el «semen de pulpo», que es «muy resistente, flexible y con recordación», que vuelve a su forma original después de haber adoptado otra a conveniencia.

Con su cambio de filosofía empresarial que doptó hace dos años, Nokia comenzó a prepararse para la «explosión» de los «teléfonos inteligentes» que se produjo el año pasado: «tenía que crear soluciones, teníamos que adaptarnos y adelantarnos a la nueva necesidad del consumidor», explica Chirotarrab, quien asegura que los «smart phones» han mejorado «la calidad de vida del consumidor».

La revolución de los teléfonos inteligentes se produjo a pesar de la recesión económica mundial: «en el peor semestre de la crisis, a principios de 2009, la industria creció un 12 por ciento», indica Chirotarrab, quien explica que ya se ven indicadores de que «estamos saliendo de la crisis» tras un periodo en el que «el mercado ha cambiado, los competidores son distintos, el ambiente es distinto», «ahora se venden menos teléfonos pero se consumen más datos», lo que supone «nuevos desafíos» para Nokia.

Pero antes de que los celulares estén fabricados con esperma de cefalópodo, Nokia lanza al mercado puertorriqueño, «el boricua es un consumidor voraz y Puerto Rico es un mercado clave, maduro pero en crecimiento», el N5230, que costará unos 90 dólares y con el que pretende «llevar el smart phone a las masas».

En colaboración con Claro, Nokia presenta también en Puerto Rico el Ovi Store, plataforma de adquisición de diversas aplicaciones que cubren desde el entretenimiento hasta las más serias herramientas de trabajo. «Es un servicio que convierte la unidad móvil en un dispositivo que aprovecha al máximo la Internet. Esto responde a la realidad de que la mayoría de los usuarios utilizan el teléfono no tanto para hablar, sino para transmitir datos y navegar la Internet”, insiste Chirotarrab.

Nokia apuesta por «una máxima conectividad, conveniencia y personalización» a través de los tres principales productos de su plataforma de telefonía móvil»: la Ovi Store, Nokia Messaging (servicio de mensajería) y Ovi Maps, servicio con capacidades de navegación A-GPS que ofrece imágenes aéreas, puntos de interés en 3D y navegación guiada por voz a más de 70 países, con mapas del terreno para navegar a pie o en automóvil.

La Ovi Store de Nokia promete acceso fácil a aplicaciones, juegos, videos, podcasts, herramientas de productividad, servicios Web, servicios basados en tecnologías de localización y mucho más. El servicio brinda contenidos de pago y gratuitos, elaborados por una gama de proveedores y desarrolladores tanto globales como locales, entre ellos Paramount Pictures, Facebook y Qik, así como una selección de aplicaciones Twitter.

Loíza Jueyes contra el crimen
Apuestan a la gastronomía para sanar a Loíza

Por Iñaki Estívaliz

Loíza – La criminalidad se está comiendo en un festín sangriento a la juventud del pueblo de Loíza y para remediarlo, a unos pocos cientos de metros del tristemente conocido como “el cementerio de los jóvenes”, los miembros de la Iglesia Bautista de Medianía Alta proponen otro banquete, más sano, sabroso y nutritivo, de platos típicos confeccionados con jueyes.

Cada mes de julio, desde que hace 37 años la ahora octogenaria Enma Carrasquillo comenzara la tradición, la Iglesia Bautista celebra su gran jueyada popular para recaudar fondos para el mantenimiento de las instalaciones de la iglesia y para prestar servicios a la comunidad loizeña.

“Esta es una iglesia que se distingue por dar servicios a la comunidad”, defiende Modesta Irizarry, quien asegura que el objetivo principal de la jueyada, que atrae entre sábado y domingo a unas 2.000 personas, incluso turistas de EEUU o Colombia, que llegan expresamente para el ágape, es “ayudar a la comunidad en la problemática social del pueblo”.

La coordinadora de la actividad, Mayra Álvarez, anhela “que en Loíza volviera la relación de familia que siempre hubo. Antes, todo el mundo era familia. Esa relación se ha roto, por eso queremos llevar un mensaje de restauración y reconciliación, que vuelva la paz que por muchos años hubo”.

Para ello, ofrecen asesorías y conferencias a los jóvenes, realizan talleres de autoestima, de deportes y hasta de belleza, pero “con un enfoque cristiano”, matiza Álvarez, quien explica que también se ayuda económicamente a los más necesitados.

Este domingo, en un ambiente familiar, varios centenares de personas, entre ellas numerosos jóvenes y niños, disfrutaban de los cocos fríos a la sombra de un palo, de los jugos naturales y los refrescos de un kiosco y de la comida confeccionada, principalmente, con carne de cangrejo autóctono.

Irizarry y Álvarez explicaron a Inter News Service (INS) cómo solo para hacer las empanadas de jueyes se necesitan varios meses y la colaboración de numerosas personas en un proceso tradicional con numerosas especificaciones.

Entre ellas, que para hacer, por ejemplo, 1,500 empanadas, los jueyes hay que empezar a comprarlos ya en mayo por varias razones: nunca se pueden adquirir tantos cangrejos de una vez salvo en el mes de “la corrida”, cuando hay más jueyes; en julio comienza la veda que impide su captura y venta; y su confección se realiza en elaboradas etapas.

Lo primero que se hace con la carne de jueyes para empanada es separar la “gordura”, que son los desechos orgánicos del propio cangrejo dentro del “carpacho” (caparazón), que “hay que limpiarla bien porque si no, sabe amargo, hay que saber diferenciar la hiel”, explican las organizadoras.

Entretanto, se monda la yuca, se le saca el agua, se filtra y se congela. Por otro lado se mezcla leche de coco, ajíes, pimientos, sazón, achiote y sin cebolla, para que no amargue el producto final.
Para trabajar la masa de las empanadas es necesaria la ayuda de hombres fuertes, se le añade nata de leche de coco y se les da forma en hojas de plátano.

También se sirven pastelillos de jueyes, arroz con jueyes y coco, salmorejo de jueyes y alcapurrias de jueyes utilizando técnicas artesanales y dos “burenes” tradicionales, aunque en lugar de usar las cáscaras de coco como carburante, ahora van a gas.

Y para el postre, entre otros, el famoso dulce de coco de Loíza, con rallado de coco, canela, vainilla, leche y azúcar puestos a fuego lento, con una ralladita de limón, y se bate, porque como insiste Irizarry, “la clave es el batir”.
También hay platos para los alérgicos a los mariscos, como el arroz con pollo, aunque en el fondo, todo es una excusa para “volver a ver la Loíza que todos anhelamos”, reitera Álvarez.

“Esto es un equipo de trabajo. Aquí se le da participación desde el más joven al más anciano. A todos se les asignan tareas”, explica la pastora Álvarez lo que se puede ver a simple vista: las meseras, los cantinero del kiosco sin alcohol y los cocos fríos, las cocineras, los jóvenes que asisten a los vehículos que van llegando para estacionar; todos se comportan como un grupo humano compenetrado, como la última selección española de fútbol.

“Aquí todo se decide por áreas, cada uno tiene su misión”, añade Irizarry.

El resultado: un ambiente familiar donde se respira tranquilidad “a pesar de lo que se dice de nuestro pueblo”, sostiene Irizarry lamentado los habituales titulares de prensa que destacan los asesinatos que continuamente laceran el bienestar de la antigua aldea de cimarrones.

Irizarry se enorgullece de que en el pueblo les digan que “siempre” tienen “un embeleco”, pero es que en Loíza existen “unas necesidades sociales que como iglesia tenemos que atender”.

Caso del niño Lorenzo

Detective privado de la familia Cacho escribe libro sobre sus pesquisas en caso Lorenzo
jueves, 12 de agosto de 2010
Iñaki Estívaliz

El detective privado Milton Rodríguez, que contrató la familia de Ana Cacho, la madre de Lorenzo, el niño que murió en extrañas circunstancias el pasado marzo en Dorado en un caso aún sin resolver que sigue conmocionando a la opinión pública de Puerto Rico, ha escrito un libro contando las experiencias que vivió durante su investigación.

El libro, que será presentado la próxima semana y que se prevé esté en las librerías antes de que concluya agosto, pretende mostrar los pormenores de una controvertida investigación desde el punto de vista del investigador privado con la intención didáctica de explicar cómo trabaja un detective.

En “El caso Lorenzo: Las vivencias de un detective privado”, Rodríguez, ex policía y fundador de la compañía R.T. Security de seguridad e investigaciones, trata de dar “al lector la oportunidad de ponerse en la escena y que se puedan contestar muchas preguntas que tienen, que saquen sus propias conclusiones”, indicó hoy a Inter News Service.

“Quiero llevar al lector a la escena a través de mis ojos. La persona común no sabe los tecnicismos de cómo se trabaja una escena”, insistió Rodríguez, quien después de unos 40 días en el caso fue despedido por la familia Cacho, asegura, porque “a Doña Ivette (abuela de Lorenzo) no le gustó las teorías” que presentó el detective.

Según el investigador privado, las evidencias de sus pesquisas concluían que el crimen fue cometido por alguien que estaba en la casa y que era conocido por el niño y no, como quiere creer, o quiere hacer creer la familia, que el autor de los hechos era alguien ajeno que entró en la casa forzando una entrada. “Desde primera instancia lo primero que descarté fue la (la teoría de) casa forzada. Quien lo hizo estaba dentro de la casa, quien hizo lo que hizo fue alguien de la casa, no fue un intruso, eso no le gustó (a la abuela). Si hay que buscar a alguien, hay que buscarlo dentro de la casa. Quien asesinó a Lorenzo no fue un extraño”, insistió Rodríguez.

Rodríguez señaló que el libro no revela grandes claves desconocidas del caso, “no pretende resolverlo”, y que prácticamente todos los datos han sido ya difundidos por los medios, pero que se describen desde su perspectiva como profesional donde no hay “nada inventado”.

Entre otras cosas, Rodríguez se decidió a escribir el libro por “la desinformación” sobre “un caso triste pero bien interesante” que han provocado algunos medios de comunicación, especialmente programas de televisión que en su competencia por la audiencia han estado difundiendo “cosas que no son”.

“Al principio se empezó a criminalizar a Ana cacho sin oportunidad a defensa, luego la soltaron y ahora la están apretando otra vez”, expresó el detective, quien considera que la “competencia de algunos programas de televisión” les lleva a “llevarse la contraria y lo que dice uno; el otro dice lo contrario”.

Rodríguez, quien se tomó la resolución del caso como algo personal, sostuvo que su investigación contó con la dificultad de que sus propios clientes, los familiares de Lorenzo, no colaboraron en sus pesquisas: “nos dimos cuenta de que no recibimos nada de ellos. No nos dicen nada. Tuvimos que partir de la nada para llegar al todo”. El detective lamentó que en el levantamiento de las pruebas de la escena hubo “miles de irregularidades” desde el principio.

Los agentes no llevaban guantes ni el calzado protegido, con lo que se pudo contaminar el escenario. Esto se debió, según el investigador, a que la Policía normalmente se deja llevar por las primeras informaciones del caso, por “dejadez”, creando “confusión”.

“Si llaman diciendo que se cayó un niño de la cama, el guardia llega pensando que un niño se cayó de la cama y trata el caso como un accidente”, sostuvo Rodríguez. En el caso de Lorenzo, se recogieron las pruebas con los protocolos de un asesinato el segundo día, cuando ya la escena podía estar totalmente contaminada.

“Cuando se certifica que lo asesinaron, cambian los muñequitos, pero un objeto movido nunca regresa a su lugar de origen”, dijo Rodríguez. Entre otros detalles, el detective explica cómo la madre de Lorenzo cambiaba radicalmente en presencia de su madre, Ivette González.

“Ana es una muchacha dulce, llevadera, se puede compartir en confianza, pero en ocasiones no era así, cuando estaba la mamá era otra tipo de persona, rígida, de apariencias. Dentro de Ana viven dos personas diferentes, con la mamá era como una niña mal consentida”, dijo el autor.

El capítulo dos del libro se dedica a “La impertérrita figura de Ivette González, la matriarca”; el tercero, al “Enigma del cuarto, el vídeo de Ana Cacho, la aparición de la cuchilla y la puerta forzada”; el cuarto, a las “Teorías, huellas y vídeos”; el quinto, a los excesos alcohólicos del abogado de la familia y ex fiscal; y el sexto, al “Caso de las dos botellas de cerveza y los escalofriantes récords médicos”.

El capítulo séptimo se titula “Los borrachos, la confesión y el palo de golf”; el octavo se llama “El abrupto fin de un trabajo para hacer justicia; y los últimos epígrafes llevan por encabezado: “¿Quién mató a Lorenzo?”, “Teorías sobre el crimen”, “El trabajo en una escena criminal” y “La labor del investigador privado”.

“Cuando me contrataron para trabajar en el caso Lorenzo no pensé en escribir un libro, pero ya en la marcha de la investigación me di cuenta de detalles que poco a poco tenían todos los elementos necesarios para contar una historia digna de ser publicada. Este libro contiene engaños, amor, lealtad, traición, rebeldía y manipulación”, narra el detective en las primeras páginas del libro.

FILIBERTO OJEDA RÍOS

Primer aniversario Filiberto en Lares

Miles de puertorriqueños reafirman reclamo por independencia

Sábado 23 de septiembre, 2006
Iñaki Estívaliz

Lares (Puerto Rico) 23 sep (EFE).- Miles de puertorriqueños reafirmaron hoy su reclamo por la independencia de Puerto Rico durante la celebración del 138 aniversario del levantamiento armado contra España que se recuerda como el Grito de Lares.

La fecha coincidió con el primer aniversario de la muerte del líder clandestino y comandante del Ejército Popular Boricua «Los Macheteros», Filiberto Ojeda Ríos, desangrado en su residencia horas después de ser herido por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

La última semana, agentes del FBI visitaron a supuestos integrantes de la cúpula «machetera» para advertirles de que los vigilan para evitar que cometan actos terroristas durante el acto.

Por su parte, treinta miembros de la Comisión de Derechos Civiles del Colegio de Abogados puertorriqueño filmaron el acto en la Plaza de la Revolución, en Lares, y las calles aledañas, para evitar violaciones de los derechos de los manifestantes por parte de la policía.

«Lo que importa es que existimos. Lo que quisiera el imperialismo es que no existiéramos», dijo Rafael Cancel Miranda, quien estuvo preso 26 años por asaltar en 1954 el Congreso de Estados Unidos y herir a tres legisladores con otros independentistas entre los cuales estaba Lolita Lebrón, que también participó en la ceremonia.

Después de 108 años de presencia estadounidense en la isla «que haya un solo puertorriqueño de pié es milagroso, y somos miles», aseguró.

Antes de dedicar al pueblo independentista la Medalla al Honor José Martí que le entregó el presidente de la Asamblea Nacional Cubana, Ricardo Alarcón, aseguró que «los terroristas son ellos (el gobierno de EEUU), que tratan de detener la lucha independentista pero no han podido»

La presidenta del Partido Nacionalista Puertorriqueño y nieta de del histórico político nacionalista Pedro Albizu Campos, Rosa Meneses, defendió que «este pueblo está despertando, es el pueblo que ruge como un león».

«Esta es nuestra tierra y aquí el único que está de más es el yanki invasor», añadió.

Por su parte, representando al Partido Independentista Puertorriqueño, el economista Edwin Irizarry Mora, indicó que cuando «los patriotas se levantaron hace 138 años… tenían muy presente que no solamente se trataba de la lucha por la independencia».

«La lucha por la justicia social nunca se debe separar de la lucha por la independencia», aseguró para defender luego que cada vez que nace un hijo de una puertorriqueña en EEUU, «nace un nuevo puertorriqueño».

Recordó que después de más de cien años en los que EEUU intentó imponer sin éxito el inglés como lengua principal en Puerto Rico, todavía los hijos de esos puertorriqueños que tienen que emigrar a Nueva York u Orlando para escapar de la pobreza que crea la situación colonial, nacen y crecen con identidad boricua.

Se leyó un mensaje de Carlos Alberto Torres, quien continúa en prisión desde hace 26 años por su relación con la lucha armada, en el que el independentista señaló que «la sangre derramada es el ejemplo con el compromiso de nuestra patria. Filiberto vive, la lucha sigue».

Eduardo Villanueva, del Comité Pro Derechos Humanos, anunció la convocatoria de una marcha el próximo 8 de octubre por la liberación de los que consideran presos políticos, entre los que se encuentran también Oscar López Rivera, Aidé Beltrán y José Pérez González.

Orlando González Claudio, arrestado junto a Ojeda Ríos en 1985 y compañero de prisión del líder «machetero», mostró un equipo de localización por satélite que encontró recientemente escondido en su vehículo y que aseguró lo instaló el FBI para tenerlo controlado.

«Sabemos que están constantemente vigilando y es responsabilidad de los independentistas tomar medidas», dijo a Efe González Claudio.

Puerto Rico, colonia española hasta 1898, es un Estado Libre Asociado a Estados Unidos desde 1952, lo que limita su autonomía en asuntos como defensa, acuñación de moneda o comercio y relaciones exteriores.

Los independentistas marcharon luego en caravana hasta la casa donde fue asaltado hace un año Ojeda Ríos en el barrio Plan Bonito de Hormigueros (oeste).

Entierro de Filiberto

Miles de personas asisten al entierro de líder «machetero»

27/09/2005

Por Iñaki Estívaliz Naguabo, 27 sep (EFE)- El cadáver del líder independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos fue enterrado hoy en el cementerio de su pueblo natal, Naguabo, ante miles de personas que acudieron a mostrarle sus respetos y a protestar por las condiciones en las que murió.

El féretro de Ojeda Ríos, quien murió el pasado viernes a los 72 años de edad por un disparo de un agente del FBI, fue enterrado sin lápida, para fundirse, como él deseaba, con esa tierra cuya independencia quiso conseguir por las armas.

Ojeda Ríos, desde hace 15 años uno de los 10 fugitivos más buscados por el FBI, estaba condenado a 55 años de cárcel por haber robado 7,2 millones de dólares de un camión blindado de la compañía estadounidense Wells Fargo en 1983.

En las cercanías del cementerio del barrio Río Blanco de Naguabo, este de Puerto Rico, en los tejados de las casas y sobre los muros, una multitud de independentistas hacía ondear sus banderas y alzaba sus puños para cantar el himno nacionalista «La borinqueña».

Como era imposible que toda esa gente entrara al camposanto, el féretro de Ojeda Ríos fue expuesto durante casi dos horas en el exterior, donde líderes independentistas y familiares lanzaron sus proclamas.

La primera en hablar fue la esposa de Ojeda Ríos, Elma Beatriz Rosado, quien compartió con los presentes que cuando se comprometieron, su esposo le dijo: «te entrego mi corazón porque mi vida es de la patria».

Rosado recordó que Ojeda Ríos participó activamente en la revolución cubana y dijo de los agentes del FBI que «esos criminales asesinos mienten en todas las declaraciones. Que ningún puertorriqueño crea sus mentiras y que se vayan ya».

«¡En Borinquen morirán!», exclamaban los asistentes al sepelio en referencia a los funcionarios de la administración federal estadounidense que actúan en Puerto Rico. Estado Libre Asociado a EEUU.

Luego se leyó un mensaje del embajador venezolano en Estados los Unidos, Fermín Toro Jiménez, en el que condenaba la operación policial del FBI que acabó el pasado viernes con la vida de Ojeda Rios, líder del Ejército Popular Boricua «Los Macheteros».

El copresidente del Movimiento Nacional Hostosiano, Julio Muriente, señaló que la muerte de Ojeda Ríos será el catalizador que unirá a los distintos sectores independentistas.

«Juramos que esta patria será libre, cueste lo que cueste», exclamó el presidente del Frente Socialista, Jorge Farinacci.

Media docena de dirigentes independentistas subieron a la tarima para arengar a un público emocionado que les respondía «todo boricua es machetero».

Uno de los momentos más celebrados fue la interpretación por parte del joven artista Mikie Rivera de una canción que le dedicó a Ojeda Ríos y que uno de sus versos dice: «Si el pitirre (pájaro pequeño) es temido por el güaragao (ave grande), el águila también lo temerá».

«Filiberto, camarada, tu muerte será vengada», fue uno de los gritos más repetidos durante el entierro.

Miles de personas acompañaron el féretro de Ojeda Ríos en su traslado desde San Juan a Naguabo.

El cortejo fúnebre, en el que participaron cientos de vehículos, recorrió la carretera hacia esa población, que estaba adornada con banderas puertorriqueñas y carteles en los que se podían leer lemas como «Filiberto vive» o «FBI asesinos».

La policía controló los accesos al cementerio, mientras cientos de automovilistas improvisaban estacionamientos en las zonas cercanas.

El acontecimiento también atajo a multitud de vendedores ambulantes de comidas y bebidas, y de personas que han montado puestos para la venta de camisetas conmemorativas.

También fueron enviadas al lugar varias ambulancias para atender a las personas que pudieran sufrir problemas de salud o desmayos debido al sofocante sol.

Ojeda Ríos murió tras haber recibido el viernes un disparo en un tiroteo con policías de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que pretendían detenerlo, acción en la que también resultó herido un agente federal de EEUU.

El líder independentista puertorriqueño murió desangrado durante las 20 horas en las que el FBI lo mantuvo acorralado en la residencia del oeste de Puerto Rico en la que había sido localizado.

Velatorio Filiberto


lunes, 26 de septiembre de 2005
Miles de puertorriqueños asisten al velorio de Filiberto Ojeda

Iñaki Estívaliz

Miles de personas marcharon hasta el Colegio de Abogados para despedir al líder independentista.

SAN JUAN.- Miles de puertorriqueños velaron hoy en el Colegio de Abogados de Puerto Rico al líder independentista Filiberto Ojeda Ríos, que después de 15 años de ser uno de los más buscados por el FBI, murió el pasado viernes a causa del disparo de un agente federal en un operativo sobre el que se han denunciado irregularidades.

Los primeros en velar el cuerpo de Ojeda Ríos a su llegada al Colegio de Abogados fueron su esposa, Elma Beatriz Rosado Barbosa, y sus hijos Edgardo y Wilberto Ojeda, acompañados por el presidente del Colegio, Julio Fontanet.

Rosado Barbosa apoyó su cabeza en el pecho del finado y su hijo Edgardo mantuvo varios segundos su mano derecha sobre el corazón que ya no late. Alrededor del féretro familiares y simpatizantes, entre ellos el artista Antonio Martorell, unieron sus manos en un círculo.

Sobre el féretro del líder del Ejército Popular Boricua «Los Macheteros» descansaba un gran machete, flores y una bandera puertorriqueña.

Respecto a la actuación del FBI en el frustrado arresto de Ojeda Ríos han pedido explicaciones líderes independentistas y de otras ideologías, el Senado y el propio gobernador Aníbal Acevedo Vilá.

Los abogados de líder «machetero» anunciaron durante el velatorio que enviaron hoy una carta al jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, y al jefe de los fiscales federales, Humberto García, para exigir acceso inmediato a la residencia en la que murió Ojeda Rios.

En la carta piden que se les entregue todos los documentos, archivos de computadora, vídeos y grabaciones, solicitaron todos los nombres de los agentes que participaron en el operativo y, especialmente, la identidad de oficial que con un disparo acabó con la vida de Ojeda Ríos.

El ex gobernador de Puerto Rico Rafael Hernández Colón acudió al Colegio de Abogados a presentar sus respetos a la familia del independentista y criticó también la forma en que se llevó a cabo el operativo del FBI.

«Confío en que se lleve a cabo la más rigurosa investigación para que se establezca la responsabilidad donde corresponda», expresó.

Por su parte, el presidente del Colegio de Abogados, Julio Fontanet, dijo ante el féretro de Ojeda Ríos que era un «loco, un sabio y un provocador que todavía cabalga por lo seres que creen en un mundo mejor».

Parafraseando a Miguel de Cervantes dijo que: «es duro hacer esclavo lo que Dios y la naturaleza hizo libres».

Fontanet recordó que Ojeda Ríos había sido absuelto en un juicio anteriormente y que es muy probable que el Gobierno federal no quisiera otro juicio. «Que no piense nadie que no se sabrá lo que allí aconteció», subrayó.

Recordó las últimas palabras que Ojeda Ríos le dijo a su esposa: «palante». «Palante seguiremos hasta que se termine con la situación colonial de Puerto Rico» subrayó.

Los restos de Ojeda Ríos fueron recibidos con los congregados alzando el puño y cantando el himno nacionalista «La Borinqueña».

«Viva Puerto Rico Libre» y «Camarada, tu muerte será vengada», gritaban los independentistas después de que se hubiera retirado la bandera de Estados Unidos y la de Puerto Rico ondeara a media asta.

Filiberto Ojeda Ríos fue un trompetista de la orquesta de salsa «La Sonora Ponceña» que dejó la música por la lucha armada por la independencia de Puerto Rico y liderar el Ejército Popular Boricua, conocido como «Los Macheteros».

Más de una década fue el puertorriqueño más buscado por la Justicia de EEUU después de que en 1990 se quitara de uno de sus tobillos el dispositivo de seguridad electrónico que controlaba su libertad condicional.

Se le acusaba por el espectacular robo de 7,2 millones de dólares a un camión de la compañía Wells Fargo, ocurrido el 12 de septiembre de 1983 en Hartford (Connecticut, EE.UU.).

«Los Macheteros» aseguraron que ese dinero se utilizó para repartir regalos a los niños además de promover la independencia de la isla.

Desde la clandestinidad, Ojeda Ríos emitía frecuentes declaraciones escritas, concedía entrevistas y acostumbraba a enviar mensajes grabados para ser leídos en las actividades que promovían la independencia de Puerto Rico.

El líder independentista muerto había asegurado en diversas ocasiones que nunca se dejaría atrapar vivo.

San Juan, 9 abr (EFE).- El Departamento de Justicia de Puerto Rico afirmó hoy que, según sus investigaciones, la versión del FBI sobre el disparo que causó la muerte al independentista Filiberto Ojeda Ríos en 2005 «es falsa» e instó a ese organismo policial de EE.UU. a dar «una explicación».

El secretario de Justicia de Puerto Rico, Roberto Sánchez Ramos, informó hoy del resultado de la investigación sobre la operación llevada a cabo por el FBI para capturar al comandante del Ejército Popular Boricua-Los Macheteros, de la que se enviará un informe al Gobierno y al Congreso de Estados Unidos.

La versión del agente del FBI que disparó contra Ojeda Ríos, conocido con el seudónimo de «Agente Brian», es «físicamente imposible de acuerdo a los análisis del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y los fiscales» puertorriqueños, subrayó Sánchez Ramos.

El agente dijo en su declaración que «pudo ver a Filiberto Ojeda Ríos, armado y apuntando en su dirección. Eso es físicamente imposible», subrayó el secretario de Justicia.

Acompañado de varios expertos y con ayuda de fotografías de la escena, Sánchez Ramos sostuvo que Ojeda Ríos «estaba en un lugar distinto del que describe Brian» y que, según las evidencias, este «no podía ver» al independentista desde su posición, a una distancia de unos 500 metros, con espesa vegetación y a través de mosquiteras.

«El FBI debe una explicación» sobre «un operativo que estuvo plagado de errores y negligencias», indicó.

Ojeda Ríos, que fue uno de los fugitivos de la justicia estadounidense más buscados durante años, murió el 23 de septiembre de 2005 en una finca de la localidad de Hormigueros, en el oeste de la isla, donde se ocultaba.

Sánchez Ramos aceptó que el informe presentado hoy sobre los hallazgos de su investigación sobre el caso no es admisible en los tribunales federales, porque «no permite superar» las exigencias legales para levantar un «caso contra un agente federal en funciones».

Entre otras razones, porque la investigación indicó que Ojeda Ríos pudo haber muerto media hora después de ser alcanzado por el disparo y no varias horas después como se creía.

Eso imposibilita la presentación de cargos por asesinato negligente contra el FBI por no asistir a Ojeda Ríos cuando se encontraba herido, pues ahora se sabe que murió mucho antes y que la ayuda no hubiera evitado.

No obstante, el Colegio de Abogados puertorriqueño ha anunciado que esta pensando en la posibilidad de reclamar a la ONU que se investiguen las circunstancias en las que murió Ojeda Ríos.

Los abogados tomaron esa decisión «ante la negativa de las autoridades de descubrir los pormenores de los hechos», según anunciaron la semana pasada.

El Tribunal Supremo estadounidense rechazó días antes del anuncio de los abogados boricuas intervenir en la demanda en la que el Gobierno puertorriqueño reclama que el FBI entregue documentos relacionados con la muerte del líder machetero.

A Ojeda Ríos también se le imputaba haber sido uno de los autores intelectuales de un espectacular robo de 7 millones de dólares a la compañía Wells Fargo en 1983.

Un tribunal de apelaciones había rechazado ordenar la entrega de los documentos solicitados con el argumento de que otras investigaciones se podrían ver comprometidas, así como la seguridad de los agentes implicados en el caso. EFE

Navidades largas en Puerto Rico

Comienza la Navidad más larga del mundo en isla caribeña

23/11/2006

Iñaki Estívaliz San Juan, 23 nov (EFE)- Los puertorriqueños presumen de que en la tropical isla caribeña -donde sólo hay dos estaciones: verano y Navidad- se celebran las pascuas más largas del mundo, que comienzan hoy con el pavo de Acción de Gracias y acaban a finales de enero con las fiestas de la calle San Sebastián.

Durante unos dos meses, los boricuas aprovechan para compartir lechón con arroz con gandules (legumbre), pasteles (rellenos de masa de plátano o yuca) y morcilla, que acompañan bebiendo coquito (ron con leche de coco) y con postres como tembleque, majarete y más ron, que si es de pitorro (casero), mejor.

Se cantan villancicos originales y los típicos españoles, pero en lugar de seguir el ritmo con una labrada botella de anís, lo hacen con cencerro, güiro y maracas, y vestidos con pantalones cortos y camiseta.

Para el fundador del Centro de Estudios Avanzados y del Caribe, Ricardo Alegría, que a sus 85 años sigue en su oficina reivindicando la cultura puertorriqueña, la celebración de unas navidades tan extensas es muestra del «acto heroico de cómo hemos mantenido el español a pesar de estar subordinados al monstruo de EEUU».

Aunque la celebración de Acción de Gracias proviene de la cultura anglosajona, son las tradiciones heredadas de España las que hacen de la puertorriqueña la Navidad que hoy es.

En Puerto Rico se celebra la Misa del Gallo y el Día de los Inocentes, el 28 de diciembre, en el pueblo de Hatillo las máscaras -de influencia canaria y africana- hacen maldades representando a los soldados de Herodes que perseguían a los niños.

«España trajo un cristianismo que era diferente al del resto de Europa por la presencia desde el año 711 de los musulmanes y todavía conserva costumbres medievales inspiradas en los evangelios apócrifos, como el nombre de los Reyes Magos, que no aparecen en la Biblia», dijo a Efe Alegría.

«Se refleja en los altares sobrecargados de adornos y en los cristos sangrantes… con el cristianismo de EEUU las iglesias parecen hospitales», añadió.

Aseguró que las pascuas boricuas son tan largas porque durante siglos los esclavos y los trabajadores pobres sólo tenían días libres y permiso para festejar si la Iglesia era la que los promocionaba.

Si en el mundo anglosajón la Navidad concluye el 31 de diciembre, en Puerto Rico las parrandas y las trullas siguen recorriendo las haciendas cantando el aguinaldo más allá del seis de enero, pues luego vienen las octavas y después las octavitas.

A principios de siglo llegó un comisionado estadounidense de Educación «con el propósito de acabar con el español» e intentó que hubiera clases el día de Reyes, lo que provocó protestas que lograron años después que se permitiera a los niños disfrutar de los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar.

«El arte puertorriqueño refleja mucho las tradiciones navideñas.

Antes las tarjetas de Navidad eran las comerciales de la nieve y Santa Claus, pero después de mucho esfuerzo se comenzaron a realizar aquí con escenas típicas puertorriqueñas», indicó Alegría.

La lucha entre Papá Noel y los Reyes Magos de Oriente, que en Puerto Rico viven en el pueblo de Juana Díaz, se refleja en el cuento de Abelardo Díaz Alfaro «Santa Claus llega a La Cuchara», donde San Nicolás asusta con su llegada a unos niños que no lo entienden.

A los «Santos Reyes Magos» se les venera hasta el punto de que se les hacen promesas, en fiestas que llegan a durar hasta tres días, a cambio de seguirles cantando toda la vida en actos familiares y populares.

«Hace tiempo que llegué, tengo la boca seca y no me han dado de beber», dice una décima improvisada típica de Reyes en Puerto Rico, donde existe una palabra, «reyar», que describe el ir de casa en casa cantando, bebiendo y comiendo, lo que se hará sin parar hasta que concluyan las fiestas de la Calle San Sebastián el 21 de enero.

«Nuestra historia por conservar nuestra cultura no ha sido fácil y por eso nos quejamos de que España no ha reconocido nuestra realidad», lamentó Alegría, quien denunció el abandono cultural de la antigua metrópoli respecto a Puerto Rico, frente a otros países latinoamericanos como la República Dominicana, Cuba o Venezuela.

Vino en Puerto Rico

Agricultor español consigue producir vinos en tropicales
tierras de Puerto Rico

27/11/2007
Iñaki Estívaliz Guánica, 27 nov (EFE).- El español Juan Ramón Andreu Solé conseguirá este año hacer realidad el sueño que su padre tuvo hace más de dos décadas: ser el primer agricultor que produce vinos en las tropicales tierras de Puerto Rico.
Andreu Solé asegura que aunque se han conseguido vinos en el Caribe en estaciones experimentales, no se ha logrado «a un nivel de producción, a este nivel somos los primeros».
Procedente de Castellón, su padre, Juan, plantó vides en Puerto Rico hace 25 años, pero unas inundaciones acabaron con un sueño que su hijo hará realidad ahora tres años después de la muerte del promotor de la idea.
Pendiente todavía de los últimos permisos de comercialización y patentes de marca, la finca Costa del Sol, en el sureño municipio de Guánica, sacará al mercado este año el fruto de muchos años de pruebas.
Andreu Solé asegura que sus vinos serán «elegantes», con un color rojo intenso el tinto, perfecto para acompañar «una caldereta de cordero», y muy aromático el blanco, ideal para «una paella de mariscos o una caldereta tropicalizada».
El agricultor experimentó durante años con diferentes injertos de vides de California y España, con variedades de tempranillo y merlot, con paciencia, «poco a poco», hasta «atemperar» las plantas con el clima tropical.
La finca se encuentra junto al Bosque Seco de Guánica, donde un microclima evita el exceso de lluvias típico de la región, lo que ayuda a que «la uva se estabilice y produzca buena calidad».
Pero a pesar de que las vides están sembradas en una zona excepcionalmente seca de Puerto Rico, las abundantes lluvias del pasado octubre acabaron con la mitad de la cosecha, aunque espera que den suficiente para obtener entre 5.000 y 10.000 botellas.
Además del peligro de las precipitaciones, Andreu Solé lamenta que por lo inusual de su cultivo en la región, no pueda asegurar el viñedo ni su infraestructura y tiene el temor de que un huracán o nuevas inundaciones acaben con el producto de su trabajo de años.
«Podría ser una buena agroindustria para el suroeste de Puerto Rico, pero no está reconocido y hay mayor riesgo», indicó el agricultor, que explicó que «con las plagas no hemos tenido muchos problemas, el clima es perfecto y está en su propia salsa».
Media docena de empleados atiende el viñedo durante el año mientras trabajan en otros cultivos de temporada como calabazas, papayas, cilantrillo, tomates y melones, pero cuando llega la época de la cosecha de las uvas, entre octubre y noviembre, la finca se convierte en el escenario de una fiesta.
Entre 30 y 40 amigos de la familia se reúnen los fines de semana de semana en la finca para participar de la vendimia, tradición que este año cumple su quinto aniversario, aunque las uvas recogidas hasta ahora se dedicaban a producir un vino que se destilaba luego para obtener un brandy que envejece en barricas de roble.
Adultos y niños participan en el recogido de la uva desde temprano en la mañana, luego la «despalillan» (separan la uva de los racimos) y posteriormente se procede a pisar con botas de agua las uvas en una ensenada.
Tras la cosecha, las vides se podan para que vuelvan a producir, se abonan y se controlan las posibles plagas, pero por las altas temperaturas constantes «crece mucho, son más agresivas en su crecimiento, hay que hacer podas intermedias para controlar la vegetación en exceso y que no reste azúcares al cuaje de la uva».
Todo el proceso, explica Andreu Solé, se realiza de modo artesanal y la primera comercialización de los vinos se realizará mediante venta directa en la cava de degustación de la finca.
Andreu Solé explica que pertenece a la última ola de inmigrantes españoles en Puerto Rico, pero que si la mayoría de éstos trabajan en la banca y la construcción, lo suyo es el vino, y celoso de su trabajo, se guarda algunos secretos para que no le copien.

Fortuño

Amplia mayoría legislativa del PNP ofrece a Fortuño garantías de éxito
Iñaki Estívaliz San Juan, 5 nov (EFE)- Al obtener el Partido Nuevo Progresista (PNP) la mayoría en el Legislativo puertorriqueño, el gobernador electo, Luis Fortuño, podrá afrontar con más garantías de éxito la resolución de los graves problemas a los que se enfrenta la isla.
«Esta oportunidad se da cada 50 años», dijo hoy Fotuño en una conferencia de prensa en la que explicó que, «aunque todavía no se ha terminado el escrutinio» -la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) ha contabilizado el 92 por ciento de los votos-, los resultados electorales presentan «unas grandes oportunidades para crecer».
Fortuño se impuso en los comicios celebrados el martes sobre su principal rival, el gobernador saliente Aníbal Acevedo Vilá, del Partido Popular Democrático (PPD), con una ventaja en votos de unos once puntos porcentuales.
Acevedo Vilá, que durante su último año de administración fue acusado de 24 cargos de corrupción por la presunta financiación ilegal de sus campañas, enfrentó durante su mandato la insistente obstrucción de la mayoría del PNP en la Cámara de Representantes y el Senado a sus propuestas y presupuestos.
Los desacuerdos entre Ejecutivo y Legislativo marcaron los últimos cuatro años.
Puerto Rico entró en recesión en 2006, la deuda pública supera los 49.300 millones de dólares, el déficit presupuestario del gobierno es de más de 1.000 millones de dólares, la inflación de este año ronda el 12 por ciento y el índice de desempleo es del 12,1 por ciento.
Por eso, «salvar la economía» y «poner al día las finanzas del gobierno» es el principal objetivo del gobernador entrante, quien aseguró que no esperará a la toma de posesión el próximo 2 de enero para trabajar en estas metas.
Fortuño se comunicó hoy con Acevedo Vilá para pedirle que durante el proceso de transición el equipo saliente comparta «con nosotros la información financiera» del gobierno «total y completa» y que dé instrucciones para «parar toda contratación, especialmente las que puedan tener un efecto en las arcas».
El próximo gobernador de Puerto Rico explicó que aún se desconoce cómo quedará compuesto el Legislativo, aunque indicó que en la Cámara de Representantes, con 51 miembros tradicionalmente, «tenemos seguro» 35 escaños, aunque todavía faltan otros cuatro por dilucidar.
Pero una «Ley de minorías» impide a cualquier partido tener más de las dos terceras partes de los escaños de la Cámara Baja, por lo que algunos candidatos del PPD que no alcanzaron los votos necesarios para conseguir una plaza podrían ser incluidos aumentando el foro de los representantes hasta un máximo de 56 miembros.
En el Senado, de 27 miembros, el PNP consiguió, según los últimos datos de la CEE, 22 escaños, por lo que regiría también la «Ley de minorías» y probablemente se aumente el foro hasta 31 senadores.
De los 78 municipios puertorriqueños, el PNP consiguió «seguras» 46 alcaldías y están pendientes de asignarse otras tres.
Fortuño se comprometió hoy a contar con personas de «distintas ideologías» en su administración, a promocionar un desarrollo basado en las energías renovables y a darle «utilidad a esa gran herramienta de desarrollo económico» que es el Tratado de Libre Comercio CAFT-RD (EE.UU., Centroamérica y República Dominicana).
También aseguró hoy que hasta el año próximo no hablará sobre posibles designaciones a jueces del Tribunal Supremo, de siete miembros y que actualmente tiene tres vacantes.
Sobre el estatus político de Puerto Rico como Estado Libre Asociado (ELA) a EE.UU., el presidente del PNP, partido que promueve la integración de la isla en Estados Unidos como el estado 51, anunció que promoverá una consulta «separada de las elecciones» y «siempre con el voto directo del pueblo».
En las elecciones del martes, el PNP también gano una posición clave y que ocupó Fortuño los últimos cuatro años, la de Comisionado Residente en Washington, que representa al ELA en el Congreso de EE.UU. con voz, pero sin voto.
El candidato del PNP, Pedro Pierluisi, se impuso a su rival del PPD, Alfredo Salazar, con una ventaja en votos de alrededor del 10 por ciento.
Aunque Fortuño es conservador y miembro del Partido Republicano de EE.UU., reconoció hoy que se le «erizaban los pelos» de la emoción viendo el discurso de aceptación de la victoria electoral del próximo presidente estadounidense, Barack Obama Que un «joven afroamericano» haya llegado a ganar unas elecciones presidenciales demuestra, «aunque soy republicano, el crecimiento como pueblo de la nación» y supuso una victoria para la democracia.
Pero lo mejor, para el Puerto Rico postelectoral, es que Pierluisi no sólo es miembro del Partido Demócrata de EE.UU., sino que fue el presidente de la campaña de Obama en la isla.

Navidades

Unas navidades blancas de arena fina en una playa tropical
Iñaki Estívaliz San Juan, 24 dic 2008 (EFE)- Si en muchas latitudes no se conciben unas Navidades sin nieve, en Puerto Rico los boricuas y muchos turistas extranjeros prefieren pasar estos días tomando el sol en playas de aguas cristalinas y arenas blancas.
Las playas se llenan durante Navidad con turistas que han logrado escapar del frío del noreste de Estados Unidos y también de puertorriqueños que se inclinan por el ambiente relajado de la orilla del mar.
Este es el caso de una puertorriqueña de 31 años de edad, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, y que se refugia en la playa para escapar de «las parrandas y la gente entrando y saliendo».
Además, en esta época del año «el sol no pega muy fuerte, está templadito y bien rico», explicó la joven mientras se aplicaba distraída bronceador en los brazos y antes de sacar una cerveza fría de su nevera de playa.
Kevin, a pocos metros de la joven puertorriqueña, en una playa de Condado, en San Juan, se muestra pendiente y muy atento a todo lo que ocurre a su alrededor.
El divorciado asesor de banca neoyorquino, que logró tomar un vuelo hacia Puerto Rico a pesar de las tormentas de nieve, se encuentra orgulloso pensando en sus colegas «que deben estar congelados» y «soportando a sus suegras».
«Estoy aquí, que eso es lo que importa, bajo el sol en la playa, el mar es lindo, junto al calor de mis amigos», dijo en inglés mirando a los camareros antes de ponerse un mullido sombrero de Santa Claus a pesar de la temperatura: 27 grados celsius.
La Compañía de Turismo se esfuerza por hacer ver que Puerto Rico tiene, además de las playas, otros atractivos además de sus costas, como las antiguas haciendas cafeteras y azucareras, las montañas, donde a veces hace un frío continental, los edificios históricos del Viejo San Juan o Ponce y los festivales de productos típicos y artesanías.
Pero el país no puede evitar depender de uno de sus más rentables activos y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) mantiene actualizado permanentemente el portal de internet www.juntadeplayas.org, donde se pueden encontrar consejos, medidas de seguridad e información general sobre las playas de Puerto Rico.
La isla caribeña tiene 501 kilómetros de costas, pero sólo 52 playas o balnearios disponen de servicios de seguridad, limpieza, aparcamiento, duchas e instalaciones para hacer barbacoas o acampar, entre otras.
Las leyes puertorriqueñas definen como playas para bañistas aquellas «con arena limpia, clara, con aguas tranquilas, libres de corrientes y contra corrientes, libres de piedras y fango, seguras para nadar y para el disfrute recreativo».
Los fanáticos de las playas salvajes, que no quieren renunciar al espíritu de la Navidad tradicional puertorriqueña, pueden visitar Piñones, a pocos kilómetros al este de San Juan y donde se deben extremar las medidas de seguridad porque sus costas, salvo en el cercano balneario de Carolina, no están señalizadas ni vigiladas.
Asumiendo el riesgo que eso supone, el bañista podrá encontrar en Piñones tramos de playas paradisíacas y desiertas con dunas blancas y sombras de cocoteros y, a pocos metros, colindando con la carretera que recorre la costa norte puertorriqueña, sus quioscos.
En estos establecimientos al aire libre se ofrecen los productos culinarios tradicionales de Puerto Rico, de los «bacalaitos» a las «alcapurrias», los pinchos de lechón asado en leña y, en estos días, siempre habrá un anfitrión desprendido que regale un vaso del digestivo boricua navideño por excelencia, el coquito.
La música típica navideña, ya sea a ritmo de salsa, trova o reguetón, no dejará de sonar, aunque quizá, a un volumen demasiado alto para el neófito de lo tropical.
Y así, con música, comida y bebida, mientras en otros lugares los niños pasan la Navidad haciendo muñecos de nieve, con zanahorias y botones, en Puerto Rico se construyen castillos de arena junto a la espuma blanca de las olas que llegan hasta sus soleadas orillas.

La última entrevista de Lolita Lebrón

Iñaki Estívaliz entrevistando a Lolita Lebrón en su casa el 22 de septiembre de 2006. Foto de Thais Llorca

(El texto original de la entrevista para la Agencia EFE se ha perdido o yo no tengo acceso. A continuación, el artículo sobre aquella entrevista que publiqué para INS con motivo de la muerte de la heroína boricua)

Lolita Lebrón abogó por la lucha por la independencia sin violencia en una de sus últimas entrevistas

Por Iñaki Estívaliz/Inter News Service
San Juan, 1 ago (INS).- La líder nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad y que cumplió 25 años de prisión por participar en un asalto al Congreso de los EEUU en 1954, mantuvo hasta sus últimos años de vida la esperanza de ver a Puerto Rico independiente, pero usando un mensaje de rechazo a la violencia.

En una de las últimas entrevistas que concedió, el 22 de septiembre de 2006, Lebrón apostó porque los independentistas conmemorarían de forma “ordenada y sin violencia” al día siguiente la significativa fecha conocida como el Grito de Lares, que aquel año coincidía con el primer aniversario de la muerte a manos del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) de Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros.

Lolita arrestada

La única mujer entre los cuatro independentistas que el 1 de marzo de 1954 irrumpieron a tiros en el Congreso de Estados Unidos e hirieron de bala a tres legisladores aseguró entonces que “mañana vamos como somos, gente decente, ordenada y que no quiere la violencia. La colonia es la violencia”.

En el Grito de Lares se conmemora el levantamiento armado contra España en 1868 y el año 2005, durante la celebración, agentes del FBI atacaron la residencia clandestina en Hormigueros del izquierdista Ojeda Ríos, de 72 años y uno de 10 los fugitivos más buscados por EEUU hasta entonces. “Nosotros vamos a cumplir con nuestro deber y a renovar nuestros votos por la liberación nacional del pueblo de Puerto Rico”, insistió la nacionalista en su casa de Guaynabo, donde colgaban fotografías suyas de su juventud, en la que exhibía una belleza arrebatadora de actriz de cine.

En una de las habitaciones había levantado una especie de santuario católico donde todos los días oraba por la juventud puertorriqueña. “Nuestra estrategia liberadora es una estrategia de paz”, aseguró Lebrón, quien cumplió en prisión “25 años, seis meses y nueve días” hasta que fue indultada en 1979 junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero por el presidente Jimmy Carter como secuela de una intensa campaña internacional.

La nacionalista puertorriqueña indicó que en Lares “se forjó la cuna de nuestra patria” y dijo que ciertas “visitas” del FBI a casas de independentistas y el “asesinato” de Ojeda Ríos tuvieron la intención de “meterle más miedo al pueblo, pero los que somos fieles a la causa estaremos allí”. “No soy una revolucionaria de ir a matar a nadie, yo creo en la paz, yo creo que podemos hacernos libres y que nos vamos a hacer libres sin necesidad de hacer una revolución armada”, subrayó.

“No estamos arrepentidos (de los actos armados), estamos contentos, pero desde mi perspectiva, creo que no debemos ahora hacer esa estrategia sino tener otra para el momento que vivimos ahora en el siglo XXI”, añadió. Defendió el derecho de soberanía de todos los pueblos y que “la colonia está ya en agonía”, pues el gobierno local, entonces con Aníbal Acevedo Vilá como gobernador, está “entregado a un imperio” mientras crecen “la corrupción y el desorden”.

Que se sepa hasta el momento, Lebrón no pudo cumplir uno de sus últimos sueños, que le dio energías y fuerza para sobrevivir sus últimos años: hacer público un libro en el que había escrito las “revelaciones” que Dios le habría hecho en la cárcel y en el que, entre otras cosas, le pretendía explicar al ex presidente de EEUU, George W. Bush, “lo que es terrorismo”. “La violencia hay que borrarla de la faz de la tierra… toda, la institucionalizada y todas las demás. No es que yo no tire una piedra, yo no debo tirar la piedra, pero nadie debe tirar en absoluto nada contra nadie”, pensaba.

Criticó que en el último informe de la Casa Blanca sobre el estatus político de Puerto Rico se afirmara que EEUU puede ceder la isla a cualquier otro país “como si fuéramos cerdos”, lo que supone un abuso a la dignidad: “nadie nos puede entregar a nosotros a nadie”. Su fe le sirvió para sobrevivir a la pérdida de “todos mis hijos”: “a un mes del asalto al Congreso murió ahogado mi hijo de once años y mi madre murió desgarrada”.

Lebrón concedió en exclusiva aquella entrevista a cambio de que se mencionara su “agradecimiento eterno” al grupo de unas cuarenta “madrecitas” que la cuidaron durante su recuperación de un ataque al corazón y una embolia pulmonar, a Brunilda García y al Hospital El Maestro de Hato Rey, entre otros. ie

La entrevista a Lolita fue posible gracias al también preso político Elizam Escobar, quien nos acompañó y aparece en el fondo de esta foto de Thais Llorca.

El Viejo San Juan

Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas

POR LACRONICA · PUBLICADA NOVIEMBRE 19, 2006 · ACTUALIZADO DICIEMBRE 24, 2020

Una crónica de ese barrio puertorriqueño de adoquines azules y tertulias regadas con cerveza y ron.

Redacción/ Escrito por Iñaki Estívaliz 

Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas foto javier martinez cronica urbana blog - Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas
Escalera cercana a los Jardines de Casablanca foto Javier Martinez
2k6arF7N - Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas
Iñaki Estívaliz

Nov 19, 2006 por Iñaki Estívaliz

Cuando los residentes del Viejo San Juan salen de la ciudad amurallada, por trabajo o para variar, los embarga un extraño desasosiego, una nostalgia oceánica que sólo se remedia con el retorno a ese barrio puertorriqueño de adoquines azules y tertulias regadas con cerveza y ron.

Ciudad hermana de Cádiz, La Habana y Cartagena de Indias, entre otras, por compartir historia como baluartes del imperio colonial español -con sus garitas como testigos de ataques de los mismos piratas- el Viejo San Juan también tiene encanto para los turistas.

Los ataques de los corsarios ingleses Sir Francis Drake (1595), y George Clifford (1598), y el holandés Balduino Enrico, motivaron la construcción de sus murallas y cuarteles, como el de San Felipe del Morro o el de San Cristóbal.

Los museos de Las Américas y del Indio en el antiguo Cuartel de Ballajá y las numerosas galerías de arte son de obligada visita antes o después de probar la comida criolla o la nueva cocina internacional de sus restaurantes.

En los históricos La Mallorca, La Mallorquina o La Bombonera se deja ver el actor boricua Benicio del Toro cuando está en la isla.  El articulista y escritor español Antonio Burgos escribió que guardan un ambiente de “viejo café madrileño donde parece que esta tarde torea Manolete”.

En el bajo Viejo San Juan, en las calles Fortaleza, San Francisco y Recinto Sur, más transitada por turistas y empleados del gobierno, abundan iglesias y tiendas de recuerdos y de productos típicos como los cigarros puros liados a mano.

escalera en la caleta foto javier martinez cronica urbana blog - Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas
Escaleras contiguas a la caleta de las monjas Foto de Javier Martinez

SE HACE VIDA DE PUEBLO

Pero para sus vecinos, en la parte alta, las calles Luna, Sol y San Sebastián comprenden un barrio de casas coloniales de vivos colores y balcones de madera donde se hace vida de pueblo y todo el mundo se conoce.

El artista Carlos Irizarry, que cumplió cinco años de prisión por tratar de secuestrar un avión con una nota a la tripulación, acto que defiende que es una de sus mejores obras conceptuales, compara vivir en el Viejo San Juan con el Greenwich Village de Nueva York, donde residió varios años.

Celebró la vida bohemia del Viejo San Juan, que “es un museo de arte viviente, donde la historia de más de cuatrocientos años inspira al artista. No viviría en ninguna otra parte del mundo”.Sin embargo, sobre la famosa canción de Noel Estrada que piropea a la ciudad amurallada “En mi Viejo San Juan”, dijo que “es fea de vicio”.

Para Irizarry, lo más hermoso de la ciudad son los entierros: cuando la comitiva fúnebre sube la Norzagaray, perfumada por el Atlántico, hasta la llegada al cementerio Santa María de la Magdalena de Pazzis, en La Perla, fuera de las murallas y mecido por las olas.
Además de personalidades boricuas, como el prócer Pedro Albizu Campos, en ese cementerio fue enterrado por su deseo expreso el poeta español Pedro Salinas.
En su obra cumbre, “El contemplado”, Salinas escribió de ese mar: “¡Si tú has sido para mí, desde el día que mis ojos te estrenaron, el contemplado, el constante Contemplado!”.

En febrero, la calle San Sebastián celebra sus multitudinarias fiestas como colofón a la Navidad más larga del mundo, presumen los residentes, pues aseguran que en el tropical Puerto Rico sólo hay dos estaciones: verano y Navidad.Unas Pascuas nevó en San Juan porque la entonces alcaldesa Felisa Rincón de Gautier (1962-1968) trajo un avión cargado con el blanco elemento.

Gerardo Arroyo, catedrático de Biología la Universidad de Puerto Rico y autoridad en ADN es también propietario de El Farolito, uno de esos locales donde bebedores de cerveza de lata arreglan el mundo cada noche, como el almacén Rivera Hermanos, el billar Marrero o el club Café Seda.Arroyo indicó que “la convivencia de barrio es muy real, donde hay ambiente de tertulia en diferentes niveles”.

El pintor y serigrafista Luis Alonso explicó que el VSJ se ha mantenido como centro cultural del país, lo que ha provocado el especial ambiente artístico, pero lamentó que el precio de las viviendas han subido tanto que los nuevos vecinos ricos “viven en las casas encerrados y no hacen vida comunitaria”.

Por su parte, Millito Cruz, profesor de cuatro, instrumento típico puertorriqueño, en varias universidades, un día hace 17 años estaba paseando en bicicleta cuando llegó hasta el Viejo San Juan se encontró con unos amigos “y me quedé”.
“La ciudad es muy romántica, me encanta caminar cuando llueve con mi paraguas, tengo a mis amigos aquí, toco en Amadeus (restaurante de la San Sebastián), la gente es tremenda, esta es la ciudad más bella del mundo”, aseguró.

Los vecinos más antiguos, como el enmarcador Francisco Luciano, recuerdan la época que el salsero Héctor Lavoe reflejó en la canción “Calle Luna, calle Sol”, cuando había decenas de bares donde se “conectaban” prostitutas para subirlas luego a hoteles cercanos.

Las peleas con los “abusadores” marinos estadounidenses se repetían a diario hasta que les prohibieron desembarcar, por lo que el negocio de la prostitución decayó en la década de los ochenta.

“Dónde está ahora el Burguer King había entonces un cine de películas pornográficas”; pegada a la actual casa de uno de los más ricos del país, Richard Carrión, estaba el “puticlub” El Prado; cerca el Malamute, que estaba 24 horas abierto; y abajo, en la Puntilla, estaba el “Sun of the Sea”, donde “se acababa a navajazos”. . .

adoquin saltarin en la odonell foto javier martinez cronica urbana blog - Un Vecindario Encantado por la Historia y los Artistas
Calle O’Donnell del Viejo San juan Foto de Javier Martinez

Por Iñaki Estívaliz – EFE

Décimo aniversario de un documental maldito

Este año se cumple el décimo aniversario de la producción del documental sobre Venezuela «La lucha sigue», que realizamos tras muchas trancas y barrancas el financiador, director y editor del proyecto, Eduardo Aguiar, el cámara Carlos Zayas, el sonidista Kike Cubero, y este servidor. La rocambolesca y apasionante historia de cómo se inspiró, financió y realizó la película «La lucha sigue» será contada en una próxima entrada en este blog. Como parte de las publicaciones para celebrar este aniversario, pueden ver a continuación algunas fotos de aquella extraordinaria aventura.

Tras las fotos aparece el enlace al documental, que ha sido exhibido en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, la Universidad de Puerto Rico y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), entre otros auditorios subversivos.

«La lucha sigue» no se ha emitido en ninguna cadena de televisión, al ser considerado un producto propagandístico por las redes conservadoras de derechas y disidente por los canales institucionales de izquierda.

Ahora que lo he visto de nuevo 10 años después, me gusta todavía más y me parece más pertinente. Se dicen cosas y se muestran análisis de los sin voz que no vas a ver en ninguna otra parte.

Si te apetece ver un documental radicalmente independiente y honesto sobre la Venezuela que dejó Hugo Chávez: aquí tienes; buen provecho.

Dedicado a Odalie Reyes

Propaganda, violencia y revolución. La violencia en Venezuela según un reportero imprudente

https://www.aporrea.org/venezuelaexterior/a180005.html

Las experiencias más violentas que padecí en los dos viajes que realicé a Venezuela entre marzo y junio de 2013 se produjeron en el interior de dos aviones antes y después de pisar territorio criollo.

Soldados desarmados esperan con ramos de flores el paso del féretro con los restos del presidente Hugo Chávez/Foto: I. Estívaliz

Por: Iñaki Estívaliz 

Las experiencias más violentas que padecí en los dos viajes que realicé a Venezuela entre marzo y junio de 2013 se produjeron en el interior de dos aviones antes y después de pisar territorio criollo.

El precio del pasaje directo de San Juan a Caracas impuesto por las compañías aéreas estadounidenses resultaba inabordable para mi presupuesto, así que en ambas coberturas hice trasbordo en Atlanta a la ida y a la vuelta. Dos días después del anuncio de la muerte del presidente Hugo Chávez yo alucinaba en el aparato de Delta en el que volaba de Puerto Rico a la Ciudad de la Coca-Cola. En clase turista, el espacio entre asientos era tan escaso como los que yo conocía, pero este Boeing estaba equipado en todos los asientos con un sistema de entretenimiento audiovisual que me dejó aturdido casi todo el viaje. Casi me olvido que me dirigía como periodista freelance, que es como decir con el culo al aire, a uno de los países más violentos del mundo, según ha insistido la prensa internacional durante los 15 años de gobiernos democráticos chavistas, en un momento histórico excepcionalmente convulso en el que podía pasar cualquier cosa, entre ellas, una generalización de la violencia a niveles de guerra civil, dramática eventualidad que consideraron entonces como posible algunos analistas. Me pasé las cuatro horas de vuelo cambiando canales de radio y televisión, comenzando a ver películas de estreno, series y documentales, y naufragando en internet.

Sin embargo, el aparato que Delta dedicaba al tramo de Atlanta a Caracas debía llevar cuatro décadas en el aire. Los asientos eran relativamente modernos, pero un concierto de crujidos y ronquidos provenientes de diferentes partes del interior y del fuselaje del avión vaticinaban un cercano desguace. Pretendía dormir un poco. Los días previos no había podido por los preparativos y la colecta de donaciones. Pero cuando me acomodaba en mi butaca, se sentó a mi lado un joven de veinte y pocos años, de estatura media y pelo moreno con un recorte clásico corto, marcando pectorales en su polo de rugby de manga larga con franjas celestes y marrones.

No imaginaba que empezaría a trabajar sobre el terreno miles de kilómetros antes de llegar a Caracas, y es que el joven exalumno del Colegio San Ignacio de Loyola de la capital venezolana me obligó. Me obligó muy cortésmente y con educada insistencia, aprovechando que yo, en asiento de ventanilla, no tendría escapatoria durante las próximas cuatro horas y media salvo para ir al baño en algún momento. Es lo que tiene ser periodista, que uno siempre está trabajando por deformación profesional o porque la mayoría de la gente con la que cruzas unas palabras y se entera de que eres reportero se cree con el derecho a ponerte a trabajar y te dispara una queja, te regala una confidencia o te sugiere un perfil. Descubrí durante mis dos viajes a Venezuela que allí sucede eso especialmente, en mi caso diría que exclusivamente, con los críticos con la Revolución Bolivariana y el proyecto socialista impulsado por Chávez. Los opositores, denominados peyorativamente escuálidos, caen como moscas sobre los periodistas internacionales con enjoyadas lamentaciones, siempre clasistas y a menudo abiertamente racistas.

Javier era listo. Sabía parecer culto. Hizo un comentario sobre el libro de José Saramago, que yo había apoyado sobre mi bandeja reclinable, que recuerdo le quedó lo suficientemente lúcido como para que se pudiera inferir que lo había leído todo del Nobel portugués, pero demasiado ambiguo como para mojarse específicamente sobre aquel ensayo literario acerca de unos comicios lluviosos, y su repetición, en los que los electores votaron en blanco mayoritariamente comenzando así una revolución pacífica.

Pero yo no quería hablar con él de literatura y mucho menos de política. Siempre me ha resultado violento tener que hablar más de lo necesario si es obligado por la cortesía y no por natural simpatía o empatía hacia el otro. Como Javier había comenzado un interrogatorio que se veía decidido a continuar todo el viaje, me puse a trabajar tratando de ser cuidadoso con mis expresiones y, ya que no me iba a dejar en paz, pensé que lo mejor era que no me viera como un enemigo frontal por mi aprecio por el proceso bolivariano.

Le confesé con orgullo no fingido que me había formado durante trece años en un colegio jesuita en España antes de ingresar en la universidad y que viajaba a Venezuela para tratar de ver con mis propios ojos una realidad que me parecía que la prensa internacional estaba distorsionando. Traté de moderar mi pasión al plantearle que mientras los medios de comunicación hegemónicos bombardeaban la imagen internacional de los gobiernos chavistas, los datos que publicaban organismos internacionales continuamente confirman y destacan los logros experimentados en el país en cuanto alimentación, vivienda, educación, salud y erradicación de la pobreza en general, a parte del extraordinario aumento de la participación ciudadana a muchos niveles organizativos y decisionales.

Soldados lanzan flores sobre el vehículo que porta los restos del presidente Hugo Chávez/Foto: Iñaki Estívaliz

Javier me describió un país devastado en el que el gobierno derrochaba la gasolina (en Venezuela cuesta llenar el tanque de un camión lo que en otros países vale un chicle), donde: las viviendas que el Estado construía para los pobres se levantaban con malos materiales y a la ligera; no se podía salir de casa después de las seis de la tarde si no se quería ser secuestrado o atracado; la educación era de pésima calidad; todo el mundo pasaba necesidades y escaseaban los productos básicos en los supermercados; se había producido un retroceso tecnológico de cuarenta años; los “boliburgueses” (bolivarianos corruptos) se robaban los escasos beneficios (por la supuesta incompetencia de los funcionarios revolucionarios) del inagotable petróleo del Orinoco; el aparato represivo chavista me impediría moverme con libertad e incluso que me fumase un cigarrillo en la calle. Me aconsejó, despertando mi asombro, que no fumara en la calle si no quería que me arrestaran para pedirme dinero a cambio de dejarme libre sin proceso judicial o multa administrativa. Cuando le dije que me alojaría en Parque Central, en el centro de Caracas, y le pregunté por lugares de recreación social nocturna, para beber o ver bailar salsa o asistir a un concierto, me miró como si fuera un marciano, me aseguró que desde que llegó Chávez al poder no había lugares para salir de fiesta en todo el país y me advirtió que tuviera mucho cuidado en esa zona y que nunca caminara solo.

Nueve meses después de aquella conversación, aun me estremece la violencia de esas mentiras y verdades a medias que como letanía insistente repite con proselitismo religioso todo opositor venezolano. Javier había ido y regresado a Atlanta el mismo día “de compras y para arreglar un asunto de una casa”.

Salí del aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetia y mientras negociaba con un taxista el precio del trayecto a Parque Central (Javier no se atrevió a pedirle a quien iba a recogerlo a él que me acercara a mí a una zona tan peligrosa) vi a un joven guardia nacional fumándose un cigarrillo. Me acerqué a él y le pedí candela. Me la dio sin dar importancia al gesto y seguí caminando con el taxista, que insistía en cambiar mis escasos dólares por sus devaluados bolívares. A toda velocidad por la carretera que une el aeropuerto con Caracas, el taxista me aseguró que la situación tras la muerte del mandatario estaba tranquila, que no creía que se fueran a producir estallidos de violencia, que el pueblo venezolano es un pueblo pacífico. Algunos chavistas denunciaban que se había producido un magnicidio y esperaba encontrarme con una especie de estado policial, de sitio, militarizado. Pero pasada la media noche la carretera estaba desierta y solo cada varios kilómetros había apostadas parejas de soldados que parecían aburrirse mucho.

De todo lo que me dijo Javier, supongo que hay que reconocer que también en Venezuela hay funcionarios corruptos, que quizá las entregas de casas de las misiones Vivienda se hagan a veces precipitadamente para alojar de emergencia a afectados por inundaciones y otras calamidades, y que las cifras de muertes violentas en el país hablan por sí mismas. Pero también esto último se puede matizar explicando que cuando se produce una muerte violenta en Venezuela, en el primer momento queda registrada como eso, una muerte violenta, sin que se especifique si se trata de un homicidio o un accidente de tráfico, doméstico o comercial. Cuando finalmente se establece si se trata de asesinato o accidente, nadie se encarga de revisar y publicar nuevas estadísticas desglosadas. En Puerto Rico, el primer parte policial sobre cualquier suceso ya establece si se trata de un asesinato o un “accidente fatal” sin considerar que un accidente puede haber sido consecuencia del corte intencionado de los frenos de un vehículo, por ejemplo.

Entre marzo y junio del año pasado me alojé en diferentes momentos más de 40 días en Parque Central y caminé solo por toda Caracas a toda hora, incluyendo a menudo la madrugada y barrios de mala fama como Petare, y nunca tuve el menor indicio de que corría peligro. Claro, para mis colegas corresponsales extranjeros en Venezuela, aunque no salgan de Altamira o Chacao y escriban desde el otro lado de los alambres de púas, yo como periodista debo ser una especie de inspector Clouseau, el despistado y atolondrado gendarme francés que interpreta Steve Martin en La Pantera Rosa y que resuelve los casos sin enterarse de lo que pasa a su alrededor.

Mientras los opositores apelaban constantemente a la escasez y al “hambre” que pasaban, yo me maravillaba con el tamaño de las raciones que servían en los restaurantes y bares caraqueños. Con una sola comida, mi cuerpo se saciaba para el almuerzo, la merienda y la cena, y a menudo pedía que me prepararan los restos para llevar. Me fascinaban los puestos de las esquinas con todo tipo de generosos ofrecimientos gastronómicos, desde las tradicionales arepas rellenas a los emparedados de filete de lomo o “pepitos”, con carne con la que un cocinero español sacaría para seis o siete serranitos; o esas hamburguesas gigantescas con lechuga, cebolla, tomate, aguacate, huevo frito y que siempre me comía en dos o tres sentadas porque me resultaban exageradas para una sola comida. Todavía más me chocó comprobar que Caracas cuenta con una treintena de modernos centros comerciales de varias plantas y cientos de establecimientos, desde tiendas de artículos de lujo de todo tipo (clásicos y tecnológicos), donde se pueden encontrar los mismos productos accesibles en cualquier país capitalista, hasta multicines y parques infantiles temáticos. Me sorprendió comprobar que no hubieran nacionalizado todavía el BBVA (Provincial), banco que en Puerto Rico y en España había asfixiado mi existencia durante años.

En los supermercados, es cierto que a veces no se encontraba algún artículo como el jabón de fregar platos, pero si un día faltaba algo, la misma semana las autoridades encontraban toneladas del producto en escasez almacenado por algún especulador o saboteador escuálido.

Es cierto que el asunto no es tan simple, así que mejor no me desvío del tema y sigo hablando de la violencia que yo vi. Una de las pocas veces que estuve a punto de sentirme amenazado fue en las afueras de la Asamblea Nacional el día que Nicolás Maduro tomó posesión como presidente encargado antes de ganar las elecciones por un margen más breve de lo previsto.

Las calles que rodeaban el Palacio Legislativo estaban cubiertas por una alfombra humana roja. Miles de chavistas entonaban consignas, principalmente, para que se enterraran inmediatamente tras las exequias los restos de Chávez en el Panteón de los Próceres junto a la tumba de Bolívar. Yo trataba de llegar a algún acceso al edificio de la cúpula dorada como en un concierto multitudinario a la primera fila bajo el escenario. De mi cuello colgaba un collar de credenciales de prensa expiradas y sentí el escozor de algunos ojos que, más que odio, reflejaban rabia e incomprensión. Para avanzar tuve que empujar. Gritaba: “prensa de Puerto Rico, por favor”, muy orgulloso y algo ridículo.

Después de rodear la cuadra y de varios intentos fallidos de superar las barreras de militantes chavistas y soldados de luto, vi a un equipo de televisión al que le abrían las rejas que rodean el edificio a pocos metros de donde yo me encontraba aprisionado nuevamente como en una lata de sardinas rojas. Me desembaracé de los cuerpos que me rodeaban y salté sobre la jardinera que me separa del soldado que había movido varios barrotes de la verja donde no parecía que hubiera puerta. Trataba de convencer al soldado haciendo equilibrios sobre el filo de un arriate cuando sentí que una mano de piel suave apretaba una de las mías. Una periodista venezolana de melena negra de anuncio de champú, con cuerpo de modelo latina en EEUU y credenciales de radio local, me jaló hacia el soldado, casi tirándome sobre él, mientras le increpaba: “si dejaste a esos, nos tienes que dejar a nosotros y chamo, abre ya que no llegamos”. Dejé de oír los gritos y las consignas y por mi madre que empezó a sonar música de película romántica de aventuras.

Me di unos golpecitos en la cabeza como para destaponarme los oídos y cuando regresó el clamor bolivariano, la compañera había desaparecido. Volví con mi lema, “prensa de Puerto Rico”, en un caos de correcorres y melés espontáneas: a un lado, los periodistas amogollados tratando todos de ser los primeros en conseguir el acceso al salón elíptico; al otro lado, los oficiales de prensa insistiendo en la necesidad de hacer dos filas.

Como periodista en misión, siempre me ha parecido más honrado colarme que ser invitado a cualquier actividad oficial o comercial. Por eso cuando en menos de cinco segundos el centenar de periodistas obedientes y oficiales de prensa desorganizados desapareció, yo trataba de hacerme el encontradizo con alguno de los diputados y generales que entraban rodeados de guardaespaldas al recinto parlamentario con la intención de seguir caminando con ellos hasta donde me dejaran. Me ordenaron esperar sin acercarme a la entrada junto a una periodista de AFP a la que habían asignado escribir la nota, y tomar fotos e imágenes de video, de la ceremonia de investidura, pero que como yo, había perdido la fugaz oportunidad de entrar con el resto de los colegas.

Con nosotros esperaban que las dejaran entrar una anciana y una mujer indígenas que habían llegado a Caracas desde una zona remota de los Andes para las exequias. Les planteé que porqué los chavistas insistían en enterrar inmediatamente a Chávez en el Panteón de los Próceres cuando, por un lado, la Constitución de 1999 de la que tanto presume el chavismo indica que hay que esperar 25 años después de la muerte de cualquier personalidad que vaya a ser enterrada allí como héroe nacional; y que, por otra parte, Chávez había dejado dicho que quería que lo enterraran en su tierra, Barinas.

Las indígenas, hablando sobretodo la más joven y afirmando siempre con la cabeza la mayor, me contestaron con pasmosa sencillez, propiedad y firmeza, que es que “en Venezuela manda el pueblo. Lo que nuestro presidente Chávez nos enseñó es que quien manda, quien manda aquí en Venezuela de verdad, es el pueblo, no Chávez. Chávez nos enseñó que lo importante es lo que quiera el pueblo, no lo que quiera Chávez. Además, la Constitución es una herramienta del pueblo que provee para que si el pueblo quiere, si el pueblo se organiza, se puede enmendar la Constitución para que diga lo que quiere el pueblo que diga”.

Me olvidé de la juramentación y me fui a mi casa pensando que empezaba a comprender lo profundo que habían calado los programas Aló Presidente y la enormidad de la distancia que había entre la realidad de Chávez y su imagen de payaso internacional que los medios corporativos habían creado sobre él.

Un joven venezolano de los cerros de Caracas ve pasar la comitiva fúnebre del presidente Hugo Chávez/Fotos: Iñaki Estívaliz

Abordé un vagón de metro en el que no había nadie cuando me senté. El subterráneo comenzó a moverse, pero se detuvo violentamente. Al vagón saltaron siete jóvenes, con pinta de malandros, que comenzaron a saltar sobre los asientos y a correr de un extremo al otro. Pensé que me iban a asaltar, sin embargo, comenzaron a cantar un rap.

Uno de los jóvenes marcaba el ritmo golpeando el sujetamanos de metal, otro raspaba unas endiduras de plástico del mobiliario, otros tres simulaban el sonido de instrumentos con la boca y las manos y los otros dos entablaban un ingenioso duelo de rimas incorporando sucesos de la actualidad más inmediata. Tan brillantes me parecieron que me despreocupé por completo de la posibilidad de ser atracado, así que desenfundé mi HTC Android, la única posesión material valiosa que ostentaba si no la tenía en un bolsillo, y les apunté con la cámara de video. “Mi gente, algo para Puerto Rico”, les propuse. El resultado, penosamente grabado, está en Youtube, aunque no se aprecian las rimas improvisadas sobre “el pana que ha venido de Puerto Rico a despedir al comandante”.

La primera vez que visité la kilométrica fila que formaron durante días cientos de miles de venezolanos para llegar a la capilla ardiente donde descansaba el féretro con el cadáver de Chávez me sentí violentado, de nuevo, por un opositor, aunque no me di cuenta de lo que realmente había pasado hasta varios días después. Salí del metro a la calle en la estación Símbolos con hambre canina y me acerqué a uno de los puestos de hamburguesas apostado en la misma explanada de la boca de la estación. Me puse detrás de dos personas que hacían fila. Noté movimientos extraños alrededor que parecían tener que ver conmigo, pero no acertaba a comprender qué estaba pasando.

Cuando me tocó el turno, pedí una completa y después de esperar varios minutos y de que hubieran comenzado a preparar la hamburguesa, una señora, que no había visto hasta ese momento, me dijo que el puesto estaba cerrado y que no daban más comida. Perplejo, no supe ni qué preguntar. Me señalaron el puesto, idéntico, que había a unos diez metros de distancia.

Volví a pedir lo mismo. Cuando le di el primer bocado a la hamburguesa, que hubiera esperado hasta ese momento no se lo perdono, una joven que resultó ser periodista de una emisora del grupo PRISA se me presentó. Fue muy amable aunque mirándome también como a un extraterrestre, me advirtió de los muchos peligros que corría al andar por allí sin protección y me presentó a su madre, una señora con cara de amargada y ojos inundados de odio, que la acompañaba a la cobertura para protegerla, que precisamente ese día los chavistas habían agredido a una corresponsal extranjera. Había tragado sin poderlo disfrutar un tercio de mi hamburguesa cuando la envolví y la guardé, me levanté, intercambiamos direcciones y teléfonos y me dirigí hacia los mil y un peligros que me esperaban, pero lo único que encontré fue el amor y el luto de un pueblo empoderado. Me conmovió ver a soldados desarmados repartiendo gratuitamente ejemplares de la Constitución de 1999.

Me costó atar cabos y comprender la trapera estratagema que la colega había urdido para propiciar un encuentro con el periodista extranjero. En lugar de acercarse de frente y presentarse, había impedido que pudiera comer en otro lugar que no fuera en la silla que estaba junto a ella.

En una de las ocasiones que acudí al Paseo de los Próceres, último tramo que recorría la fila hasta llegar a la Academia Militar, terminé de hacer entrevistas a las tres de la madrugada. Todavía quedaba un buen rato para que abriera el metro y mi presupuesto nunca estuvo para taxis. Aunque me gusta caminar, la distancia hasta Parque Central era enorme y me costaría demasiado tiempo y esfuerzo. Había viajado en mototaxi, que aunque no podía permitirme a diario, en aquel momento me pareció la mejor, la única opción. Abordé a un motorista en un semáforo, pero me dijo que no era mototaxi. El semáforo se puso en verde y el motorista, joven de unos treinta años con cazadora de cuero negro, dio una vuelta a la rotonda y paró la moto a mi lado. “¿A donde vas?”, me preguntó. “Pero… si no eres mototaxi…”, titubeé. “Voy a Parque Central. Si puedes llevarme, ¿cuánto me vas a cobrar?”, le pregunté. “No te preocupes. Sube”, me ordenó.

Desde el asiento trasero, yo buscaba por todas partes las torres gemelas de Parque Central, que son una referencia visual desde casi cualquier punto de Caracas. Como no aparecían por ninguna parte pensé que ya sí que me iban a llevar a un sitio malo a hacerme cosas malas.

Cuando de repente, tras una curva de la autopista, aparecieron imponentes las torres, me entraron ganas de abrazar al motorista, que me preguntaba en ese momento que en qué parte de Parque Central debía dejarme. Cuando lo hizo, casi tuve que meterle yo en el bolsillo los 40 bolos que insistí en darle “por lo menos para un café” y que se negaba a aceptar.

El estruendo de los cacerolazos durante los días que siguieron a las elecciones a las siete de la noche, a mí me resultaba más folclórico que impresionante. Para muchos de los que golpeaban ollas y sartenes aquellos días seguro que era la primera vez que tocaban una cacerola. Me imagino a algunos ordenando al servicio que las golpeara por ellos.

Me resultó violento que en muchos restaurantes exhibieran grandes cartelones recordando la prohibición de entrar en los establecimientos portando armas y que en algunos de ellos hubiera que pasar, incluso, por un detector de metales antes de entrar. Recordé que más violento me pareció, cuando llegué a Puerto Rico, observar delante de mí en la fila de un Burguer King a dos hombres, presuntos policías o agentes federales de paisano, armados con obscenas pistolas de gran calibre que les colgaban de las caderas en ángulos de 45 grados y que parecía que en cualquier momento se les iban a caer o que a alguien de más atrás se le iba a ocurrir agarrar alguna. En Venezuela yo, periodista Clouseau, vi muy pocas armas y todas de autoridades uniformadas.

No puedo obviar que durante mi estancia en el país suramericano, se produjo un altercado violento en el Parlamento en el que la oposición denunció que varios de sus diputados resultaron heridos. Tras las elecciones, el no reconocimiento de los resultados por parte de la oposición provocó, según las autoridades chavistas, al menos una docena de muertos. Confieso que de esas cosas me enteré por la televisión.

Yo tuve suerte. Más suerte que cada una de las más de 28.000 personas que el año pasado fallecieron en muertes violentes, y las que se hayan producido este año, y las que se produjeron en años precedentes, en Venezuela.

La situación más violenta que viví durante mis viajes a Venezuela, donde contrario a lo que Javier me había previsto, gocé en cines y tabernas, en ferias populares y conciertos de música electrónica, se produjo cuando dejaba el país en el segundo viaje de regreso a Atlanta para la conexión con Puerto Rico.

Al subir al avión encontré que me había tocado en una línea de tres asientos solo con uno de ellos de pasillo. Afortunadamente, mi boleto decía, como había solicitado al comprarlo, que mi butaca era la de pasillo. Pero una nonagenaria de hueso y pellejo, enjoyadísima y enfundada en un abrigo de piel de zorra, me había usurpado mi asiento. Me aseguró que aunque su asiento era el del medio, yo se lo cedía porque ella estaba muy vieja.

Apenas si había dormido las tres o cuatro noches anteriores trabajando en el documental que durante mi segundo viaje realicé, también bastante por la libre, con Eduardo Aguiar, Carlos Zayas y Kique Cubero, y estaba exhausto tras un maratón de entrevistas en Barinas. Le dije a la emperifollada señora que por supuesto se quedara con mi asiento, pero que por favor me dejara descansar, que no había dormido hacía días. A la señora no le importó mi agotamiento. Me agarraba del brazo y me hacía mirarla a los ojos mientras me contaba que su hijo no iba a regresar a su país “mientras siguieran esos” y, sin soltarme un segundo ahora la muñeca, ahora el antebrazo; ahora las puntas de sus dedos enjutos me golpean en la pierna, en el estómago, en el pecho; compartía con la joven escuálida de la ventanilla las innumerables calamidades y vejaciones provocadas por las hordas de brutos, negros y desdentados que el demonio chavista había armado contra la gente de bien, esa que vivía aislada de los cerros en una burbuja en Caracas cuando, antes de Chávez, los pobres no podían llegar al centro porque no había ni puentes peatonales ni funiculares que atravesaran las autopistas que rodeaban a la urbe civilizada manteniendo a los sucios parásitos humanos de los cerros alejados de la élite privilegiada.

Aquella vieja no me parecía una cotorra, era un grajo que me seguía tirando de la camisa y no callaba aunque yo cerrara los ojos y me hiciera el dormido o le rogara que por favor me dejara dormir. Cuando la mujer grajo se levantó para ir al baño, corrí a un azafato y le dije que o me daba otro asiento o iba a acabar estrangulando a la señora, que viajaba a Atlanta a comprarle una casa a su hijo porque “si no lo dejan volver, una tiene que ayudarlo al pobre”.

No cabe duda de que la violencia, como nos recordó el día de reyes el asesinato de una ex Miss y su familia, acribillada a balazos en el interior de un vehículo, es una asignatura pendiente de la Revolución Bolivariana. Pero tampoco se pueden exigir resultados espectaculares inmediatos cuando se trata de un proceso, hacia el socialismo venezolano, que no fusila, que no tortura, que no hace desaparecer a disidentes políticos ni delincuentes comunes como gobiernos precedentes y que está enfocado en la educación de todos para todos. En estas condiciones, sin represión, yo esperaría los resultados espectaculares en una generación.

El espejismo islandés, la revolución traicionada

Por Iñaki Estívaliz | 16/12/2015 | Europa

Lejos del Círculo Polar Ártico, la forma en la que Islandia afrontó la devastadora crisis económica en la que cayó en 2008, encarcelando a banqueros, derrocando al gobierno y procesando al primer ministro, y al negarse supuestamente a pagar parte de su deuda o rescatar a sus bancos, se vio, sobre todo por los movimientos […]

Lejos del Círculo Polar Ártico, la forma en la que Islandia afrontó la devastadora crisis económica en la que cayó en 2008, encarcelando a banqueros, derrocando al gobierno y procesando al primer ministro, y al negarse supuestamente a pagar parte de su deuda o rescatar a sus bancos, se vio, sobre todo por los movimientos sociales europeos de izquierda, como un modelo a seguir, un ejemplo de democracia real y participativa, la manifestación de un paraíso popular.

De cerca, Islandia parece otro planeta con su geografía de paisajes volcánicos y boreales, salpicada de géiseres y glaciares, con sus piscinas públicas de aguas termales al aire libre bajo la nieve, sus parlamentarios sin vehículo oficial ni chófer viviendo en pequeños apartamentos donde ellos mismos se tienen que hacer la colada, y con su anterior primera ministra, Jóhanna Sigurðardóttir (2009-2013), abiertamente lesbiana.

Pero no es oro todo lo que reluce, la realidad es compleja y la historia no es la misma según quien la cuente.

La islandesa Selma Björt Stefánsdóttir tiene «casi 18 años», trabaja en un hotel limpiando habitaciones y cuando le planteo esta visión romántica de la «revolución de las cazuelas» se arranca de las orejas perforadas los auriculares del teléfono inteligente y me dice: «para contestarte déjame encenderme otro cigarrillo». Se lo prende y comienza a hablar con una sonrisa triste.

«Cuando sucedió aquello yo era muy joven y no entendía bien lo que estaba pasando. Veía a mi familia comprando un montón de cosas y gastando un montón de dinero, pero de repente no había dinero para nadie. Mi familia perdió su casa», recuerda Selma.

«Cuando yo tenía once años tuve que empezar a trabajar en un hotel. Ahora todo es muy caro. Casi no puedo pagar el alquiler de mi apartamento. Es muy duro. A veces una se pone furiosa de cómo lo jodieron todo, de cómo ahora siendo tan joven todo está frente de ti y no puedes comprar nada. Tienes que trabajar, trabajar, trabajar y nada más que trabajar y todo es carísimo, incluso la comida», lamenta la joven islandesa, casi independizada de sus padres a tan temprana edad como es normal en estas frías latitudes.

El gobierno de coalición entre el Partido Socialdemócrata y el Verde-Izquierda, que le dio la espalda a los ciudadanos que obligaron a dimitir al gobierno neoliberal y aceptó las draconianas condiciones impuestas por organismos extranjeros, «iba a hacer cosas buenas pero lo fue haciendo peor y cada vez peor. Nuestro sistema de salud era uno de los mejores del mundo y ahora está totalmente jodido. A principios de este año caí muy enferma, tuve que ir al médico y me costó mucho encontrar uno porque la mayoría de ellos se ha ido porque no hay dinero. El sistema está en la ruina, está muerto, y los impuestos son tan altos que casi todo lo que gano se me va en pagar al gobierno», se queja Selma.

Varios académicos de Reikiavik consultados para este reportaje aseguran que Islandia no es la panacea política y social que a su presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, le gusta vender en el exterior presumiendo de que su país salió de la crisis sin recortes ni medidas de austeridad y desoyendo los consejos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea, mientras anima a otras naciones de Europa azotadas por la crisis económica a seguir el modelo islandés con la siguiente fórmula: hay que poner «los intereses económicos en una mano y la democracia en la otra».

La profesora de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad pública islandesa en Reikiavik, Alyson Bailes, académica británica que ha trabajado en Islandia los últimos nueve años, asegura que la presunción de que los islandeses manejaron la crisis mejor que otros países es lo que «a su presidente y otros políticos les gusta difundir, pero no es un hecho verdadero, como bien han demostrado investigaciones internas y análisis académicos».

«Creo que en muchos aspectos la crisis se manejó mal», sostiene Bailes, quien menciona un «riguroso» documento realizado sobre el colapso financiero islandés, el «Black Report (Informe Negro)», que señala numerosos errores cometidos tanto por el sector privado como por el gobierno y las «a menudo deshonestas» relaciones entre ambos.

En 2008, la economía islandesa colapsó debido a las malas prácticas financieras de sus bancos y las tres principales instituciones bancarias del país, con despachos en Gran Bretaña y Holanda, aunque no fueron rescatadas como en otros países, fueron nacionalizadas. Los islandeses se echaron a la calle a finales de aquel año haciendo sonar cazuelas para protestar por la decisión del gobierno liderado por el primer ministro Geir Haarde y temiendo que los desmanes de sus banqueros los acabasen pagando las familias.

Las protestas callejeras frente al Parlamento se intensificaron hasta que el 26 de enero de 2009 el Gobierno dimitió, principalmente, según informes académicos, porque no estaba preparado para lidiar con problemas serios de seguridad: la policía islandesa no contaba con una fuerza de choque contundente y experta; los agentes apenas si sabían cómo usar los dispositivos de gas pimienta que estrenaron aquellos días de cazeroladas y petardazos.

En abril de aquel año, llegó al poder una coalición de la Alianza Socialdemócrata y el Movimiento de Izquierda-Verdes, con el liderazgo de Sigurðardóttir, prometiendo profundas reformas, la redacción de una nueva Constitución participativa popular y la adopción del euro como moneda.

Pero la coalición de centro izquierda, a parte del espectáculo de enjuiciar a Haarde y de meter temporalmente en prisión a algunos banqueros, ni llegó a aprobar la Constitución que promulgaba una democracia participativa, de hecho la saboteó, ni llevó a Islandia a la zona euro, y finálmene pasó por el aro del FMI, al que aceptó, en contradicción directa al mandato de sus votantes, la creación de una tasa especial para que cada familia islandesa pagase unos 48.000 euros en quince años para sanear la deuda privada contraída en Gran Bretaña y Holanda por los bancos ya nacionalizados. Se le reconoce entre las pocas cosas que habría hecho bien el haber diferenciado la deuda privada y extranjera de la pública.

Aunque la prensa internacional celebró el carácter abierto y democrático de los islandeses al haber elegido como primera ministra a una mujer que vivía con su pareja del mismo sexo, expertos islandeses coinciden en señalar que la sociedad islandesa no es más igualitaria o sensible a los derechos de la comunidad LGBT que otras de su entorno nórdico.

Los islandeses volvieron a las calles en enero de 2010 negándose a aceptar las condiciones del FMI para afrontar la deuda. El presidente, con escasos poderes prácticos pero con la potestad para convocar elecciones, se negó a rubricar el acuerdo y convocó en marzo un primer referéndum que abortó el pacto entre el gobierno de izquierdas y los intereses extranjeros. Un segundo acuerdo con el FMI volvió a ser rechazado en otro referéndum en abril de ese mismo año.

Paradójicamente, el principal impulsor del rechazo a estos acuerdos entre los organismos económicos internacionales y la coalición de centro izquierda fue Sigmundur David Gunnlaugsson, líder del conservador y liberal Partido Progresista desde 2009.

En enero de 2013, una sentencia del tribunal internacional EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio, en inglés) dio la razón a los islandeses que se negaron a pagar la deuda en las condiciones que se les imponía y que ese año le dieron la espalda a la izquierda, que supuestamente los iba a salvar pero que cedió a las presiones internacionales, y en abril saltaron a los brazos de la centro derecha tradicional del Partido Progresista de Gunnlaugsson y el Partido de la Independencia.

Estos dos partidos se habían turnado en el gobierno entre 1995 y 2007 y eran acusados por los movimientos sociales y por los ciudadanos en las protestas de haber sido los causantes de la crisis por no haber controlado los desmanes financieros de los bancos. Desde mayo de 2013, el neoliberal Gunnlaugson es el primer ministro de Islandia y lo primero que hizo al llegar al poder fue bajar los impuestos, pero sobre todo al sector pesquero, controlado por las familias más ricas del país.

Tras el anterior resumen concentrado de acontecimientos, que se vea a Islandia como un modelo ejemplar es, para el profesor de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Islandia, Örn D. Jónsson, un claro caso en el que los demás países «ven que las manzanas siempre parecen más maduras en el huerto del vecino».

Según Jónsson, el caso de Islandia ha tenido una gran repercusión mediática en el exterior a pesar del escaso peso de su población comparado con el de otras naciones (Islandia cuenta con poco más de 320.000 habitantes), no por lo bien que lo hizo, sino porque «fue la primera en caer».

Jónsson expone que en la década de 1980 Islandia se encontraba en una situación ventajosa habiendo creado un sistema bienestar saludable basado en el sector pesquero, pero que posteriormente el colapso financiero del país fue, ante todo, «resultado de las políticas económicas neoliberales y la inversión sin escrúpulos respaldada por los bancos y los fondos extranjeros. A los bancos islandeses se les permitía ir a la quiebra, por lo que algunas personas se hacían millonarias y otros tenían que pagar. Un universo económico simple y transparente se había transformado en uno mucho más complejo e inescrutable».

El profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Islandia Ragnar Arnason asegura que «los islandeses hicieron algunas cosas razonablemente bien y otras cosas mal».

Arnason destaca que el gobierno islandés de entre 2009 y 2013, ese que salió de las protestas, «estuvo con frecuencia en desacuerdo con la población de Islandia como lo ejemplifican los dos plebiscitos».

«En pocas palabras, el gobierno estaba mucho más dispuesto a hacer lo que los gobiernos extranjeros querían que lo que quería la población general de Islandia y, curiosamente, que el presidente, que es ante todo una figura decorativa, pero con la capacidad de convocar elecciones», subraya el profesor Arnason, que señala que durante el gobierno de centroizquierda se «profundizó significativamente y prolongó sustancialmente» la depresión económica con el aumento de impuestos y con «el mantenimiento de unos controles financieros mucho más allá de la crisis inicial», que dieron como resultado una «falsificación del valor de la moneda islandesa».

También lamenta Arnason que «la disposición del gobierno a ceder a las demandas» de Gran Bretaña y Holanda, «aunque fue detenida por la población islandesa», tuvo un gran costo en atención que podría haber sido mejor dirigida a otros temas y causó que «divisiones políticas innecesarias».

Además, el juicio al primer ministro «estaba obviamente políticamente motivado y finalmente quedó en nada», y el peliculero encarcelamiento de los banqueros fue, más que un ejemplo de una manera modélica de afrontar la crisis económica, simplemente «consecuencia de que esos banqueros quebrantaron la ley».

La profesora Bailes reconoce que la alianza de centro izquierda que gobernó entre 2009 y 2013 realizó «un buen trabajo técnico con la ayuda del FMI en áreas como PIB, comercio y empleo, lo que es positivo», pero que, sin embargo, «esto se consiguió solo con estrictos controles de cambio de divisas contrarios a la práctica moderna internacional y están demostrando ser muy difíciles de superar».

«Nada se ha hecho sobre la intrínseca debilidad de la moneda islandesa, porque la única alternativa real es el euro, pero las voces anti Unión Europea siguen siendo mayoritarias aquí, y el actual gobierno de centro derecha electo en mayo de 2013 se ha negado a dejar que la gente vote libremente en un referéndum sobre la conveniencia de continuar las negociaciones de adhesión con la UE o no. El proceso de adhesión se ha congelado simplemente por acción ejecutiva de una forma que muchos ciudadanos consideran no democrática», insiste Bailes.

Para esta profesora británica en Reykiavik, la «dramática victoria» del Partido Social Demócrata y el Partido Izquierda-Verde en 2009 representó una oportunidad para atender las demandas del pueblo islandés, sin embargo, estos gobernantes «perdieron la ocasión y derrocharon su tiempo en medidas excesivamente provocativas y divisorias, mientras fallaban precísamente en esas cosas que la coalición de izquierdas debería haber hecho bien como aliviar el malestar social causado por la crisis».

«El gobierno de la coalición de izquierdas concluyó sin haber realizado decisivos progresos sobre la constitución y los votantes acabaron extremadamente desencantados», lamenta, que señala que esta es la explicación para que en las elecciones de 2013 ganaran «exactamente aquellos que gobernaron Islandia durante el período previo a la crisis y cuyas políticas de desregulación, amiguismo con las grandes empresas, y la falta de supervisión, llevó a la burbuja bancaria».

Actualmente, «durante este gobierno, los bancos han vuelto a empezar a hacer bastante lo que les da la gana, los grandes propietarios de la agricultura y la pesca y los grandes intereses vuelven a tener una excesiva influencia sobre la política, el gasto social ha sido recortado y se han introducido medidas fiscales regresivas».

Bailes indica que recientemente, ya en 2015, se han producido «interesantes nuevas tendencias», como el hecho de que un tercio de los islandeses, según encuestas, apoya actualmente al pequeño Partido Pirata, con tres escaños en el Parlamento y que surgió para luchar por las libertades en internet, «y libertades públicas en general», pero que han desarrollado «sobre la marcha» un programa más abarcador.

El ascenso de nuevos pequeños partidos como Los Piratas supone una potencial pérdida significativa de votantes para los tradicionales, advierte Bailes.

En definitiva, según la académica británica, «la vieja rivalidad derecha-izquierda» ha continuado en Islandia de una «forma destructiva» que impide «una imparcial asignación de culpas y castigos» a unos u otros.

Otro profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Islandia, Thorolfur Matthiasson, es menos crítico con el gobierno de izquierdas que lideró Sigurðardóttir, y asegura que Islandia hizo las cosas mal sobre todo antes de la crisis.

Después del colapso de la economía en 2008, «Islandia puso en marcha el programa más completo de alivio de la deuda para las familias y las empresas que en cualquier otro lugar» y emprendió «un proceso constitutivo ejemplar que el actual gobierno no está respaldando».

Matthiasson defiende que «el juicio contra el Primer Ministro y el encarcelamiento de los banqueros fue parte de un programa de reconstrucción de la confianza entre el público con respecto al sistema social y legal en el país». Sin embargo, reconoce, el juicio al primer ministro «se convirtió en un teatro político que no fue bueno para la reputación de nadie».

Pero no a todos los islandeses les fue mal durante la crisis. «A nosotros, de hecho, nos fue muy bien», dice el dueño de un humilde restaurante del sur islandés que prefiere que su nombre no aparezca en este reportaje. «Con la devaluación de la moneda, el turismo creció enormemente y comenzaron a venir cada vez más extranjeros», celebra el pequeño empresario.

La economía islandesa se basa actualmente en el turismo, la pesca y el aluminio, cuyos precios en alza a principios de la crisis ayudaron a que la situación no fuera todavía peor de lo que fue, explica Bailes.

En Islandia, lo único que parece barato es la energía, que los islandeses aprendieron a encauzar desde sus numerosos volcanes. Por ello, uno de los países donde resulta más económico procesar el aluminio es este. Hasta China procesa aluminio en Islandia. Ahora, la economía islandesa depende sobre todo del precio del aluminio. Pero «a hora, hay preocupaciones serias sobre los precios del aluminio», señala Bailes.

Selma apaga su cigarrillo y concluye orgullosa y decidida: «sé que es a mi generación a la que le corresponde cambiar todo aquello que se hizo tan mal y lo vamos a hacer».

Tres presidentes: La intrahistoria de una foto histórica


Por Iñaki Estívaliz


Rozaban las tres de una clara y soleada tarde en Nueva York cuando el 6 de diciembre de 1988 el presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy decido a cambiar el mundo.

Al bajarse del avión, vestido con abrigo y sombrero grises, dijo a la prensa que la URSS planificaba ampliar su cooperación con todos los pueblos del mundo en esa visita en la que hablaría ante las Naciones Unidas y se reuniría con el presidente de EEUU saliente, Ronald Reagan, y el entrante, el incumbente vicepresidente George Bush, padre.

Poco menos de una año después, el 9 de noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín como consecuencia de las gestiones de Gorbachov con Reagan y Bush.

Con la esperada visita del dirigente de todas las Rusias a las Naciones Unidas, el día anterior había subido con fuerza la bolsa de Nueva York y las tres principales cadenas de televisión nacionales interrumpieron sus programaciones regulares para dar seguimiento especial a la visita.

Jose Antonio Rosario miraba la tele fascinado en su pequeño apartamento de proyecto entre East Tremont Avenue y White Plains Road en el Bronx.

Raisa Gorbachov, con abrigo de astracán marrón, lideraba el séquito de su marido, que incluía al ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevarnadze, y al miembro del Politburó y su mano derecha, Alexander Yakovlev.

La comitiva de 45 limusinas colapsó el tráfico de la ciudad en la hora punta de la salida del trabajo mientras seis mil seiscientos policías fueron destinados a la seguridad del mandatario en la visita de tres días.

Jose Antonio era entonces un fotógrafo independiente especializado en fotografiar artistas, especialmente salseros.

También dedicaba gran parte de su tiempo en escuchar en su escáner la frecuencia de radio de la Policía para llegar el primero a lugares donde acabara de suceder un accidente, un asesinato o se estuviera produciendo algún altercado.

Pero aquel día no había ido a trabajar e hipnotizado por la visita de los rusos era incapaz de separar su mirada del televisor.

Su primo Ernesto, que había salido del trabajo en la Telefónica, llegó al apartamento de Jose Antonio con una caja de Heineken maldiciendo por el tráfico infernal causado por la comitiva rusa, que se alojó en el edificio de la misión soviética ante la ONU en la calle 67 en Manhattan.

Los dos primos pasaron la tarde bebiendo cerveza, fumando marihuana y viendo la televisión, hasta que Jose Antonio, iluminado, le dijo a Ernesto: a mí me gusta Gorbi, me gustaría tener una foto de él.

Ernesto se rio y dudó de que pudiera conseguirlo. Te apuesto otra caja de Heineken y un saquito de pasto a que mañana consigo su foto de una manera u otra, a la distancia que sea. Y entonces acordaron la apuesta.

Ernesto se fue a su casa pensando que su primo era un fanfarrón bajo los efectos del cannabis, pero al día siguiente Jose Antonio se levantó temprano, desayunó fuerte porque no tenía un centavo para gastar en la calle, se puso su chaleco de fotógrafo y una de sus muchas gorras de béisbol y agarró su cámara y su credencial de periodista.

Caminó de East Tremont a Westchester Ave hasta la estación del tren número 6 disfrutando esperanzado de una mañana apacible y despejada. Tomó el tren hacia el sur de la ciudad hasta el puente de Brooklyn y de allí cogió el número 4 hasta Bowling Green, la última parada en Manhattan antes del río. Sabía que por allí tendrían que pasar los mandatarios de camino a Governors Island, pero no pensaba que acabaría montado en un transbordador con otros periodistas para cruzar el río.



Gorbachov declaró en la ONU que las sociedades contemporáneas necesitaban «un nuevo impulso» para afrontar los problemas internacionales.

Luego, el dirigente del Kremlin se desplazaría a Governors Island para celebrar el quinto y último encuentro con Reagan como presidente en el que participaría también Bush para garantizar la continuación de las conversaciones que concluyeron con la desmembración de la Unión Soviética. La reunión almuerzo duraría dos horas.

Jose Antonio no tenía ningún plan, salvo el de estar lo más cerca posible de Gorbachov para hacerle la foto.

Gorbachov ante la ONU aquel día portando en la solapa del traje un pin soviético, todavía. Foto de archivo.


A la salida del tren en Bowling Green se encontró con un policía de la ciudad ante el que se identificó como fotoperiodista. El agente le dijo que toda la prensa debía dirigirse al embarcadero de Governors Island. En el embarcadero, un policía militar daba instrucciones a gritos para que los periodistas acreditados hicieran fila pegados a una pared.

José Antonio se mezcló entre sus compañeros de profesión y se coló en el transbordador.

Aunque el fotógrafo freelance tenía una credencial de prensa genérica para periodistas independientes, no había sido acreditado por ningún medio para el evento, por lo que atravesó el río con una mezcla de ilusa esperanza y miedo pavoroso al Servicio Secreto, encargado de la seguridad cuando hay jefes de estado de por medio.

Mientras los periodistas atravesaban Buttermilk Channel la silueta de la Estatua de la Libertad se difuminaba en la distancia por una bruma gris que comenzó a apoderarse de la Bahía de Nueva York entristeciendo el final de la mañana como preámbulo a una tarde desagradable.

La Estatua de la Libertad mirando a José Antonio Rosario. Archivo.


Temiendo acabar siendo retenido por el Servicio Secreto y que se le impidiera cumplir su objetivo de capturar con su cámara a Gorbachov, José Antonio vio pasar su vida ante sus ojos.

Una vida, que como la de tantos puertorriqueños y su diáspora, es un continuo viaje de idas y vueltas que se sabe dónde empieza pero nunca dónde acabará.

De traspiés en traspiés en Nueva York y en Ponce, consiguió graduarse de cuarto año como técnico de radio y televisión, pero comenzó a trabajar en una tienda de útiles para el hogar, luego en una factoría de cuero y después arreglando maquinillas de escribir.

Encontró su vocación al empezar a trabajar en un taller de reparación de cámaras fotográficas en Nueva York donde aprendió fotografía.

Consiguió conectarse con el ambiente musical de la ciudad, especialmente con las bandas y cantantes de salsa y se ganaba la vida fotografiando a artistas como Celia Cruz, Cheo Feliciano, Héctor Lavoe y toda la clique de la Fania All Star.

La revista Canales Magazine lo contrató como fotógrafo oficial porque hacía fotos extraordinarias pero además por sus contactos para pasearse por el Madison Square Garden como Pedro por su casa.

Un día le pusieron problemas para fotografiar a Michael Jackson y le dijeron que tenía que ir a la Policía a conseguir una acreditación de prensa específica. En la comisaría conoció al detective a cargo de dichas credenciales, que era un boricua de apellido irlandés, Fred Elwick, que se enamoró de sus fotos de Ruben Blades, Willy Colón y otros salseros.

Jose Antonio empezó a llamarlo por las mañanas para que le contara lo que había pasado durante la noche, por si quedaba algo valioso que fotografiar y a quién le podría interesar comprar la foto, ya que el oficial tenía contactos con los medios.

Luego se compró un escáner de la radio de la Policía, se aprendió los códigos policiales, del departamento de bomberos, de las ambulancias, y comenzó a relacionarse directamente con los periódicos.

En las temporadas flojas, se ayudaba guiando un taxi no oficial de esos que en Nueva York llaman gypsy cab.


Jose Antonio se espabiló con el bramido del barco llegando antes de atracar en Governors Island y el corazón le empezó a latir con fuerza. Por momentos, se arrepintió de no ser un mero fanfarrón y haber emprendido aquella aventura que en algún instante le pareció ridícula, pero que se empeñó en no abandonar habiendo llegado tan lejos.

Una vez al otro lado del río, una guagua recogió a los periodistas y los llevó a un centro de prensa donde debían recoger las acreditaciones específicas del evento.



La bonita mañana se había convertido en una desapacible tarde gris y un sudor frío le bajaba por la frente a Jose Antonio, que se sentía como gallina sin cabeza y el único de la clase que no traía la tarea hecha de casa. Algunos colegas le aconsejaron que hablara con el oficial de Prensa de la Casa Blanca, Gary Foster, y el boricua se puso a preguntar por él hasta que lo encontró y le cayó encima.

Buenos días, señor Foster, dijo disimulando el tembleque por los nervios, mi nombre es Jose Antonio Rosario y soy el fotógrafo del periódico hispano de Nueva York El Diario La Prensa, me dijeron que viniera hasta aquí y que cuando llegara preguntara por mi credencial, mintió, y aquí estoy, planteó con una tranquila seguridad que no sabe de dónde le salió.

Mr Foster, muy amablemente, le soltó el discurso sobre los procedimientos de seguridad en eventos de esta magnitud, la necesidad de pasar antes por una revisión de antecedentes, toma de huellas dactilares, carta del medio al que representas, y que como no tenía nada de eso no lo podía ayudar.

Hay tres tipos de periodistas: los que no sirven para nada, que lamentablemente abundan; los que lo hacen todo bien y por el libro, que celebramos; y los que lo hacemos todo a trancas y barrancas, por impulso, improvisando con pasión y por compasión, a menudo con coraje y de lágrima fácil, empatizando siempre más con la gente que con jefes, empresarios y autoridades.

Los que somos de esa tercera clase de periodistas sabemos lo que es sentirse un soberano gilipollas por tirarnos a coberturas sin paracaídas, y así se sentía Jose Antonio en aquel momento.

Pero esta desagradecida profesión, a poco que uno insista y confíe en sus instintos, también ofrece satisfacciones extraordinarias, y más pronto que tarde aquel histórico día de diciembre de 1988, Jose Antonio conseguiría varias recompensas magníficas por vivirla a lo loco y poseer un ingenio y una cara dura de antologías.

Le ruego por favor que no castigue a este humilde fotoperiodista por la negligencia de un compañero que debería haber hecho gestiones que no hizo. Estoy haciendo mi trabajo y si no consigo esa foto me van a echar del periódico, que es el principal medio de comunicación en español de la Costa Este y mi único sustento, inventó en un perfecto inglés.

El fotógrafo nuyorrican se atrevió a suplantar a un fotógrafo fijo de El Diario porque sabía que a esa hora no había nadie atendiendo los teléfonos de contacto del periódico y con la esperanza de que si alguien atendía en la sala de redacción fuera un colega que lo conociera como colaborador y confirmara que efectivamente Jose Antonio Rosario trabajaba para ese medio, aunque fuera ocasionalmente en aquella época.

El señor Foster, ya menos amable, expresó zanjando el asunto que un no es un no, se subió a una tarima a dar instrucciones sobre el protocolo a seguir durante las próximas horas con los presidentes e instó a los acreditados a que lo siguieran.

Varios periodistas solidarios, entre ellos un fotógrafo del New York Times y otro del Washington Post, que habían presenciado la escena anterior, hicieron gestos a Jose Antonio para que se acercara, lo rodearon, y siguieron al señor Foster ocultando con sus propios cuerpos a Jose Antonio, que volvió a dejarse llevar, tan cagado del susto, reconoció, como decidido a tomar su foto.

Llegaron a un campo de pelota donde revisaron a los periodistas con perros policías husmeando entre las piernas y detectores de metales antes de dar paso a una oportunidad para fotografiar a los tres presidentes juntos.

A Jose Antonio se le iba a salir el corazón del pecho mientras sus compañeros iban pasando uno a uno por el último control de seguridad, donde el señor Foster firmaba detenidamente cada una de las acreditaciones rodeado de los intimidantes y elegantes agentes del Servicio Secreto.

El boricua se quedó el último de la fila sudando a mares mientras se iba acortando y cuando ya solo tenía a cuatro o cinco periodistas por delante se dirigió al señor Foster, que no había levantado la vista hasta entonces concentrado en revisar y firmar las credenciales.

Cuando el oficial de prensa de la Casa Blanca oyó la voz de Jose Antonio diciendo por favor, por favor, no puedo llegar con las manos vacías, yo me levanté bien temprano para esto, se puso colorado de rabia y le empezó a temblar una vena en el cuello.

El fotoperiodista pensó que el señor Foster estaba a punto de sufrir un infarto.

«Quien te crees que eres? Estás loco. Te voy a arrestar», gritó fuera de sí el oficial de prensa.

Ahí fue que Jose Antonio se rindió. Está bien, disculpe. Solo trato de hacer mi trabajo, no lo molesto más, se despidió Rosario alejándose del lugar.

Gary Foster con Ronald Reagan. Autor desconocido.


Lo volvió a invadir la sensación de fracaso, de ser un pendejo, mientras caminaba hacia ninguna parte. Pero no había dado veinte pasos cuando escuchó la voz del señor Foster llamándolo. José Antonio desandó sus pasos y con sorpresa escuchó al señor Foster decirle que esperara un momento que iba a comprobar si podían encontrar algún lugar desde el que él pudiera tomar la foto cuando los presidentes salieran de la Casa del Almirante, donde Reagan le presentaría formalmente a Gorbachov el relevo presidencial, Bush.

Mr Foster le gruño que ésa sería la única oportunidad para él. Después de la reunión almuerzo de dos horas habría más ocasiones para los fotógrafos acreditados, pero no para Jose Antonio.

De repente, todas las adversidades se convirtieron en una fantástica oportunidad para sacar un extraordinario partido de la situación.



En aquella época todavía las cámaras eran analógicas y había que revelar las fotos y transportarlas físicamente. Todos los periodistas acreditados debían esperar hasta que concluyera el evento para llegar a sus periódicos. Si Jose Antonio conseguía su foto, y como no le iban a dar más opciones, quizás podría dejar la isla y llegar a Manhattan a tratar de venderla horas antes de que llegaran los periodistas oficiales.

Mr Foster sacó una credencial de su gabán, escribió sobre ella Jose Antonio Rosario, Diario La Prensa, y la firmó. Otro agente lo escoltó a un lugar frente a la Casa del Almirante donde podría realizar su única foto.

Es lo único que vas a hacer hoy, insistió el señor Foster.

Jose Antonio llevaba una Nikkormat con lente 50 1.8 milímetros y otro de 200 mm fijo. Y de nuevo la suerte volvió a sonreír al osado. El Servicio Secreto lo había dejado en un spot óptimo para su limitado equipo. Si lo hubieran dejado unos metros más cerca o más lejos, hubiera sido incapaz de sacar una foto decente con el equipo del que disponía.

Capturó una foto perfecta de los tres presidentes con un encuadre oportuno.

Los compañeros periodistas no podían creerse que Jose Antonio le hubiera comido los dulces al Servicio Secreto y a la Casa Blanca para finalmente conseguir la foto, y alguno gritó y otros aplaudieron para celebrarlo.


Una vez José Antonio consiguió su foto regresó de inmediato a la realidad tras el trance profesional. Un rugido en el estómago le recordó que tenía hambre y que no llevaba un centavo encima. Debía regresar cuanto antes a Manhattan para vender la foto y para comer.

El terminal de los ferrys estaba controlado por el Servicio Secreto y uno de los agentes le preguntó qué en qué podían ayudarlo. José Antonio volvió a meterse en su papel de dar pena y les contó que ya había terminado su trabajo allí, que no podía estar en el evento ni en ninguna parte y que necesita regresar a Manhattan.

Le dijeron que lo sentían mucho y le explicaron que todo el transporte estaba congelado por aire, mar y tierra por las próximas 5 horas. José Antonio reclamó alguna opción, pero le contestaron que hiciera lo que le diera la gana por allí y esperara.

El fotógrafo se puso a merodear por los alrededores del puerto y al doblar una esquina se encontró con una carpa de campaña donde unos tipos con ushankas conversaban en ruso. José Antonio se acercó, se identificó como fotoperiodista y les preguntó en inglés si eran del KGB.

Los rusos confirmaron con sonrisas abiertas y cachetes colorados que eran oficiales del Comité para la Seguridad del Estado y que formaban parte de la escolta de Gorbachov.

José Antonio se excusó un momento y regresó a la terminal de ferrys para preguntar al Servicio Secreto si él podía hablar con el KGB, no lo fueran a acusar de traición o alguna otra cosa.

Los estirados agentes del Servicio Secreto, más bien interesados que molestos con la interacción del fotógrafo boricua con sus némesis del KGB, le dijeron que claro, América es un país libre.

Volvió José Antonio a olvidarse del hambre y regresó con los agentes rusos, que se dejaron fotografiar y que le contaron que algunos de ellos ya habían estado varias veces en Nueva York, otros por primera vez, pero que a todos les gustaba mucho la ciudad.

La charla duró poco y José Antonio les agradeció la amabilidad al despedirse. De nuevo esa mañana, alguien volvía a llamarlo por la espalda y le hacía desandar sus pasos.

Uno de los rusos gritó «fotografer» y le pidió con gestos que regresara. El agente metió su mano en uno de los bolsillos de su abrigo y sacó un puñado de broches de Lenin, la hoz y el martillo, la estrella roja… que puso sobre la mano del fotógrafo con otra gran sonrisa.

José Antonio estaba pletórico de contento: había conseguido contra todo pronóstico la foto de los tres presidentes y además se llevaba los souvenirs del KGB. Contó sus pines, eran diez insignias.


Algunas las conservará toda la vida, alguna la regalará y alguna la venderá cuando adquieran más valor histórico, pensaba el fotógrafo ensimismado en su felicidad paseando por los predios del puerto de Governors Island.

Por enésima vez aquella mañana, oyó que lo llamaban a su espalda, pero como no se dirigían a él por su nombre, al principio ignoró el llamado.

No tardó en darse por aludido y cuando se dio la vuelta observó a varios agentes del Servicio Secreto haciéndole señas para que se acercara.

Le preguntaron sobre qué había hablado con los rusos y qué había pasado. A José Antonio le pareció que los agentes gringos tenían una sincera curiosidad personal más que lo estuvieran interrogando como cuestión de Estado.

No tardó en comprobar que su percepción era acertada cuando los serios agentes del Servicio Secreto le pidieron que les consiguiera más pines para ellos, como si fueran niños ávidos de cromos.

Un agente sugirió que el fotógrafo compartiera con ellos las insignias.

Estos pines son míos, se cuadró José Antonio.

Y si conseguimos que salgas de esta isla inmediatamente?, preguntó otro de los agentes.

Está bien, voy a pedirles más. Y el boricua, volviéndose a poner su traje de pena, regresó a la carpa del KGB y les pidió más pines. Le dieron otros diez que José Antonio entregó al Servicio Secreto.

Los agentes del retén se repartieron nueve pines y le dieron otro al capitán del remolcador que a los cinco minutos zarpó de Governors Island hacia Manhattan con un único y feliz pasajero: Jose Antonio Rosario.

El boricua tenía su foto en el carrete y diez broches soviéticos en el bolsillo. No se lo podía creer y le dio por mirarse las tenis, los jeans y levantando la vista se llevó una mano a la visera de su gorra de béisbol y pensó, mirando al río Hudson: este ponceño nacido en el Bronx está cabrón.

Varios periódicos y agencias de noticias, donde reveló el carrete y le hicieron impresiones, le compraron la foto solo para tenerla de recurso en el caso de que sus fotógrafos no llegaran a tiempo del cierre.

Con una impresión de ocho por diez entre las manos de los tres presidentes llamó a Carlos Morales, de El Diario La Prensa, y le espetó: te tengo la foto del día, te la voy a regalar pero me la tienes que poner en portada. El primo Ernesto pagó la caja de Heineken y el saquito de pasto, que bebieron y fumaron juntos.

A consecuencia de aquel «front page» lo acabaron haciendo fotógrafo fijo en El Diario La Prensa, donde trabajó durante 15 años publicando cientos de portadas.

La última portada de José Antonio Rosario en El Diario La Prensa se publicó el 12 de septiembre de 2001 y muestra a una de las torres gemelas explotando inmediatamente después del impacto de un avión, pero esa es otra historia. ie


La portada
José Antonio Rosario en la actualidad